Increíble: después de 16 años volvió a surgir una isla que había desaparecido

Los habitantes en el corregimiento de Damaquiel, zona rural de San Juan de Urabá, en Antioquia, están emocionados y asombrados por cuenta de un volcán submarino que apareció en el agua a pocos metros de la playa, el cual llevaba sumergido, según cuentan los locales, desde hace 16 años.

Lo que para muchos ya se había convertido en una leyenda, y para los más jóvenes un mito contado por los abuelos, se pudo corroborar el pasado jueves, 15 de junio, cuando los pescadores y habitantes de la zona cercana a la playa empezaron a observar algo extraño y alargado que se mostraba tímido en el agua.

Después de varios minutos y de que la estructura rocosa se hiciera cada vez más notoria, se dieron cuenta de que se trataba de la “isla del encanto”, como la han llamado por obvias razones.

El ‘islote’ no representa ningún riesgo, no es peligroso visitarla. Alberto Vivas, ingeniero coordinador de Flora y Suelo de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (Corpourabá), detalló a Red+ que “la gente puede visitar y tomarle fotografías, incluso, le llamaría un fenómeno turístico que deben aprovechar porque la isla tarde o temprano va a desaparecer”.

Se trata, específicamente, de un volcán de lodo submarino. Está localizado en el cinturón de San Jacinto, una serie de volcanes que se extienden desde el municipio de Turbo, en Antioquia, hasta el departamento del Atlántico.

El ingeniero explicó que el volcán de lodo de Damaquiel tiene su domo, su base y un cráter principal. Asimismo, explicó que la isla aparece cuando hay presiones internas en el volcán.

“Cuando existen diferencias de presiones, el volcán emite un material arcilloso que puede estar constituido por rocas y material sedimentario que viene de alta profundidad. En algunos casos se pueden encontrar conchas marinas. Por esa razón es que en algunas épocas sale”, explicó Vivas.

En otras palabras, este cuerpo volcánico expulsa un material a su parte alta, aumentando su tamaño y haciendo posible que salga. El hecho de que se presente y el tamaño que tenga va a depender de las características del mencionado material, si es más arcilloso o no.

En 2007, la última vez que el volcán había salido a la superficie, logró alcanzar una extensión de 100 metros cuadrados. En esta ocasión solo llegó a medir entre 30 y 40 metros cuadrados, reveló Vivas.

Por el contrario, hay muchos factores que inciden en que desaparezca. Uno de ellos es, nuevamente, las propiedades del material que fue emitido. “Si tenemos un material fuerte, la isla permanecerá más tiempo. Pero si es arcilloso, la fuerza de la ola hará que desaparezca”, agregó el ingeniero de Corpourabá.

Algo que ha despertado el interés de las personas, además del propio avistamiento de la isla, es cómo se creó el volcán, ya que esto no ocurrió en 2007, la última vez que había sido vista. De hecho, en 1992 ya había podido ser observada también.

El que fuera el director del extinto Fondo para la Prevención y Atención de Desastres de la Gobernación de Antioquia (Fopreve) en los inicios de la década del 90, Ramiro Uribe Piedrahita, explicó entonces que Antioquia, y especialmente la zona del Urabá y el municipio de Murindó, fueron fuertemente golpeados por temblores y precipitaciones.

En esa época hubo dos sismos importantes, uno de 6.6 de magnitud ocurrido el 17 de octubre de 1992 y otro de 7.2 de magnitud, registrado un día después.

El segundo de estos sismos, había añadido Uribe, fue tan fuerte que provocó la erupción del volcán de lodo de Cacahual, en San Pedro de Urabá. El hecho fue catastrófico, generando cuantiosas pérdidas económicas y dejando a decenas de personas heridas.

“En esa época, entre los fenómenos que ocurrieron después del temblor, fue que se dio el renacer de la isla en Damaquiel (la cual tenía en principio una extensión de 5000 metro cuadrados)”, reveló el exdirector de Fopreve.