Colombia
La dura pelea “casi a muerte” que sostienen familiares de Pablo Escobar por sus museos
Hermano y sobrino del líder del cártel de Medellín libran una pelea para acaparar la atención de la narración de su historia.
El hermano y el sobrino mayor del capo tienen una pelea “casi a muerte” para definir quién se queda con sus memorias. En un lado está Roberto, conocido como alias Osito y que en su juventud la pasó montado en una bicicleta y luego se convirtió en la mano derecha del narcotraficante. A él lo acusan de haber liderado buena parte del aparato logístico del Cartel de Medellín.
Por otro lado, está el primogénito, Nicolás Escobar. Los dos, en el año 2018, armaron un museo para contarle al mundo la historia del delincuente con base a los objetos que utilizó en vida, tales como carros, motos, ropa y otros elementos que tienen el sello del narcotraficante. Ellos construyeron un inmueble de dos pisos en el exclusivo sector de Las Palmas para recibir a turistas. “La casa, en sí misma, era toda una atracción: era una vivienda que Pablo había construido y que llegó a usar como escondite”, reportó el diario El Colombiano.
De igual manera, en ese sitio se inauguró una tienda para vender cualquier pieza que recordara al capo. Los familiares se empezaron acerca al éxito, empujados por algunos curiosos que, después de conocer el pasado del narcotraficante en la televisión, tenían interés de ver sus entrañas y primeros pasos en su vida en el cartel de Medellín. Seis meses después, el negoció sufrió una fractura. Esto se debe a que Nicolás Escobar tenía el propósito de legalizar el inmueble y contratar formalmente a los colaboradores, pero su padre no accedió a esto. Los dos se fueron a los golpes y se divorciaron.
El sobrino de Pablo Escobar se fue de la casa y le advirtieron que no podía regresar. Todo parece indicar que ‘Osito’ había ordenado a sus trabajadores que lo mataran si lo volvían a ver. Desde entonces, se hablan por medio de amenazas”, especificó El Colombiano. Nicolás Escobar armó un museo aparte y el de su padre fue demolido por orden de la Inspección de Policía 9B, dado que el inmueble no contaba con los permisos necesarios para su funcionamiento, edificación y apertura al público.
Los dos museos guardaban una gran relación. El de Roberto Escobar contaba con objetos originales y su hijo adquirió réplicas, según mencionó El Colombiano. “Nicolás dice que su padre le tiene secuestradas cosas que su tío le había dejado: una motocicleta Harley, una camioneta blindada y regalos varios”. Ahora bien, ‘Osito’ evitó por todos los medios la destrucción del edificio, pero la justicia no lo amparó. Así lo dio a conocer la Alcaldía de Medellín.
“Tras varias acciones de tutela interpuestas por el dueño, se notificó la orden para cumplirla en los términos legales hasta el 30 de junio”. Las autoridades no tuvieron necesidad de derribarlo, pues él mismo se encargó de esa situación. El predio sigue en funcionamiento, pues ahí está la casa de Roberto, a quien se le advirtió que seguirá un proceso de ley que determinará si puede recibir otra sanción.
“Para destacar, cuando llegamos al lugar, encontramos que el dueño del predio ya había adelantado estas acciones. Desde el distrito rechazamos el uso del territorio para aquellas actividades que promuevan el narcoturismo”, relató la administración distrital. Por lo pronto, se espera que la situación quede ahí, pues se cree que se podrían dar nuevos museos donde se explique todo lo que fue el origen del narcotraficante más buscado en el mundo.
Muchos destacan que Roberto Escobar Gaviria era uno de los prospectos en el Ciclismo, pero debido a su hermano, se retiró del deporte y aún más cuando sucedió el atentado en su contra, cuando una carta enviada, supuestamente por los Pepes, le explotó en la cara y le afectó su visión y audición a los 46 años.
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