La trastienda de la instalación, los diálogos entre el gobierno y las disidencias de las Farc contado por Camilo González, jefe negociador del gobierno

Por: Winston Viracachá, Especial para El País.

El pasado domingo la comunidad de Tibú, Norte de Santander, estuvo a la espera de la llegada del presidente y su comitiva para anunciar el cese al fuego bilateral con las disidencias de las Farc. Sin embargo, el anuncio se hizo tras 6 horas de espera y el encargado fue el comisionado de Paz, Danilo Rueda.

Según información de la mesa de diálogo, el próximo 16 de octubre se expedirá el decreto presidencial para el cese al fuego bilateral, además, las partes se comprometieron desde este domingo, 8 de octubre, a la media noche, a abandonar las hostilidades. Camilo González Posso, jefe negociador del Gobierno, habló con El País sobre la instalación de los diálogos, los momentos más difíciles del acto de instalación y el futuro de la mesa de diálogos con las disidencias de las Farc.

El País: ¿Qué decir frente a lo que pasó?, ¿cuáles fueron los momentos más difíciles?

Camilo González Posso: Estuvimos en un proceso de negociación aquí en Tibú, muy difícil hasta largas horas de la noche, hoy (el día de la instalación) no teníamos claro lo que iba a pasar, la ruta no la teníamos clara, había detalles, propuestas y contrapropuestas. Finalmente, se llegó al acuerdo, es un gran logro, un camino a recorrer. La próxima semana inicia un trabajo fuerte de las delegaciones, preparar el decreto, hacer la pedagogía y esperar que la próxima semana se pueda instalar la mesa. Además, quedamos de hacer una gran experiencia territorial hasta enero del próximo año y sobre esa base hacer una prolongación sobre esa vía.

EP: ¿Dudó por un instante de que se cayera la mesa?

CGP: Claro, hacíamos un paso adelante, dos atrás, pero siempre había confianza, yo decía a los delegados: ‘no se preocupen, esto va a salir, pero después de 4 o 5 sustos’ y no olviden que en los campeonatos de fútbol las selecciones meten el gol ganador en el minuto 98.

EP: Si hablamos de fútbol, ¿cuál fue la falta más grave?

CGP: Los problemas de comunicación. En esto hay problemas de comunicación, aquí aprendimos que tiene que haber comunicación y confianza.

EP: En esos cuatro o cinco sustos, ¿cuál falta dijo usted aquí no hay nada que hacer?

CGP: Cuando se estaba trabajando la fórmula para correr 8 días, la vigencia del decreto de cese al fuego y la instalación de la mesa. En ese momento se presentó una incertidumbre de qué hacer durante esos 8 días, pero afortunadamente hubo una fórmula ganadora.

EP: Volvamos a Playa Rica, ese 19 de septiembre, ¿quién ofreció el cese bilateral?, ¿el gobierno llegó a plantear y después no cumplió?

CGP: Fue un planteamiento desde el gobierno, pero se presentaron muchas situaciones, lo de Timba, los conflictos de El Plateado, entonces se llegó a hacer una experiencia de 3 meses y después miramos. Es la misma situación que un matrimonio ‘¿por qué no pasamos unas vacaciones juntos y después miramos para el matrimonio?’

EP: Si no hubiera sucedido lo de Timba, ¿hubiera habido otro desarrollo?

CGP: Lo de Timba fue muy complicado porque generó mucha incertidumbre, muchas inseguridades y desató muchas prevenciones, hubo una rectificación importante por parte del Estado Mayor Central que dijo vamos a un cese unilateral. Pero al mismo tiempo se había perdido parte de la confianza.

EP: ¿Qué va a pasar con el cañón del Micay?

CGP: Allí hay unas posiciones de la Fuerza Pública y que no están en cuestión, todo lo que tenga que ver con economías ilegales en esas zonas y en otras son objeto de la acción institucional y, por otro lado, lo más importante es lo que viene ocurriendo comunidades buscando concertar alternativas de transformación económica, alternativas a los cultivos ilícitos ese proceso comunitario en medio de un cese al fuego una colaboración de todos los sectores un llamado a todos, no solo a los que estamos en la mesa. Lo que va a pasar es que se va a someter a prueba la voluntad de hacer una acción integral del estado para transformar las posiciones territoriales.

EP: ¿Qué fórmula permitió que no se cayera la mesa?

Fórmula técnica de trabajar concentrados para que no sea una tomadura de pelo para llenar los requisitos de protocolos, mecanismos, puntos de monitoreo, llenar todo y no dejar sueltos porque el cese al fuego de enero arrancó sin mecanismos de verificación ni concretos de operación, agenda detallada. Un cese al fuego es un instrumento para hacer algo, no solo suspender las balas. Ahora vamos a hacer la tarea de forma rigurosa.

EP: Antes del 16 de octubre, ¿qué se debe y qué no se debe hacer?

No debe haber una iniciativa de combate entre las partes y tampoco afectar a la población civil, no se pueden violar las normas del derecho internacional humanitario, todo el respeto a la población está vigente

EP: Hay grupos que no están en este ejercicio, ¿puede haber un saboteo?

Puede haber interferencias, pero hay otros procesos de diálogo que hay que afrontar. No podemos esperar a que todos digan: ‘sí queremos’, esto hay que ir andando y haciendo camino al andar.