Colombia
Las razones por las que cerró un famoso restaurante de hamburguesas en Bogotá
La pandemia afectó a varios negocios de comidas y si las que no se adaptaron a la situación, sufrieron los embates económicos.
En medio de una compleja situación económica que enfrentan numerosos restaurantes en Bogotá, el reconocido Whopper King ha tomado la difícil decisión de cerrar una de sus sedes en un conocido centro comercial de la capital colombiana.
El establecimiento de comidas rápidas, que alguna vez contó con seis puntos de venta en la capital colombiana, ha visto su reducción a una sola ubicación en el distrito.
La sucursal clausurada estaba localizada en el Centro comercial Salitre Plaza y fue inaugurada en febrero de 2020, justo antes del impacto devastador de la pandemia que afectó severamente al sector gastronómico de todo el país.
Expertos en economía y empresas, han destacado que la situación económica generada por la pandemia ha llevado a muchas empresas, incluyendo a restaurantes iconos como Whopper King, a tomar medidas drásticas para preservar su estabilidad financiera.
Whopper King, con sus inicios en 1972, alcanzó su apogeo cuando tuvo seis puntos de venta en Bogotá. Sin embargo, a lo largo de los años, la creciente competencia impactó su presencia en el mercado de los alimentos.
A pesar de este cierre, la cadena aún mantiene su presencia en la capital, operando en el centro comercial Santa Fe, al norte de la ciudad. La decisión de cerrar una sede refleja la adaptación continua que deben tener los negocios al entorno colombiano y todos los desafíos que implica emprender.
El restaurante Balocco, de la Avenida Sexta, cerró tras 50 años de servir comida italiana a los caleños
A través de un sencillo comunicado adherido a una de las paredes del local, ubicado el número 14-06 de la Avenida Sexta, la familia italiana propietaria del restaurante Balocco, anunció a sus clientes que el 31 de diciembre de 2023 sería su último día de atención. “Después de más de 40 años de servicio hemos decidido que es el momento de cerrar este ciclo”, dice la hoja donde se imprimió el aviso.
“Agradecemos primero a Dios, a todos nuestros fieles clientes y a todos los empleados que nos han acompañado en este tiempo. Con aprecio, familia Balocco”, finaliza el comunicado.
Ante esta noticia, muchos caleños, entre ellos personalidades del arte y la cultura, han lamentado la desaparición del icónico restaurante que, según consta en su perfil de Facebook, fue abierto en 1965 con el objetivo de servir pastas italianas hechas con la técnica original.
En su menú inicial se podían encontrar pasta carbonara, spaghetti en salsa napolitana, raviolis de queso, postres, entre otros. Algo llamativo, además de sus platos, es que Livio Balocco, propietario del restaurante, tiene dos hijos mellizos, muy conocidos por los clientes, de modo que popularmente llamaban al lugar también como ‘Los mellizos’.
Un “habitué” de Balocco era el escritor y columnista Medardo Arias Satizábal, quien en su cuenta de Facebook confirmó la noticia.
“Después de 50 años, Balocco dice adiós. Se acabaron los almuerzos con raviolis y las buenas sopas. Así me lo confirmó Livio Balocco. Cincuenta años entre Los Mellizos y Balocco. Hora de descansar. Cali los va a extrañar”, escribió.
En una publicación posterior, agregó: “Una escena común cualquier día en Balocco. Futbolistas, poetas, políticos, solteros, viajeros y divorciados. Sopa caliente en la mesa y buena tertulia. Después de 50 años Balocco cierra sus puertas”.
Por su parte, Lizardo Carvajal, historiador y editor caleño, recordó con nostalgia el restaurante, donde como la suya, muchas familias crecieron degustando sus platos y cautivándose por la atención de sus propietarios.
“Yo supe de ese restaurante, hacia 1978. Lo comprendí vinculado a un triángulo isósceles, donde ejercía de ángulo complementario respecto al Teatro Calima y la heladería Ventolini, en la avenida sexta norte número 14-06″, recordó Carvajal.
Para el editor, “Balocco figura al lado de los restaurantes en los que, los caleños, hemos ejercido el derecho internacional al buen gusto, a la buena comida, a la dignidad patriótica de la lengua sabrosa”.