MinJusticia, Néstor Osuna, habló sobre la situación de Derechos Humanos en San Andrés: “Requiere acciones urgentes”

Néstor Osuna, ministro de Justicia del país, se pronunció sobre la situación de violación de Derechos Humanos en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, luego de la alerta temprana que lanzó la Defensoría del Pueblo el año pasado.

Según el funcionario, que hizo presencia en un foro organizado por la Universidad Nacional de Colombia en torno a esta problemática, aseguró que se requieren de “acciones urgentes”. Osuna señaló que hay fenómenos de criminalidad que están creciendo en las islas caribeñas como homicidios, desapariciones forzadas, trata de personas, reclutamiento de menores, delitos de violencia sexual, entre otros.

“Hay un cierto ambiente de temor difundido entre los habitantes del archipiélago por estos asuntos”, aseguró el Ministro de Justicia.

Osuna resaltó que justamente la semana pasada estuvo en la isla en una reunión para la verificación de toda esta situación cuyos principales afectados son los menores de edad. “Nos reunimos representantes de unas 15 instituciones del ámbito central de Gobierno para diseñar acciones inmediatas, compromisos de corto y de mediano plazo para mitigar y superar esa situación tan dramática e intolerable de delitos contra niños, niñas y adolescentes”, aseguró.

Calificó a esta reunión como “fructífera” por la escucha a los actores principales del archipiélago en torno a esta problemática enfocada a los menores.

“Hoy quisiera tratar otro tema que también afecta muchísimo a la isla de San Andrés y es la desaparición forzada y la trata de personas. Conviene empezar mencionando que esos delitos están al orden del día en el archipiélago de San Andrés y Providencia, no vamos a negar su existencia, están ocurriendo y así fuera uno solo, es supergrave que existan delitos por el sufrimiento que suscitan por su atentado contra la vida y la libertad”, destacó el jefe de la cartera de Justicia del país.

El ministro Osuna manifestó la voluntad “absoluta” del Gobierno Nacional para llevar a cabo la lucha por erradicar esos crímenes, “para el logro de formas adecuadas de reparación de las víctimas, del restablecimiento del tejido social que se rompe con esos delitos y con la construcción de una vida más amable en el archipiélago de San Andrés”.

El funcionario reconoció que la desaparición forzada ha sido un crimen recurrente en la historia del conflicto armado de Colombia, ha hecho parte del repertorio de violencia de los distintos actores que lo han usado para consolidar su control territorial y económico en sus zonas de influencia, así como ha quedado en las memorias sufridas de las víctimas.

Señaló de igual forma que las acciones de grupos criminales que se intensificaron en la década de los 90 e inicios de los 2000, “y que posteriormente ha mutado en prácticas criminales de grupos residuales y algunos grupos paramilitares que aún persisten”. De acuerdo a lo expuesto por Osuna, el crimen de la desaparición forzada ha estado usualmente acompañada de otros crímenes como asesinatos selectivos, secuestro y tortura. “Sin duda es uno de los crímenes que mayor afectación suscita para las víctimas, la zozobra de las familias, de las personas buscadoras, la imposibilidad de realizar duelos, las enfermedades”, dijo el Ministro.

Estadísticas de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad dan cuenta de la magnitud de este crimen en el país. Entre el año 1985 y 2016, hay registradas 121.000 víctimas de desaparición forzadas, “pueden ser más por los subregistros que pueden existir. Los picos de este crimen estuvieron entre 1995 y 2005, donde fue más cruento el conflicto armado. De lejos tenemos más desaparecidos que la dictadura del cono sur”.

El Ministro de Justicia cerró su intervención en el evento señalando que todos estos flagelos tienen que ver con el narcotráfico, “ahí está el combustible”, señaló. Así mismo, destacó la política de drogas que diseño el gobierno de Gustavo Petro, asegurando que podría dar buenos resultados, “no en la ilusión de un mundo sin drogas, eso no va a existir, pero sí en la creación de un país sin los índices de violencia y de criminalidad que ha traído el narcotráfico”.