Nuevas imágenes y videos: así rescataron a los cuatro menores en selva del Guaviare; las Fuerzas Militares de Colombia les brindaron los primeros auxilios

Cuando encontraron a los niños, este viernes, 9 de junio, los uniformados con asombro gritaron: “Milagro, milagro, milagro”, por cada uno de ellos que se encontraba con vida después de 40 días de estar en la selva al sol y al agua esperando que acudieran a su rescate.

Cabe resaltar que los niños se accidentaron en una avioneta hace más de un mes y, desde entonces, se desconocía su paradero. Las búsquedas cada vez eran más desesperantes y se intensificaron aún más cuando su madre apareció muerta junto a dos adultos, víctimas de este accidente.

Por ello, este milagroso rescate fue capturado en fotos y videos por las entidades oficiales, que día a día trabajaron para encontrar su paradero.

Este sábado 10 junio, la Fuerza Aérea Colombiana compartió en fotografías y videos el acontecimiento que ha conmovido a toda Colombia.

Según las fuentes que registraron el hecho los pequeños, los niños presentaban signos de deshidratación y muchas picaduras de insectos en su cuerpo, lo cual es apenas de esperarse dado que han sobrevivido a la espesa selva por tan largo tiempo.

Por otro lado, Nelly Lacompte, coordinadora del Posgrado de Pediatría de la Universidad del Norte, dijo que la deshidratación descompensa el organismo.

“Estos niños caminaron buscando civilización, lo más probable es que tengan un consumo calórico disminuido, además del consumo proteico. Porque pudo suceder que durante su travesía se hayan alimentado de frutas o plantas”, dijo Lacompte en el Diario El Tiempo.

Asimismo, los niños tienen mayores niveles de líquidos y su composición física es mucho más resistente. Los principales órganos que se verán afectados por esta condición son el hígado y el riñón, por lo que serán los primeros en ser chequeados. La desnutrición y deshidratación afectan el sistema inmunológico, pues el cuerpo deja de recibir los nutrientes necesarios para combatir los anticuerpos.

Vale la pena recordar que los familiares de los niños que estaban desaparecidos en Guaviare, este viernes hicieron una urgente solicitud, específicamente, pedían que los menores fueran trasladados hacia Villavicencio, Meta, lugar donde sus abuelos y su tío se encuentran desde que se produjo el siniestro aéreo, pues manifestaban estar ansiosos por verlos.

Así, Fidelcio Valencia, tío de los niños, señaló que fue a eso de las 5:00 p.m., que se enteraron de la noticia por una llamada que recibió la abuela de los menores, María Fátima Valencia, quien atendió las buenas nuevas por parte de Henry Guerrero, integrante de la comunidad indígena que se encuentra en Araracuara.

Narciso Mutucuy, abuelo de los pequeños, manifestó: “Me siento muy contento, muy alegre y agradezco al presidente de la República, Gustavo Petro, y a indígenas de las diferentes etnias que nos ayudaron a buscarlos. Estoy muy contento”. El adulto mayor también pidió que traigan a sus hijos a Villavicencio.

Sin embargo, con el fin de velar por el bienestar y la salud de los menores, estos fueron trasladados directamente a Bogota para que los examinará un grupo de profesionales de la salud.

Por ello, llegaron en la madrugada de este sábado, 10 de junio, al Comando Aéreo de Transporte Militar, Catam, en Bogotá.

En el lugar los esperaban varias ambulancias que se encargarían de trasladarlos al Hospital Militar, acompañados por un equipo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para garantizar la protección de sus derechos como niños. Los niños fueron transportados desde San José del Guaviare a Bogotá en un avión medicalizado de la Fuerza Aérea colombiana, junto con su padre y uno de sus abuelos.

Cabe recordar que Lesly, de 13 años, y Soleiny, de 9; Tien, de 4 años, y la bebé Cristin son los niños indígenas que lograron sobrevivir durante más de un mes en la selva del Guaviare, en lo que ha sido catalogado como un verdadero milagro.

Un grupo de médicos pediatras los atendió, asegurándose de mantenerlos hidratados y brindándoles los cuidados necesarios hasta llegar a Bogotá.

Al aterrizar, los niños fueron cuidadosamente bajados de la aeronave en camillas. Tanto los militares como los indígenas y los paramédicos presenciaron este milagroso momento y lo celebraron con un fuerte aplauso como muestra de agradecimiento por el éxito de la llamada ‘Operación Esperanza’.