Judicial
Nuevas pistas de la masacre en Aguachica: huellas dactilares y la muerte de un narcotraficante
Las autoridades están ofreciendo una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que ayuda adar con los responsables del crimen.
La Policía Nacional y el CTI de la Fiscalía continúan con las investigaciones para esclarecer la masacre de la familia Lora Rincón, ocurrida el pasado 29 de diciembre en Aguachica, Cesar. Revista Semana reveló que las autoridades han identificado dos pistas fundamentales que podrían ayudar a dar con los responsables del crimen.
En las últimas horas, fue hallada una huella dactilar en una de las motocicletas abandonadas que presuntamente fueron utilizadas durante el ataque. Cabe resaltar que, las dos motocicletas fueron localizadas en una zona rural cercana a Aguachica. Una de ellas tenía una marca de la mano de uno de los implicados, y actualmente se encuentra en análisis por parte de expertos forenses. Las autoridades buscan determinar si esta pista puede llevarlos a identificar a los autores materiales del ataque.
Otro elemento clave en la investigación tiene relación con alias El Calvo, un narcotraficante que fue encontrado muerto el 27 de diciembre en El Banco, Magdalena. La novia del delincuente estaba presente en el lugar donde ocurrió la masacre, lo que ha llevado a los investigadores a considerar la posibilidad de que la familia Lora Rincón haya sido víctima de un error y que el objetivo real del ataque fuera la pareja del narcotraficante.
“Lo que sabemos es que estaba contigua a la familia y no hemos descartado esa situación, teniendo en cuenta que El Calvo tiene anotaciones y, de acuerdo a la información de inteligencia, estaría vinculado con actividades de narcotráfico”, explicó a SEMANA uno de los uniformados involucrados en la investigación.
Además, los uniformados ya han identificado los alias de los posibles responsables del homicidio múltiple. El avance se logró gracias a imágenes captadas por cámaras de seguridad y al testimonio de testigos que reconocieron a los sospechosos.
Aunque una de las hipótesis sugiere que la masacre pudo haber sido producto de una confusión, las autoridades no descartan la posibilidad de que esté relacionada con extorsiones. La familia de las víctimas informó a Semana que Ángela Lora, una de las hijas de los pastores asesinados, recibió llamadas amenazantes días antes del crimen.
A pesar de las líneas de investigación abiertas, las autoridades no han encontrado evidencia de que la masacre tenga conexión con las actividades religiosas que desempeñaban las víctimas, quienes lideraban una iglesia cristiana en Aguachica.