Reclusos de la cárcel de El Pesebre viven un calvario al interior de sus instalaciones custodiadas por el Inpec

El Pesebre es una cárcel ubicada en el municipio de Puerto Triunfo, Antioquia, la cual se encuentra custodiada por personal del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). Sin embargo, al interior de estas instalaciones los reclusos viven un auténtico calvario mientras cumplen su condena.

De acuerdo con una investigación realizada por la revista Semana, al interior de este espacio se estarían presentando una serie de prácticas irregulares perpetradas por otros presos que han derivado en violaciones sexuales, algunas de ellas realizadas con palos de madera. No obstante, las autoridades parecen no contar con pruebas suficientes sobre este tipo de hechos.

Uno de los privados de la libertad confirmó que algunos líderes criminales de esta cárcel han tomado el mando de algunos patios y pasillos, convirtiéndose en personas con gran poder al interior de El Pesebre, algunos reclusos que han tomado en este papel habrían sido en el pasado comandantes de la guerrilla o miembros de las Autodefensas.

Gran parte de estos hechos se presentan en horas de la noche. La práctica más común son las violaciones, aquí someten a quienes estarían acusados por este tipo de delitos y dan rienda suelta a un sinnúmero de vejámenes en contra de ellos. Una de las personas que habría sido sometida a esto relató que son amarrados y obligados a practicar felaciones a sus agresores.

A su vez, resaltó que en estas situaciones podría existir algún tipo de relación o complicidad con la guardia que custodia el centro penitenciario.

Sobornos, la otra cara de la moneda

Más allá de este tipo de situaciones, otros reclusos también denunciaron que al interior de la prisión de El Pesebre en Puerto Triunfo se estarían presentando casos de sobornos emprendidos por algunos dragoneantes y custodios, quienes serían responsables de exigir una suma de dinero para dejarlos acceder a algunas comodidades.

Uno de los presos le indicó a Semana que los cobros comenzarían en los $300.000 para garantizar el descanso en las celdas, también habría exigencia de un valor adicional de dinero para las visitas conyugales.