Colombia
Reforma laboral: las implicaciones de su hundimiento en el Congreso
Este martes se archivó la reforma laboral del gobierno de Gustavo Petro, algo que el mandatario calificó como “muy grave”, mientras que el gremio comerciante celebró este hecho. Tras este hundimiento, ¿qué implicaciones traerá?
La primera reforma propuesta por el gobierno de Gustavo Petro enfrenta un revés. El martes 20 de junio, la reforma laboral fue archivada al no haber recibido el primer debate antes del final de la primera legislatura.
En la sesión de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, donde se debía llevar a cabo el primer debate de la reforma laboral, se levantó debido a la falta de quórum, lo que resultó en el hundimiento del proyecto.
Una vez sucedido esto, el presidente Gustavo Petro se pronunció en su cuenta de Twitter, evidentemente molesto por el desenlace que tuvo su proyecto. “El hundimiento de la reforma laboral es muy grave. Demuestra que la voluntad de paz y de pacto social no existe en el poder económico. Dueños del capital y de los medios lograron cooptar el Congreso en contra de la dignidad del pueblo trabajador”.
“Creen que las ganancias salen de la esclavitud, las largas jornadas y la completa inestabilidad laboral. El gobierno del cambio no abandonará los intereses de la trabajadora y el trabajador”, agregó.
Además del Presidente y el Gobierno, numerosos trabajadores que reciben el salario mínimo también seguramente expresaron su pesar por la archivación de la reforma laboral, pues esta propuesta incluía medidas como el inicio de los recargos nocturnos a partir de las 7:00 p.m. y el pago del 100% de las horas dominicales, en lugar del 75% actualmente establecido. Estas disposiciones buscaban mejorar las condiciones laborales y salariales de los trabajadores de ingresos más bajos.
Los trabajadores de sectores como cines, call centers, hoteles, restaurantes y otros se ven especialmente afectados por la archivación de la reforma laboral. Estas industrias suelen operar después de las 7:00 p.m., así como los días domingos y festivos, por lo que la propuesta de modificar los recargos nocturnos y el pago de las horas dominicales hubiera tenido un impacto significativo en sus condiciones laborales y salarios. La falta de avance en la reforma supone un revés para los empleados que dependen de estos sectores en términos de reconocimiento y compensación justa por su trabajo fuera de los horarios tradicionales.
Tras conocerse esta noticia, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, y quien se mostró muy reacio ante lo que proponía esta reforma laboral, comentó que “es una oportunidad democrática e histórica para construir un nuevo proyecto, concertado de verdad, entre todas las fuerzas vivas del país, focalizado en la generación de nuevos puestos de trabajo y que promueva la formalización”.
El líder gremial había manifestado desde marzo que el texto propuesto por el gobierno aumentaría el costo de la contratación formal hasta en un 12% en comparación con el año anterior. Cabal argumentaba que las disposiciones de la reforma laboral generarían cargas adicionales para las empresas, lo que dificultaría la creación de empleo y la recuperación económica. Según su análisis, “los sectores más afectados serán los comercios que más laboran de forma nocturna y fines de semana: restaurantes, alojamiento, bares, transporte y almacenamiento”.
Por su parte, María Fernanda Carrascal, senadora del Pacto Histórico y coordinadora ponente de la iniciativa, afirmó que a pesar del hundimiento de la reforma laboral, el proceso continuará. “Está claro que a través de recusaciones temerarias la oposición quiere impedir el debate, pero nosotros y nosotras seguiremos adelante junto a los y las trabajadoras”, aseguró.
El Grupo de Análisis del Mercado Laboral del Banco de la República había llevado a cabo una investigación en la que señalaba que la reforma ocasionaría la eliminación de 454.000 empleos formales en Colombia (con un margen entre 152.000 y 746.000), ya que las empresas verían un incremento de hasta el 10,7% en sus costos laborales.
Asimismo, se planteó debatir la reforma laboral en las sesiones extras a ver si lograba un nuevo empuje, sin embargo, la ley quinta de 1992 establece que los proyectos que no hayan sido sometidos al primer debate antes del cambio de legislatura quedarán archivados, sin posibilidad de ser aprobados por el Gobierno.
Uno de los argumentos se basa en el artículo 147 de dicha ley, el cual establece los requisitos para que un proyecto se convierta en ley. Según este artículo, la única forma de que un proyecto pueda continuar siendo debatido en la próxima legislatura es que haya sido aprobado en su primer debate. En el caso de la reforma laboral, este requisito no se cumplió, lo que lleva al hundimiento del proyecto.