MINISTERIO DE TRABAJO
¿Se hizo una reforma laboral 'disfrazada' con el decreto 1174? Responde el Ministro de Trabajo
El ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, aclara que las recientes medidas no pretenden que se haga una reforma laboral. Buscamos más beneficios, dice.
Luchar contra la informalidad y tratar de recuperar el empleo que se ha perdido son dos grandes retos que pretende superar el Gobierno, a través del Ministerio del Trabajo.
Ángel Custodio Cabrera es el titular de ese despacho. Con vehemencia defiende las recientes medidas de la Administración y aclara que no habrá una reforma laboral.
Varios sectores han criticado un reciente decreto expedido por el Gobierno porque consideran que plantea una reforma laboral. ¿Es así?
Cuando hay divergencias todo lo que se debe hacer es escuchar y si hay que mejorar, lo haremos, pero básicamente lo que pretendemos es pelear por aquellos trabajadores que hoy están totalmente en la informalidad o que tienen una vinculación donde no alcanzan a recibir un salario mínimo mensual.
Creo que ellos tienen derecho a que se les empiece a garantizar un ahorro para su vejez y ese es el objeto de este decreto. En los próximos días vamos a expedir un nuevo decreto que complementa este. Tendrá cosas buenas y cosas malas y la experiencia nos dirá y lo mejoraremos, llevamos décadas aumentando la informalidad y la verdad, cuando se hace un esfuerzo de estos deberíamos trabajar todos al unísono en esa misma línea.
¿Pero se crearán otras formas de contratación laboral?
Para nada. Primero que todo, esto no es una reforma laboral, porque no se tiene la facultad en un decreto para hacerlo, es solo un decreto reglamentario de lo que aprobó el Congreso de la República hace más de un año. Tampoco hay ninguna reforma pensional, los subsidios para los Beneficios Económicos Periódicos se crearon en 2009, lo que pasa es que nadie los había implementado.
¿El decreto trae cambios para los trabajadores de tiempo completo?
Los trabajadores que hoy están en la formalidad no pueden pasar a otro tipo de contratación, vamos a ser diligentes con eso, de que se están creando los mecanismos para proteger los derechos de los trabajadores. Insisto en que acá no hay ninguna reforma laboral, no estamos cambiando las formas de contratación, por lo tanto no se toca el Código Sustantivo del Trabajo, todo lo que se dice queda sin piso.
Menciona que se expedirá un nuevo decreto. ¿De qué se trata?
El objetivo es que las semanas que una persona tenga en los Beneficios Económicos Periódicos van a ser válidos si pasa al sistema formal y le sumará a sus semanas para su pensión.
De otro lado, a aquellas personas que hoy están cotizando, pero por alguna circunstancia no van a alcanzar a tener una pensión, estamos mirando que con el programa de los BEPS se les entregue un subsidio y que puedan tener un ingreso de por vida, que le pueda garantizar la supervivencia en su vejez.
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Esos son los dos decretos que se avecinan, inclusive, con base en las opiniones de estos días, lo concertaremos con las centrales obreras o con quien diga.
El impacto del largo aislamiento se vio reflejado en el empleo, muchos colombianos perdieron sus puestos de trabajo y creció la informalidad. ¿Cómo reducirla?
Presentamos el decreto 1174, con el ánimo de empezar a proteger a estas personas que de manera informal o, entre comillas, que tienen un contrato, pero no les genera ninguna ayuda, ningún beneficio.
Ese es el primer paso, garantizar su seguridad social y es la primera propuesta. La segunda es la generación de más empleo en el tema regional y vamos a empezar a trabajar, por ejemplo, la informalidad en el campo colombiano, con los diferentes gremios y de esa manera presentar algún tipo de propuesta lo más pronto posible. Y, por último, creamos la Misión de Empleo, en la cual tienen que participar los diferentes actores, representantes de trabajadores, donde los expertos nos dirán qué otro planteamiento regulatorio podemos hacer.
¿Qué avances hay?
Lo que nos ha dicho la OIT es que hay que entablar el diálogo social, tenemos que mirar cómo nos sentamos, dialogamos, hacemos acuerdos y para eso es la Misión de Empleo. Obviamente tendrá siempre dificultades, pero vamos a insistir, porque no podemos tomar unas decisiones unilaterales, hay que involucrar a todos los actores, todos los que tienen que tomar decisiones.
¿Qué ha hecho esa misión?
Ya arrancó, hay algunas dificultades con algunos miembros, pero igual hay representantes de todos los trabajadores. Esto no es solo de las centrales sino de representantes académicos. Ya están en las primeras reuniones y se están pidiendo documentos que se analizarán, se está revisando toda la legislación laboral, todo el mercado laboral, los instrumentos de protección al trabajador y en ese tema estamos, esperamos tener avances lo más pronto posible.
Uno de los temas que hemos pedido es presentar avances urgentes para el campo colombiano y esperemos que la misión nos de algunas respuestas.
¿Cuál es el objetivo principal de esta misión?
Que nos diga qué está pasando en el mercado laboral en Colombia, qué pasó con el mercado laboral en la pandemia, cuáles eran los temas estructurales antes de la pandemia, que los expertos le digan al país con qué posibilidad se pueden resolver, si son temas regulatorios, pero todo esto previo análisis de las tres partes: empleadores, trabajadores y Gobierno Nacional. Esa es la línea.
No me puedo comprometer con tiempos en un trabajo que están realizando ellos, pero esperemos que en los próximos días nos hagan algún cronograma, porque igual existe la preocupación de tener informes urgentes para ir tomando medidas frente al mercado laboral.
Las medidas que el Gobierno tomó al inicio de la emergencia buscaban impedir el despido de los trabajadores. Sin embargo, la realidad nos muestra hoy una tasa de desempleo por encima del 20 %. ¿Fallo la estrategia?
No. Las medidas se tomaron, pero en una pandemia nadie estaba programado para eso, nadie estaba preparado, sin recursos, y nosotros con un crecimiento del desempleo muy grande que se veía ya desde enero y febrero, cuando se subió a dos dígitos, era imposible no esperar que esta situación nos pasara.
Nosotros ya traíamos unos problemas coyunturales en las tasas de desempleo y por eso creamos algunos incentivos para aminorar parte del problema.
Encontramos entre los principales factores que la situación más compleja la vivieron las pequeñas y medianas empresas, con las cuales el 40% del empleo deriva de ellas y, por obvias razones, no tenían la caja necesaria para tener en su casa a los empleados.
Aunque muchos de los empleados lograron hacer su trabajo a control remoto, hay actividades que no se podían realizar, por lo que muchos empleadores tomaron la decisión de cancelar los contratos de trabajo.
¿Cuántos empleos se han perdido?
Un cálculo exacto no, pero tenemos el reporte del programa PILA, donde se controla la afiliación formal de todos los trabajadores.
Se perdieron entre 700.000 y 800.000 puestos de trabajo. Eso fue en abril, que fue el pico más grande, en mayo se estabilizó un poco, en junio disminuyó y en julio volvió a subir un poco, pero estamos manejando un porcentaje de desempleo de alrededor del 20 %.
Por eso hay que hacer todos los esfuerzos necesarios para tratar de contrarrestar esto y la primera decisión es la reactivación productiva, que a partir del 1 de septiembre arrancó, lo cual va a permitir más movimiento, la gente ya empezó a trabajar para incentivar el consumo interno, que es otra de las grandes apuestas del Gobierno Nacional.
¿Eso quiere decir que la tasa de desempleo empezará a bajar?
Lo más fuerte ya pasó y esa es la esperanza, somos optimistas. Obviamente estas cifras no lo dejan a uno tranquilo y ese es el trabajo que tenemos que hacer y vamos a ver cómo evolucionamos. Los puntos grandes ya pasaron, por eso los esfuerzos siguen. Por ejemplo, en cuanto al subsidio a la nómina se presentó el proyecto de ley para extenderlo hasta diciembre; el ingreso solidario se mantendrá hasta el próximo año, todo este tipo de ayudas se siguen haciendo, lo cual permite, de alguna manera, un mayor ingreso y una capacidad de consumo mucho mejor.
Dijo que el impacto más fuerte fue en las pequeñas y medianas empresas. ¿Qué se viene diseñando desde el Gobierno Nacional para rescatar el empleo?
Allí lo fundamental es continuar con el apoyo a través de los programas como el subsidio a la nómina, seguir con los créditos, se presentó al Congreso la ley para la reactivación económica, en la cual se plantean créditos a mucho más plazos, con tasas de interés accesibles y con periodos de gracia.
Otras tareas
¿Qué se hará para reducir la tasa de desempleo en los jóvenes y para mejorar la formación?
La apuesta en primer lugar es la capacitación para el trabajo. De acuerdo con lo que está ocurriendo en el mercado laboral hoy, tenemos unas competencias laborales totalmente diferentes a las que teníamos antes de la pandemia, eso significa que tenemos que cambiar el esquema de formación y, por eso, con el Sistema Nacional de Calificación se está revisando toda la parte curricular, tanto profesional como técnica, lo cual se está direccionando desde el Ministerio de Educación y el Sena.
De otro lado, el Congreso aprobó una ley que tiene incentivos tributarios para que las empresas ocupen a personas entre 18 y 28 años, los cuales hoy el Gobierno está impulsando para que esta disminución tributaria sea una realidad y la utilicen.
Por cada 100 pesos que paga el empleador con una persona en esta edad, puede utilizarlo con 120 % de deducción tributaria. Eso es un muy buen incentivo, igual la economía naranja, los programas de emprendimiento con los cuales se busca fortalecer todas esas actividades culturales donde están los jóvenes.