Colombia
Traición y condena: Carlos Lehder reveló cómo fue que terminó en una cárcel en EE. UU. por culpa de Pablo Escobar
Luego de tres décadas, el exnarcotraficante colombo alemán habló sobre su relación con el jefe del cartel de Medellín, a quien apodó de Caín, señalando que lo entregó a la justicia por venganza.
Carlos Lehder llegó a ser uno de los narcotraficantes con mayor poder en Colombia y, además, uno de los principales aliados de Pablo Escobar a la hora de hacer negocios y de cobrar venganza a quienes se interpusieran en el camino del capo antioqueño.
Lehder, de 74 años y quien actualmente vive en Fráncfort, Alemania, decidió contar en su libro ‘Vida y muerte del cartel de Medellín’ cómo terminó pagando una condena de más de 30 años en una cárcel de Estados Unidos tras ser entregado, según cuenta, por su socio y jefe del Cártel de Medellín, a quien apodó como ‘Caín’.
Tres décadas después y como una sorpresiva revelación, el exnarcotraficante colombo alemán fue enfático en que no tiene duda de que Pablo Escobar movió las fichas para salvarse y lo entregó a él a las autoridades en un momento en el que, según Lehder, el excapo paisa aplicó uno de sus intentos de venganza y redención.
En el mencionado libro, conocido en exclusiva por la revista Semana, Lehder relata que se sentía seguro de que el temido grupo de ‘extraditables’ permanecería haciendo de las suyas en Colombia porque la Corte Suprema de Justicia había declarado inexequible el decreto que permitía la extradición, esto porque el documento no tenía la firma del entonces presidente Julio César Turbay.
Sin embargo, y a pesar de haberse sentido seguro tras la decisión judicial, todo cambió cuando recibió una llamada de ‘Pinina’, sicario de Pablo Escobar, en la que se le alertó de la inminente llegada de la Policía. Según cuenta Lehder, aunque agarró lo que pudo del lugar donde se encontraba y trató de huir de inmediato, al final todo fue en vano porque estaba atrapado.
El excapo, quien asegura ahora vive tranquilo y libre en Alemania, contó que en ese entonces sus planes eran quedarse por una temporada en Medellín junto con su novia, Lulú, y sus hombres de confianza. Incluso, dijo que la idea que tenía era descansar y dejar de huir porque “la extradición ya no existía. Pronto guardaríamos los fusiles, ametralladoras y granadas, y solamente portaríamos pistolas”.
“Cuando fui a responder, oí que colgaba. De inmediato empacamos todo lo importante, subimos a los dos jeeps y nos fuimos para la casa de Rionegro. Me pregunté cómo Pinina sabría ese nuevo número telefónico mío. Si ya no me podían extraditar, ¿por qué me seguía persiguiendo la Policía? Llamé por teléfono a mi pareja y le dije que pospusiera su viaje”, cuenta el exnarco en su relato.
Lehder, de hecho, menciona que pocos minutos después de recibir esa particular llamada de Pinina, hasta su finca llegaron dos camiones de la Policía y dos jeeps, “estábamos atrapados”. Según menciona, ya viéndose rodeado y confiando en que no había posibilidad de extradición, decidió entregarse a las autoridades.
Sin embargo, rápidamente se fue dando cuenta de que no se iba a cumplir la idea que tenía de posiblemente tener que pasar los siguientes días o años en una cárcel colombiana. Si no que, por el contrario, había sido traicionado y “vendido” a las autoridades para ser extraditado a Estados Unidos.
“Durante el vuelo logré estar relativamente calmado porque mis sentidos aún se negaban a dar credibilidad al hecho de haber sido secuestrado en mi patria por agentes de otro país, con toda la complicidad del alto gobierno”, menciona Lehder en ‘Vida y muerte del cartel de Medellín’, el libro al que tuvo acceso en exclusiva Semana.
Además, agrega que en cuestión de minutos pasó de estar en Guarne a ser llevado a Rionegro, luego a Bogotá para de ahí ser trasladado hasta la base militar de Guantánamo, en Cuba. Hasta que finalmente lo llevaron a su destino final que fue Tampa, en Estados Unidos, donde fue recluido con grilletes y cadenas en un calabozo de una “prisión sin nombre, como único detenido”.
En los primeros meses recluido en Estados Unidos, Lehder no solo recibió malas noticias como la del fallecimiento de su padre a causa de un cáncer, sino que también se enteró de que el delito más grave por el que lo estaban acusando no lo había cometido él, sino que era una acusación ajena.
Al respecto, el exnarco colombo alemán cuenta que además de que lo señalaban como líder del envío de toneladas de cocaína a EE. UU. utilizando ‘Norman’, su pequeña isla en Bahamas, la justicia americana le hizo saber que “su máximo nivel de custodia se debe a que poseemos información que indica que usted ha amenazado con matar jueces de Estados Unidos, algo que había dicho Escobar, jamás lo afirmé yo”.
En desarrollo…
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