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¿Cómo arreglar un arroz que quedó salado?

Este artículo explora estrategias creativas y sencillas para corregir un arroz que ha quedado demasiado salado, transformando así una cena desalentadora en una experiencia culinaria rescatada.

17 de noviembre de 2023 Por: Redacción El País
Arroz
En situaciones donde se busca agregar un toque creativo para corregir el arroz salado, se recomienda experimentar con nuevos sabores. Conozca todos los detalles | Foto: Getty Images

Preparar una deliciosa comida puede ser todo un arte, pero incluso los chefs más experimentados a veces cometen errores. Uno de los problemas más comunes en la cocina es el exceso de sal, y cuando este error afecta al humilde arroz, puede resultar desafiante. Sin embargo, no todo está perdido. En este artículo, se explorarán estrategias creativas y sencillas para corregir un arroz que ha quedado demasiado salado, transformando una cena desalentadora en una experiencia culinaria rescatada.

El poder del agua: Remojando el exceso de sal

El agua, ese recurso invaluable en la cocina, se convierte en su aliado principal cuando el arroz ha quedado demasiado salado. Para empezar, se puede enjuagar el arroz bajo agua corriente durante unos minutos, agitándolo suavemente con las manos para eliminar parte de la sal superficial. Sin embargo, este método solo alivia el problema en parte, ya que no afecta al arroz que ya ha absorbido la sal durante la cocción.

La manera en que se hace el arroz para que quede correctamente.
Cuando alguien se enfrenta a la situación de tener arroz excesivamente salado, el agua se convierte en su aliado principal. | Foto: Getty Images

La solución más efectiva radica en el remojo. Colocar el arroz en un recipiente y cubrirlo con agua fría permite que los granos liberen gradualmente la sal. Después de un tiempo de remojo que puede variar entre 30 minutos y una hora, se escurre el arroz y se cuece nuevamente en agua sin sal. Este proceso ayuda a equilibrar los sabores y restaura el arroz a su estado comestible.

Intervención vegetal: Añadiendo ingredientes para neutralizar la sal

Cuando el remojo no es suficiente o se necesita una solución más rápida, los ingredientes adicionales pueden actuar como héroes culinarios. Las verduras son especialmente útiles en este caso. Se puede preparar una mezcla de verduras de elección, como zanahorias, guisantes o judías verdes, y agregarla al arroz durante la cocción. Estos vegetales no solo añaden sabores frescos y texturas a la mezcla, sino que también absorben parte de la sal.

Lavar arroz blanco
En casos donde el remojo no es suficiente o se requiere una solución más rápida, se sugiere la intervención de ingredientes adicionales como las verduras. | Foto: Getty Images
  • Otro aliado poderoso es el arroz sin sal. Se cocina una segunda porción de arroz sin agregar sal y se mezclan ambas preparaciones. Este método diluye la concentración de sal y proporciona una solución más equilibrada. Además, si la textura del arroz se ve afectada, agregar un poco de caldo o agua puede restaurar la suavidad y mejorar la experiencia gastronómica.

Toques creativos: Jugando con los sabores para corregir el arroz salado

En ocasiones, la solución va más allá de simples correcciones técnicas. Se aprovecha la oportunidad para experimentar con nuevos sabores y crear una versión única del arroz. Se pueden agregar jugo de limón, vinagre o incluso un toque de miel para contrarrestar la sal y proporcionar una dimensión de sabor inesperada.

La incorporación de hierbas frescas, como el cilantro, perejil o albahaca, tiene el poder de transformar el arroz, añadiendo frescura y complejidad. Los frutos secos, como las nueces o las almendras, también pueden aportar un elemento crujiente que distraiga del exceso de sal y añada variedad a cada bocado.

Recomendaciones para evitar el exceso de sal en el arroz

Aunque corregir un arroz salado es posible, la prevención siempre es la clave. Aquí se presentan algunas recomendaciones prácticas para evitar que el exceso de sal arruine el próximo platillo de arroz:

Comer arroz.
Cocinar una segunda porción de arroz sin agregar sal y luego mezclar ambas preparaciones diluye la concentración de sal, proporcionando así una solución más equilibrada. | Foto: Getty Images
  1. Medir con precisión: La importancia de las proporciones exactas: Al cocinar arroz, se deben seguir cuidadosamente las proporciones recomendadas de agua y sal. Se puede utilizar una taza de arroz como medida estándar y ajustar la cantidad de sal de acuerdo a las preferencias, evitando excederse. Se recuerda que siempre se puede añadir más sal al final del proceso si es necesario.
  2. Probar el agua de cocción: Ajustar el nivel de sal antes de cocinar: Antes de cerrar la tapa de la olla, se recomienda probar el agua de cocción. Si está demasiado salada, es la oportunidad de corregir antes de que el arroz absorba la sal. Se ajusta el nivel de sal según el gusto y se continúa con la cocción.
  3. Opta por el método de cocción sin sal: Añada sal después de cocinar: Si alguien es propenso a añadir demasiada sal, se puede considerar cocinar el arroz sin sal y agregarla al final. Se sirve el arroz en los platos y se ajusta la sal según el gusto individual. Esta estrategia proporciona un mayor control sobre la cantidad de sal en cada porción.
  4. Utilizar caldos bajos en sodio: Infundir sabor sin excesos: Cuando se desea darle sabor al arroz, se puede optar por caldos bajos en sodio en lugar de sal común. Estos caldos añaden profundidad sin abrumar con sal, permitiendo mantener un mejor equilibrio en las creaciones culinarias.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.

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