Cómo hacer
¿Cómo conservar el queso para que no se ponga duro?
Atienda las recomendaciones de cómo guardarlo en la nevera.
El queso es uno de los alimentos preferidos en el consumo de los hogares. Es rico en vitaminas A y D, que ayudan al cuerpo a absorber el calcio y a mantener los huesos y los dientes sanos. También es rico en vitaminas del grupo B, entre las que destaca la vitamina B12, la B9 (ácido fólico), la B1 (tiamina) o la B2 (riboflavina).
Precisamente, como el queso es un alimento que debe permanecer en la nevera para que conservarse fresco, son muchas las dudas que asaltan a las amas de casa referentes a cómo deben guardarlo. Si es mejor mantenerlo en su envase original, tapado o destapado, o en qué lugar de la nevera se debe ubicar.
Siempre en la nevera
Aunque pueda parecer lógico, no sobra recordar y enfatizar que para que el queso esté fresco y dure por más tiempo es la nevera.
Sin embargo, a pesar de necesitar el ambiente fresco del refrigerador, no debe estar olvidado en mitad de la nada. Existen varios detalles que son importantes tener en cuenta.
El queso fresco es un producto húmedo y la humedad es el lugar perfecto para el desarrollo de bacterias y mohos. Pero eso no significa que sea peligroso. Al contrario, es su razón de ser.
¿Cómo reservarlo de la atmósfera de la nevera?
El secreto para conservar el queso fresco de manera óptima es evitar un exceso de humedad. Por ello es recomendable colocarlo en un recipiente ya sea de plástico o de cristal, lo importante es que esté cerrado o cubierto con papel film. Antes de poner el queso es indispensable cubrir la base con papel de cocina para que absorba la humedad y las pequeñas cantidades de suero que pueda soltar.
En cuanto al tiempo de duración de este alimento después de haber sido abierto, lo recomendable es consumirlo en un lapso de tres o cuatro días.
Sin embargo, puede pasar que aún manteniendo estas recomendaciones y estando dentro de los días recomendados para consumirlo, se note que se reseca parte de la superficie del queso fresco. Esto no representa ningún problema. Solo se necesita retirar con un cuchillo esa zona y el queso volverá a quedar tan fresco como el primer día.