Cómo hacer
¿Cómo se debe secar la albahaca?
De esta forma podrá tener esta especia por más tiempo en su cocina sin que se dañe.
La albahaca es una de las hierbas aromáticas más usadas en la cocina, sobre todo en las recetas mediterráneas, gracias a que posee propiedades saludables, entre ellas, que es un gran diurético natural y un sabor muy característico y agradable. Además, la albahaca crece de manera natural y rápida, por lo que es una planta de sencillo cultivo en huertos, jardines e incluso en macetas, sin importar mucho los cambios de clima.
Aunque las hojas frescas de albahaca son un perfecto condimento en los platos de pastas, así como salsas, ensaladas o carnes, también puede usarse cuando están secas, convirtiéndose así en una especia ideal para cualquier tipo de platos que le aportará sabores y aromas deliciosos.
Por ello, aquí aprenderá a secar la albahaca para que pueda tenerla disponible en su cocina siempre que la necesite para preparar alimentos. El proceso es muy sencillo de hacerlo y se puede hacer de forma natural con cosas que tiene disponible en su hogar.
¿Cómo secar la albahaca al aire libre?
Secar la albahaca al aire libre es la manera más natural, aunque es la más demorada, pero es un proceso que consiste cortar las hojas del tallo sin maltratarlas y dejarlas para que poco a poco, con el propio paso del tiempo, vayan perdiendo los líquidos que contienen.
La demora en este proceso vale la pena porque la transformación de esa planta será en una especia que pueda perdurar por mucho tiempo en su cocina y podría tardar como mínimo tres o cuatro semanas.
Esta es una muy buena opción si es el caso en que no necesita la albahaca seca con inmediatez, pero para llevarla a cabo deberás seguir paso a paso estos consejos:
- Cosechar la albahaca en el momento oportuno es fundamental para este proceso, sabrá cuando es momento porque sus hojas se notan fácilmente tersas, sin manchas o deterioro alguno generado por algún factor externo y debe tener su característico tono verde oscuro intenso y brillante.
- Después, corte las hojas sin dejarles mucho tallo, ya que este no debe estar en el proceso, sino solo la hoja con una pequeña porción de este.
- Antes de ponerlas a secar, debe lavar muy bien las hojas para eliminar cualquier impureza, suciedad o bacteria, luego séquelas con mucho cuidado de no ir a romperlas con un paño de cocina limpio de cocina y procure que entre los pliegues no quede humedad.
- Cuando ya estén completamente secas, une varias hojas formando un ramillete y amárrelas por el extremo del pedacito de tallo que dejó para que pedan colgar todas sin que se vayan a soltar de la cuerda.
- Busque un lugar adecuado para colgar los ramilletes, porque estos deben secarse, pero no les puede dar el sol directo porque pueden quemarse y necesitan ventilación y un ambiente de temperatura templada con baja humedad. Además, debe protegerla de posibles bichos, pájaros u otros animales que puedan dañarla.
- Lo adecuado es que la deje ahí durante un mes o menos, para después desmenuzar sus hojas y guardarlas en un recipiente seco para utilizarlas como especia cuando quiera.
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