Como hacer
¿Cuál es el mejor desinfectante para la cocina?
Los estropajos, lejías o limpiadores potentes en polvo pueden dañar los utensilios en acero inoxidable.
En este sitio se manipulan los alimentos, razón suficiente para que su higiene sea primordial. Por ello, la limpieza y la desinfección son dos de los puntos más importantes a tener en cuenta.
Y es que el descuidar la limpieza puede llegar incluso a causar problemas de salud en su familia o en quienes vayan a ingerir los alimentos que usted prepara.
Recomendaciones para desinfectar una cocina
Limpieza y desinfección diaria
Una regla que debe prevalecer en la cocina, y sobre todo en la cocina profesional, es que se debe limpiar en el momento en el que algo se mancha. Con esto se quiere decir que no se debe esperar a que la suciedad se acumule y entorpezca el trabajo.
Desinfectar en profundidad
Una limpieza general exhaustiva para quitar la grasa más incrustada es la que se debe realizar una vez a la semana.
Para realizar una limpieza en profundidad debe tener en cuenta los siguientes puntos:
- Vaciar los congeladores, cajones y estanterías que tengan comida, especialmente si guardan productos grasos. Repase todos aquellos lugares donde la suciedad se pueda acumular fácilmente.
- No olvide desinfectar los electrodomésticos, sobre todo si tienen contacto directo con comida. En este caso, preste atención a la campana extractora, freidora o plancha, ya que son puntos claves donde la grasa se acumula muy fácilmente.
Los elementos de acero inoxidable en la cocina se deben limpiar con una tela de microfibra, y con agua caliente y jabón. Evite a toda costa los estropajos, lejías o limpiadores potentes en polvo que pueden dañar la superficie.
Productos que debe utilizar para limpiar la cocina
Debe utilizar productos específicos de limpieza para cada tipo de superficie y suciedad como los desengrasantes, quitamanchas o detergentes, los cuales son los aliados perfectos para limpiar la suciedad de la cocina.
Para desinfectar, la lejía es el producto más efectivo, sobre todo porque actúa de inmediato y no deja residuos tóxicos.
Según el portal Findus Foodservices, lo recomendable es utilizar dos cucharadas soperas en un litro de agua, o una cucharilla de postre con lejía en un vaso de agua.
No hay necesidad que la diluya en agua caliente, sino que es preferible hacerlo en agua fría. Si lo realiza en agua caliente, el cloro se evaporará y perderá su eficacia.
Otras alternativas a la lejía pueden ser el alcohol o el agua oxigenada, sobre todo para limpiar las superficies metálicas.
Tenga presente que el alcohol es altamente inflamable, por lo que debe tener cuidado de no utilizarlo para limpiar superficies próximas al fuego o aquellas que se encuentre cerca de fuentes de calor, pues esto podría ser un peligro.
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