Cómo Hacer
Cuna de Moisés: así puede preparar abono casero para que la planta florezca; hay que cuidar las raíces
Un abono casero evita el uso de los compuestos químicos presentes en los abonos comerciales.
La Cuna de Moisés, o Spathiphyllum, es una planta de interior muy popular por su elegante follaje y sus hermosas flores blancas. Para mantenerla sana y estimular su floración, se pueden preparar abonos caseros nutritivos y económicos.
Los abonos caseros ofrecen una alternativa natural y sostenible a los fertilizantes comerciales, a menudo cargados de químicos. Además, al preparar un abono propio, se pueden controlar los nutrientes que se proporcionan a la planta.
Abonos caseros para la Cuna de Moisés
Cáscaras de plátano: Las cáscaras de plátano son ricas en potasio, un nutriente esencial para la floración.
- Preparación: Cortar las cáscaras en trozos pequeños, colocarlas en un recipiente con agua y dejar fermentar durante una semana. Luego, diluir esta agua y usarla para regar tu planta cada 15 días.
Café: Los posos de café (residuo sólido que queda en el filtro o en la cafetera) aportan nitrógeno y fósforo, nutrientes que favorecen el crecimiento de las hojas y raíces.
- Preparación: Dejar secar los restos de café y mezclarlos con la tierra de la maceta. Se puede añadir una capa de restos secos cada vez que se riegue la planta.
Cáscaras de huevo: Las cáscaras de huevo son una excelente fuente de calcio, que fortalece las raíces y mejora la estructura de la planta.
- Preparación: Triturar las cáscaras de huevo y mezclarlos con la tierra de la maceta.
Composta casera: La composta casera es un abono orgánico completo que proporciona todos los nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas.
- Preparación: Se puede hacer composta con restos de frutas y verduras, hojas secas y césped. Hay que alternar las capas y revolver regularmente para favorecer la aireación y la descomposición. Se debe mantener la composta húmeda, pero no empapada. La composta se descompone más rápido a temperaturas cálidas.
Consejos adicionales
Hay que regar la Cuna de Moisés de forma regular, pero evitar encharcar la tierra. Un buen drenaje es esencial para prevenir la pudrición de las raíces. Además, hay que colocar la planta en un lugar luminoso, pero evitar la luz solar directa.
También es importante tener en cuenta que la Cuna de Moisés prefiere temperaturas templadas, y se debe trasplantar cada 2-3 años a una maceta ligeramente más grande.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.
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