Los alimentos que deja en su plato de comida que más atraen a las ratas

Los roedores son animales que no son bienvenidos en el hogar y los espacios donde permanecen los humanos, ya que se dice que contienen enfermedades y bacterias que pueden contaminar los alimentos y pueden propagar enfermedades. Además, son una especie que se sienten atraídas por el calor, la basura y el desorden, por lo que es común hallarlos en la cocina.

Como se sabe, los ratones comen casi que todo tipo de comidas como frutas, carnes y cereales, ya sean en estado crudo o cocidos, y hasta sobras; sin embargo, hay algunos productos que están entre sus favoritos y es una característica similar con los humanos, que es que les encantan los carbohidratos.

En ese sentido, hay algunos alimentos puntuales que pueden atraer aún más la atención de los ratones, entre ellos, el chocolate y la mantequilla de maní, porque, contrario a la creencia popular, el queso no es el alimento favorito de ellos, aunque se lo comerían sin problema.”De hecho, los dulces que incluyen la combinación de los dos son casi irresistibles para un ratón”, asegura la empresa de control de plagas Terminix.

Otros alimentos preferidos de los ratones son la comida para aves y las de otras mascotas, así como las frutas dulces, las nueces, la carne, los granos y las semillas.

Por ello, el Departamento de Salud Pública de Illinois, Estados Unidos, sugiere cargar las trampas para ratones con mantequilla de maní, dulces de chocolate, frutas secas o un pequeño trozo de tocino.

¿Cómo se deben almacenar los alimentos?

Para evitar que esos animales ronden por su cocina, los cereales secos y los productos cárnicos deben almacenarse en frascos de vidrio, tarros de metal u otros recipientes herméticos que puedan abrirse y que cuando se cierren no sea sencillo acceder a su interior.

Un dato adicional es que los ratones pueden sobrevivir en espacios muy reducidos con cantidades limitadas de comida y refugio, porque con un poco de comida diaria y agua, les es suficiente para sobrevivir.

“No importa qué tan bueno sea el saneamiento, la mayoría de los edificios en los que se almacenan, manipulan o usan alimentos admitirán ratones domésticos si no están a prueba de ratones”, señala el Departamento de Salud Pública de Illinois.

Y añade que todos los lugares donde se almacenen, procesen o utilicen alimentos deben ser a prueba de ratones, ya que pueden contaminar los alimentos y las superficies de preparación con sus heces y propagar enfermedades y bacterias muy peligrosas como la salmonelosis, leptospirosis y la fiebre de Lassa.