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¿Por qué se debe celebrar la novena de Navidad?
La tradición se remonta al siglo XVIII.
La novena de Navidad es una de las tradiciones que las familias colombianas comparten en esta época del año. Desde este sábado 16 de diciembre y hasta el próximo domingo 24 de diciembre, los fieles hacen una “cuenta regresiva” para celebrar el nacimiento de Jesús.
Aunque esta costumbre se mantiene viva en Colombia, no todas las personas conocen cuál es su origen. La Conferencia Episcopal de Colombia señala que la novena “no solo prepara el nacimiento de Jesús, sino que trae consigo la luz de la sabiduría, el renacer de la esperanza y una invitación especial a la unidad”.
Según explica el padre Raúl Ortiz Toro, la historia de la novena navideña se remonta al siglo XVIII (18). Hace más de 200 años, cuando Colombia hacía parte de la Nueva Granada, el fraile franciscano Fernando de Jesús Larrea, proveniente de Ecuador, difundió en el país esta tradición.
Durante misiones por regiones que hoy corresponden a los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Cundinamarca y Santander, el fraile dio a conocer oraciones y gozos que se realizarían durante nueve días, formando la esencia de la novena.
Después, el fray le regaló la novena a María Clemencia Caycedo, precursora de la educación femenina en Colombia y fundadora del Colegio La Enseñanza en Bogotá en 1783, que se convirtió en la institución “abanderada de la tradición al Niño Jesús”.
De ahí, la novena fue reeditada por la Madre María Ignacia, quien, según el padre Ortiz, procedía de “una familia que era muy prestante y que tenían una tradición literaria también muy arraigada”. Esta versión fue publicada y aprobada en 1919 por el arzobispo de Bogotá, Bernardo Herrera Restrepo. Y fue así como se consolidó la tradición en el país.
Alrededor de la celebración de la novena también cabe destacar un elemento: el pesebre, descrito como símbolo central de la Navidad. Según la Conferencia Episcopal, en este año 2023 se celebran 800 años de la representación del nacimiento, hecha por primera vez en 1223, cuando San Francisco de Asís, recreó un Belén viviente en una cueva del pueblo de Greccio, en el centro de Italia.
Seguir esta tradición, al igual que el rezo de la novena, implica compromiso, devoción y fe. En ese sentido, la Agencia Católica de Informaciones - ACI Prensa, destaca que la novena se puede rezar a manera de petición, ofrecimiento o por gratitud.
La novena tiene para los creyentes “la dulce carga de la expectativa, de la espera confiada, de la certeza y de la alegría creciente, equivale a una “cuenta regresiva espiritual” para celebrar el acontecimiento más grande: el nacimiento de Jesucristo”.