Siete trucos efectivos para ahorrar energía con la lavadora y reducir el recibo de luz

El uso de la lavadora representa un porcentaje importante en el consumo eléctrico del hogar. Optimizar su funcionamiento no solo ayuda a disminuir el gasto de energía y agua, sino que también prolonga la vida útil del electrodoméstico y reduce el impacto ambiental. A continuación, se detallan diversas estrategias para hacer un uso más eficiente de la lavadora y así reducir el recibo de luz.

1. Usar agua fría siempre que sea posible

Uno de los principales factores de consumo energético en la lavadora es el calentamiento del agua. De hecho, aproximadamente el 80% de la energía utilizada en un ciclo de lavado se destina a calentar el agua.

Recomendaciones:

-Lavar con agua fría o templada siempre que la ropa lo permita. La mayoría de los detergentes actuales están diseñados para ser efectivos incluso a bajas temperaturas.

-Reservar el agua caliente solo para prendas muy sucias o ropa de cama, cuando sea estrictamente necesario.

-Si el agua caliente es indispensable, utilizar la opción de “lavado en frío enjuague caliente” para minimizar el consumo eléctrico.

2. Llenar la lavadora al máximo de su capacidad

Lavar cargas pequeñas desperdicia agua y electricidad. Sin embargo, tampoco se recomienda sobrecargar la lavadora, ya que esto puede reducir la eficiencia del lavado y forzar el motor, aumentando el desgaste del electrodoméstico.

Recomendaciones:

-Consultar el manual del fabricante para conocer la capacidad óptima de carga y aprovechar al máximo el espacio sin exceder los límites.

-Si se necesita lavar una pequeña cantidad de ropa, utilizar el modo de carga reducida o ajustar el nivel de agua manualmente si la lavadora lo permite.

-Agrupar la ropa por colores y tipo de tejido para evitar lavados innecesarios y hacer cargas completas más fácilmente.

3. Elegir ciclos de lavado cortos y eficientes

Muchas veces, la ropa no está lo suficientemente sucia como para requerir ciclos largos de lavado.

Recomendaciones:

-Optar por el modo ECO o programas de lavado rápido, que utilizan menos agua y energía.

-Evitar los ciclos “intensivos” o de “extra lavado” a menos que sea realmente necesario.

-Leer las etiquetas de la ropa para seleccionar el programa adecuado y evitar ciclos innecesariamente largos.

4. Aprovechar las horas de menor tarifa eléctrica

En muchos países, las compañías eléctricas ofrecen tarifas diferenciadas según la hora del día.

Recomendaciones:

-Consultar con la empresa eléctrica para conocer los horarios de tarifa reducida y programar los lavados en esos momentos.

-Si la lavadora tiene opción de inicio diferido, utilizarla para que el ciclo comience en las horas de menor costo.

-Si se dispone de paneles solares, programar los lavados en las horas de mayor generación de energía.

5. Realizar mantenimiento periódico a la lavadora

Una lavadora en mal estado puede consumir más energía de lo necesario.

Recomendaciones:

-Limpiar los filtros periódicamente para evitar que residuos de detergente, pelusas o cal afecten el rendimiento.

-Descalcificar el tambor al menos una vez cada tres meses si el agua de la zona tiene alta dureza. Se puede utilizar vinagre blanco o productos específicos para este fin.

-Revisar que la goma de la puerta selle correctamente para evitar fugas de agua y mejorar la eficiencia del lavado.

6. Usar detergente adecuado y en la cantidad justa

El exceso de detergente genera más espuma, lo que puede hacer que la lavadora realice enjuagues adicionales y, por lo tanto, aumente el consumo de agua y energía.

Recomendaciones:

-Utilizar detergentes de baja espuma y específicos para lavadoras automáticas.

-No sobrepasar la cantidad recomendada en las instrucciones del envase.

-Si se usa suavizante, aplicarlo con moderación para evitar que se acumulen residuos en los filtros.

7. Evitar el uso innecesario de la secadora

La secadora es uno de los electrodomésticos con mayor consumo eléctrico en el hogar. Siempre que sea posible, se recomienda secar la ropa de manera natural.

Recomendaciones:

-Aprovechar la ventilación natural y colgar la ropa al aire libre en días soleados o ventosos.

-Si se usa la secadora, asegurarse de que la lavadora haya centrifugado correctamente para reducir la humedad de la ropa.

-Limpiar el filtro de pelusas de la secadora periódicamente para mejorar su eficiencia.