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Alberto José dejó el sacerdocio en 2018. | Foto: Foto: Especial para El País

AMOR

Alberto, el famoso 'padre Linero', habla sobre las lecciones de amor que traerá a Cali

Alberto José Linero estará el sábado 11 de julio, en el Teatro Calima, de Cali, con su charla ‘Amar es ganarlo todo’, un regalo de amor propio.

5 de junio de 2022 Por: Juliana Londoño Mejía, reportera de El P#aís

En los colegios debería haber una materia que se llame educación emocional 1, 2, y que vaya así hasta la universidad. Alberto José Linero, sacerdote retirado, periodista, escritor, docente y conferencista, tiene la sospecha que al controlar lo que sentimos, no lo aprendemos del todo bien.

“Insisto en la necesidad de encontrar una pedagogía para la educación emocional. Nos enseñan donde está Afganistán, pero no dónde está nuestra ira y qué hacer con ella. Nos enseñan los procesos químicos, pero no a gestionar nuestras emociones”, explica en entrevista para El País, pocos días antes de su regreso a Cali, después de casi dos años, para hablar sobre el amor, lo que se gana al sentirlo y lo que se aprende cuando termina.

Hay cosas que resultan difíciles de explicar, ¿pero podría definir qué es el amor?

Me gusta hablar más del amar, porque creo que el amor no es algo que uno tiene, sino algo que uno hace. Creo en el amor como una praxis, como algo que se muestra a través de las palabras, de las actitudes y de las acciones en la vida diaria.

Creo en la poesía y me gusta el romanticismo, pero también la vida práctica, la que se realiza en acciones concretas. Podría decir que el amor es la decisión de que mi felicidad esté determinada por la felicidad de alguien, esa sería una definición muy mía, pero podría usar también la descripción de Viktor Frankl (neurólogo, psiquiatra y filósofo), que por estos días me emociona, que dice que el amor es encontrar la singularidad del otro y gozarse plenamente esa singularidad con todas las carencias y con todas las potencias que hay en ella.

“La conferencia es un momento de reflexión interior. Segundo, es un momento de exposición de ideas, y tercero, de vivir un momento divertido, para gozarnos la vida”, Alberto Linero, conferencista y escritor.


¿Es por eso, tal vez, que a veces es más fácil amar a otros, antes que a uno mismo?

Eso pasa porque nos formaron mal, nos educaron para creer que amarse uno era un acto de soberbia o de orgullo y nos enseñaron a no vivir reconciliados con nosotros. Creo que hay que reconstruir el discurso y decir: no tenga miedo de valorarse y de gustarse, de saber que tiene muchas cosas buenas, muchas capacidades, y puede, con tranquilidad, gozarlas y vivirlas. Nos enseñaron a vivir hacia afuera y resulta que el primer latido que hace el corazón, es para sí mismo.

¿Cómo amar y dejarse amar, al mismo tiempo?

Considero que es fundamental ambas cosas. Amar significa hacer coincidir mis palabras, mis acciones, mis actitudes, a favor de otros, partiendo de que primero ya me amo a mí. Es una práctica de servicio, de perdón, de construcción con otro.

Dejarse amar es saberse valioso y ser agradecido, porque, al fin y al cabo, los otros lo aman a uno porque les da la gana. A mí no me aman por mi doctorado, ni porque hablo bien o porque soy samario, me aman porque alguien decide captar mi originalidad y libremente amarme. Hay que dejarse amar con algo de serenidad y orgullo, pero también con algo de agradecimiento.

¿Qué ha ganado usted amando?

La felicidad. Esa que se vive como una actitud, como una manera de viajar. Esa felicidad que implica tener un sentido de existencia. Yo no he ganado cosas amando, pero sí bienestar, paz interior, sentido de vida, eso que solo da el amor verdadero.

A veces se cree que para amar hay que dejarlo todo sobre la mesa.
¿Cómo volver a amar después de perderlo todo?

Creemos que en la vida hay pérdidas, pero no pienso que eso sea posible. Lo que hay son lecciones aprendidas. Eso que llamamos fracasos no son más que enseñanzas en la vida, aunque duela, aunque sufra uno, aunque nadie quisiera tenerlas, por eso cuando llegan, hay que tomarlas como posibilidades de aprender.

Pienso que tras una crisis, uno no debe enfocarse en lo que perdió, sino ver qué posibilidades de crecimiento hay, y cuando se analiza de esa forma, es mucho más fácil salir adelante.

Hay una escena que me fascina del Antiguo Testamento, donde Elías, el profeta, enfrenta al rey Acab y a la Reina Jezabel. Ella era una... tú sabes, y él era medio tonto, y comienzan a perseguir a Elías, quien se esconde en una cueva donde hay un riachuelo. De pronto, el río se seca, el agua se acaba y es esa desgracia la oportunidad para que Elías se mueva de allí y se vaya. Hay que entender la vida así, a veces las desgracias son bendiciones. Cuando alguien te ha dejado de amar, debes de agradecer, porque no sabes qué crecimiento encontrarás allí. Uno llora, se lamenta mucho, pero después hay que entender las lecciones.

¿Cómo hace para verse siempre tan positivo?

Es normal tener momentos bajos de ánimo. Uno no se debe sentir mal porque un día está bajo de nota. Forma parte de la vida, de la condición humana. Lo que tenemos que evitar es que ese estado de ánimo se prolongue. Yo, lo primero que hago es aceptar que estoy mal. Es decir, me despierto y el Unión Magdalena perdió, lo que pasa casi siempre, no salió el trabajo que quería, o lo que tú quieras, pero acepto que estoy desanimado.

Lo segundo que hago es buscar razones y motivos para animarme, porque el problema del desánimo es que te hace creer que todo está sin luz y resulta que no. Tercero, recuerdo que la actitud con la que enfrento la vida, es mi propia decisión. A mí me puedes quitar todo lo que quieras, pero hay algo que siempre permanecerá y es la elección de cómo enfrento la vida.

¿Sintió ese amor del que habla cuando decidió dejar su vida como sacerdote?

Cuando decidí llevar mi vida de otra manera encontré el amor de Dios, que nunca me ha dejado, y que ha sido mi soporte para tomar decisiones y salir adelante. Me siento amado y confirmado por Él. Segundo, sentí que el 95 % de la gente me apoyó, me abrazó, me sostuvo y me hizo sentir amado. No he notado un antes y un después con la gente que me quiere.

Hay un 5 % que nunca me ha querido y es normal, porque si me quisiera el 100 %, ¡no joda!, sería un ángel. A los que nunca me han querido, algunas veces tampoco los quiero, otras veces no me interesa y cuando es el caso, pues boto lágrimas por eso.

¿Cómo vivir en libertad, estando en pareja?

Hay que tener parejas inteligentes y para eso uno tiene que ser muy listo. La elección siempre tiene que estar unida a la razón. ¿Quién es inteligente? Alguien que entiende que somos tres en la relación. Yo, Tú, y Nosotros y los tres tienen espacios distintos. Lo digo ahora que tengo una pareja, que estoy enamorado profundamente, y tengo claro cuáles son mis límites, los de ella y la intersección en la que los dos nos juntamos y construimos juntos.

Tengo muy claro que no soy dueño de ella, ni ella es mi dueña, no la obligo ni me obliga a estar en espacios en los que no queremos estar, hacemos acuerdos, tenemos una buena comunicación, nos gozamos la vida, la disfrutamos, porque a veces al estar en pareja, se cree que es cargar una cruz, lo cual no es cierto. Una relación romántica tiene que ser fuente de placer, no solo físico, sino en todo el sentido de la pareja para que valga la pena el esfuerzo. En Amar es Ganarlo Todo, insisto mucho en cuidar, consentir y dejar ser. Si no hay libertad, no hay amor.

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