Cali avanza en la lucha contra el cáncer: las estrategias para frenar esta enfermedad

Anualmente, 3.300 personas están falleciendo a causa del cáncer en Cali. Mama, cérvix, próstata, colon, pulmón, estómago, riñón, vejiga. La lista, como la misma enfermedad, hace metástasis sin intención de parar.

La estadística, que puede sonar escandalosa, fue entregada por el secretario de Salud Municipal, Nelson Sinisterra, quien señala que este mal es la segunda causa de muerte en la ciudad, luego de las enfermedades cardiovasculares.

No obstante este indicador, Cali está dando pasos importantes en la lucha por controlar tanto la morbilidad como la mortalidad por cáncer, los cuales ya empiezan a arrojar resultados que llaman la atención de expertos internacionales en salud.

Sinisterra explica que en los últimos tres años se han articulado acciones entre diferentes organismos del sector privado y público para tener una visión de ciudad que apunte a disminuir la mortalidad asociada al cáncer, mejorando el acceso al diagnóstico y al tratamiento de la enfermedad.

“Hemos mejorado la red pública para que se optimicen los procesos de detección temprana de la enfermedad. Hoy, por ejemplo, la ESE Norte tiene la unidad de mama y el consultorio rosado, donde lo que hacemos es detección y diagnóstico temprano en la mujer; y en la ESE Centro estamos trabajando todo lo relacionado con cáncer de cérvix, pues hacemos pruebas de ADN para el Virus del Papiloma Humano que, a pesar de estar incluidas dentro del POS, no se hacen con mucha regularidad. Con esto hemos fortalecido nuestras capacidades para el tratamiento inicial”, asegura el titular de la cartera de Salud Municipal.

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El funcionario añade que otra estrategia en la lucha que se libra en Cali para vencer al cáncer empezará a implementarse en los primeros días de diciembre, cuando se ponga en servicio una unidad móvil para realizar colposcopias (diagnósticos y biopsias cuando se encuentra alguna alteración durante la citología) en zonas de la ciudad donde el acceso a los servicios de salud es complejo.

A esta apuesta por hacer accesibles los servicios de salud se suma quizás uno de los hitos en prevención del cáncer de cuello uterino, que es lograr altos indicadores en vacunación contra el Virus del Papiloma Humano, VPH. Hoy, según el despacho de Sinisterra, la cobertura de la población se tasa en el 83%, cifra que convierte a Cali en la ciudad colombiana con más altos indicadores en la aplicación de dosis.

De hecho, según el Ministerio de Salud, detrás de Cali están Pasto, que tiene una cobertura del 39% para la primera dosis y 14% para la segunda; Medellín, cuya cobertura suma el 20% en la primera dosis y 14% en la segunda; y Bogotá, que tiene una cobertura del 18% y 3% en la primera y segunda dosis del biológico, respectivamente.

“Esto se ha traducido en que empecemos a disminuir el número de casos nuevos en cáncer de cérvix o de cuello uterino, así como la mortalidad. Un ejemplo de esto es que en Cali, en el 2017, tuvimos 156 muertes por cáncer de cuello uterino, pero en el 2018 disminuimos a 129 muertes. Asimismo, cada vez tenemos más supervivencia después de cinco años luego de que las mujeres son diagnosticadas”, remarca Sinisterra, quien señala que en la atención del cáncer de mama aún se presentan retos.

A estas ‘recetas’ que se han aplicado en la ciudad se suma la intención de construir un centro integral oncológico en el Hospital Universitario del Valle, HUV, para ayudar a los más pequeños a detectar tempranamente la enfermedad y tratarla de forma eficiente.

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Según explica la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, ya hay $10.000 millones disponibles para llevar a cabo este proyecto, que tiene un costo de $40.000 millones.

“En el centro oncológico integral, además de dar el tratamiento que se brinda ahora, se mejorará en todo lo que tiene que ver con radiación y quimioterapia. Estamos esperando la aprobación del Ministerio de Salud para que con los recursos de estampilla y recursos nacionales podamos terminar el centro”, indica Toro, quien agrega que la mortalidad de niños con cáncer en el Valle del Cauca “ha disminuido ostensiblemente”.

No obstante, la Mandataria hace hincapié en que aún falta mayor disposición por parte de las EPS para brindar los tratamientos de forma continua y sin reparos a los pacientes, en aras de garantizar su supervivencia.

En medio del plan que adelanta la ciudad para ponerle coto al cáncer emergen voces de expertos internacionales que advierten que se debe afianzar y continuar con las estrategias de prevención y atención oportuna para lograr resultados en el largo plazo. Isabel Mestres, directora de Asuntos Exteriores de City Cancer Challenge, indica que el registro que lleva Cali sobre el comportamiento de este mal desde 1962 hasta la fecha ha sido determinante para evaluar el impacto de las estrategias que se implementen para reducir índices de mortalidad.

“Aquí hay un compromiso político y un compromiso público y privado para trabajar a nivel de ciudad. Cali tiene un sistema de trabajo de calidad que hace que cualquier persona que tenga cáncer tenga las mejores garantías de supervivencia, pues se está intentando garantizar el mejor servicio”, asegura Mestres.

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La analista resalta que en la capital del Valle del Cauca se estén generando estrategias como el fortalecimiento de laboratorios de patología, la estandarización de los laboratorios, el plan de radioterapia para los próximos diez años, así como las inversiones en los hospitales públicos.

“Cali se convierte en un referente en el modo de trabajo, por lo que ahora la idea es que la ciudad comparta todos los conocimientos que ha adquirido con el resto de ciudades para que conozcan cómo abordar la problemática del cáncer de forma eficiente, pues el sobreuso de recursos ineficientes, al no actuar de forma conjunta, es enorme. Trabajar con visión de ciudad hace que privados y públicos sumen esfuerzos y recursos valiosos”.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, desde el 2012 se han aplicado en Cali 350.000 dosis de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano a menores de edad sin que se hayan registrado complicaciones o efectos secundarios.

Dicho resultado, que ha llevado a que en la ciudad la cobertura en vacunación alcance el 83% de la población, ha obedecido, según explica el secretario de Salud, Nelson Sinisterra, a que “se han roto las barreras y mitos en torno a la vacuna y hemos ganado la confianza de los padres de familia para que vacunen a las niñas y prevengan cualquier riesgo”.

Precisamente esa alta cobertura ha generado que autoridades nacionales e internacionales de salud destaquen el esfuerzo para contrarrestar la incidencia de los tipos de cáncer asociados al Virus del Papiloma Humano, VPH.

Ese es el caso de Isabel Mestres, directora de Asuntos Exteriores de City Cancer Challenge, quien señala que la cobertura lograda hasta el momento por el Municipio en la aplicación de biológicos “es increíble, porque la media de Colombia es 30% y en muchos de los pueblos y ciudades es 0%. Si la ciudad sigue con la apuesta que se ha hecho para que las niñas se vacunen, pueden llegar a conseguir la eliminación del cáncer de cuello uterino”.

Por su parte, la epidemióloga Nubia Muñoz, quien estuvo nominada al premio Nobel de Medicina por descubrir que el Virus del Papiloma Humano es la principal causa del cáncer de cuello uterino, resalta que en la ciudad haya altos niveles de cobertura en vacunación, pues “las tres vacunas comercializadas tienen potencial de eliminar entre el 70% y 90% los cánceres cervicales”.

Aunque en Cali se han implementado acciones para mejorar la detección temprana, como pasar de no realizar mamografías en la red pública a practicar 5.000 de estos exámenes, la atención de este tipo de cáncer es uno de los retos que afronta la ciudad y el departamento.

Este año se han diagnosticado 713 casos de cáncer de mama en Cali, lo que significa que, en promedio, cada día son 2,4 pacientes a quienes se les detecta la patología.

La gobernadora Dilian Toro señala que en el departamento hay 996 mujeres diagnosticadas con cáncer de seno y que esta enfermedad registra una mayor incidencia en el Valle del Cauca que en el resto del país.