Consejos de una experta en inteligencia artificial para que las empresas sobrevivan en la era digital

En las últimas décadas el mundo ha vivido una transformación tecnológica y digital sin precedentes, tanto así que ha cambiado la forma en que los seres humanos viven, hacen negocios o compran.

Inma Martínez Rubio ha estado en medio de esa revolución y no solo ha sido observadora sino gestora.

En los años 90, esta científica española arraigada en Londres hacía parte del mundo de las telecomunicaciones y supo de primera mano que el internet llegaría al mundo para transformarlo.

“Yo soy una de las personas que creó la industria del móvil. Un día, me dieron información sobre un proyecto para que los teléfonos del futuro fueran capaces de transmitir datos a 56 kilovatios por segundo, ahí dije: ¡Dios mío! estos teléfonos van a poder conectarse al internet”.

Ella es una de las expertas en inteligencia artificial más renombradas de Europa y hoy asesora al Gobierno inglés en esa materia y a la Unión Europea en Big Data.

Además es inversionista ángel, socia de ‘Deep Science Ventures’, instituto donde los jóvenes científicos están creando las empresas del futuro y es docente en el Imperial College en Londres.

Martínez, una de las conferencistas invitadas a Exponegocios , habló con El País acerca de los retos que tienen hoy las empresas para sumarse a la transformación digital, sobre el futuro de la inteligencia artifical y cuáles deben ser las aptitudes de los profesionales del mañana.

Usted dice que las personas deben lanzarse a disrumpir y ser más creativas, ¿por qué tienen que hacerlo?

Porque el futuro solo se puede crear si inventamos cosas nuevas y mejores. La gente no puede quedarse sin hacer nada pensando que todo ha sido descubierto.

Es momento de mejorar cómo hacemos las cosas o de crearlas desde cero, a eso se le llama innovación.

¿Esto aplica para alguien con un negocio como una venta de arepas?

Por supuesto. Le voy a poner un ejemplo. Yo trabajaba en un banco en Suiza y me trasladaron a Londres. Cuando llegué allá, debía levantarme temprano porque trabajaba en la Bolsa y estaba abordando el metro a las 6:30 de la mañana.

Ahí siempre había un señor vendiendo periódicos y cada día yo le compraba uno por el valor de 1 libra y 20 peniques, hasta que un día le dije: ¿qué le parece si yo el lunes le pago los periódicos de la semana y entonces diariamente lo recibo y salgo corriendo porque tengo mucha prisa? Me dijo que estaba de acuerdo.

Al vendedor le convenía, ya no debía darme el cambio diariamente y yo le pagaba por adelantado para que no se preocupara. Mi necesidad fue resuelta y la de él también. Esa es una manera creativa de pensar.

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¿Está perdida una empresa si no se transforma digitalmente?

Claro, porque sus competidores sí se van a digitalizar.

Si usted va a China ahora puede ver que hasta los vendedores de los puestos de comida en el mercadito reciben pagos por el celular con una máquina, están super digitalizados, y son personas que venden en un puesto de comida de la calle.

¿Qué les permite eso? Venderle a alguien como yo que no he sacado dinero del banco. Sin esa maquinita no podría comprarles comida.

Usted decía que los grandes eventos comienzan con pequeños pasos, ¿qué le dice a aquellos empresarios que piensan que hay que invertir en grande para poder crecer?

Hay que invertir primero en lo que esté claro que se necesita y empezar con eso, luego llegará el resto.

Hay que iniciar por las necesidades primordiales. A veces puede ser mover un producto más, entonces la opción es invertir en marketing digital o poner una página web para hacer campañas digitales. Las empresas quieren vender y si se acercan más a los consumidores podrán encontrar la forma de hacerlo.

Colombia es un país lleno de Pymes, muchas ni siquiera han llegado a la digitalización inicial así que difícilmente van a pensar en máquinas que automaticen los procesos, ¿qué mensaje les da?

Para que una empresa pueda automatizar debe tener ordenadores, que es lo más básico, y cuando uno empieza a digitalizar se da cuenta lo que ahorran las máquinas y los problemas que resuelven.

Qué haríamos si no tuviéramos hojas de Excel, ¿usted se imagina a un contable que no use Excel?

Por lo cual, si se identifican las necesidades que hay en la empresa y se trae la tecnología indispensable para resolverlas, esta va a avanzar.

La tecnología es una buena inversión, no es un gasto. Es como comprar una casa o un carro para llevar las cosas de un lado para otro.

Usted es experta en inteligencia artificial, ¿cómo la define?

Inteligencia artificial es cómo yo le enseño a una máquina a resolver tareas. Es que yo le diga: tengo estos números y necesito que separes los más grandes de los más pequeños y ella lo haga.

¿Las máquinas algún día lograrán superar al ser humano?

El ser humano es capaz de pensar de mil maneras, donde no somos tan buenos es computando o memorizando, y es lo que hacen las máquinas. Entonces si nos liberamos de ese tipo de tareas para las que no estamos diseñados, podremos descubrir nuevos horizontes creativos y por ende va a haber un renacimiento en nuestro pensamiento.

Los seres humanos hacemos asociaciones utilizando diferentes técnicas de pensamiento, en cambio la máquina o hace lo uno o lo otro.

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Hoy muchos dicen que ya casi todo está inventado, ¿pero dónde vamos a estar en 10 años?

Vamos a estar inventando cosas nuevas, eso de que todo está inventado no es cierto.

La sociedad está cambiando y nos estamos concientizando de que tenemos que empezar a encontrar nuevas fuentes de energía o nuevos medicamentos y la industria espacial está creando un horizonte para la humanidad.

Ahora más que nunca hay que reimaginar el futuro y eso se logra por personas que lo imaginan.

¿Para usted quiénes son hoy los más innovadores en el mundo?

Podemos decir que los chinos, pero ellos siempre han sido innovadores. Lo que pasa es que sus gobiernos han invertido en ciencia. Y en este momento el presidente Xi Jinping está invirtiendo muchísimo más.

La innovación y el futuro pertenece a aquellas naciones que entiendan que invirtiendo en ellos van a tener un buen resultado y beneficio para la sociedad.

El que hubiéramos lanzado un satélite como Copernicus que ha estado tomando fotos de la Tierra y observándola durante 30 años, nos ha ayudado a crear mejores mapas de dónde está el hielo en países nórdicos en Europa, diseñar mejores carreteras o vigilar que no haya fuegos en los bosques.

Se hizo un cálculo de lo que le costó ese satélite a la Unión Europea y el beneficio que otorga y este último es 10 veces mayor que la inversión.

Usted mencionó que no es mejor quien tenga más información sino quien sepa usarla. ¿Cómo deben analizar las empresas esa información para ser más exitosas?

Hay empresas que ahora están usando marketing digital pero no se les ocurre profundizar un poco más para ver quién es esa persona a la que le envían ese marketing para saber cómo es su vida, ya que a lo mejor con esa información le puedan vender otro producto.

Hoy debe haber conexión entre los equipos de marketing y de innovación de producto, si trabajan juntos la compañía será un éxito.

¿Cómo es la empresa del futuro con la ayuda de la inteligencia artificial?

Es una empresa con buenos sistemas de inteligencia y gente muy creativa a la que se le ocurran muchas ideas.

¿La razón de ser de la inteligencia artificial es suplir las necesidades del ser humano?

Sí, porque debe conducirnos a un futuro donde tengamos una mejor vida, trabajemos menos horas, comamos mejor, estemos más protegidos, tengamos salud. Esa es la sociedad que tenemos que crear y la inteligencia artificial está ayudando.

¿Cada que nos tecnificamos más la mano de obra se reduce, ¿las máquinas seguirán reemplazándonos?

Claro porque queremos que las personas hagan trabajos muy importantes.

¿Cuáles son los trabajos del mañana?

Vigilar que las máquinas hagan bien su trabajo, ver que a los clientes se les atienda como desean, también creando nuevos productos. El ser humano siempre va a encontrar algo nuevo qué inventar, pero lo que queremos es que la máquina funcione por sí misma.

Cuando nos montamos a un tren no pensamos cómo funciona el motor, solo queremos llegar a nuestro destino. Es eso. En el futuro las máquinas van a hacerse cargo de muchísimas cosas y a nosotros no nos va a importar cómo lo hacen, vamos a enfocarnos en otros asuntos.

Usted decía que el futuro no es la inteligencia artificial sino la cognición, ¿podría explicar eso?

Por supuesto. Cognición es saber interpretar la información, porque ella más mi conocimiento previo me indican qué es o no una oportunidad.

Un día alguien me pasó información de un proyecto que Nokia, Sony Ericson y Motorola tenían para que los teléfonos transmitieran datos a 56 kilovatios por segundo, yo sabía que esa era la velocidad de una máquina de fax, así que lo asocié y dije: ¡Dios mío! estos teléfonos van a conectarse al internet, eso es cognición.