El proyecto del Grupo Perla que busca prevenir violencias juveniles en Cali

En Cali, entre el 1 de enero y el 25 de octubre de este año, se registraron 468 homicidios de jóvenes entre los 14 y los 28 años, tan solo 4 casos menos que los reportados durante el mismo periodo de 2019, indicó un informe del Observatorio de Seguridad de la ciudad.

Ante ese fenómeno y contando con la participación de más de 500 jóvenes que de una u otra forma están vinculados a dinámicas de violencia en Cali, la Alcaldía está ejecutando un programa de prevención de violencia en diferentes zonas de la ciudad, donde la focalización de delitos es alta.

Por medio de proyectos sociales, que buscan prevenir la violencia juvenil a través de la educación y la participación comunitaria, el programa Perla está implementando espacios de formación, convivencia y crecimiento personal, con el fin de construir paz y seguridad con los jóvenes.

El programa, que es liderado por la Secretaría de Seguridad y Justicia de Cali, hace parte de las intervenciones en materia de seguridad que las autoridades están llevando a cabo en aquellas zonas que, según el análisis de criminalidad de la ciudad, han sido declaradas en riesgo por sus altos índices de violencia.

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Según indicaron las autoridades locales, este proyecto trabaja en cooperación con el grupo Preci de la Policía Metropolitana y con diferentes grupos juveniles e instituciones que con proyectos psicosociales y pedagógicos, ayudan a los jóvenes a erradicar situaciones de violencia de su entorno.

Con relación a ello, el secretario de Seguridad y Justicia de la ciudad, Carlos Rojas, manifestó que “Perla es una estrategia que va hasta el final del gobierno, es un programa educativo en la calle. Un proyecto de alta intervención a nivel de acompañamiento social y comunitario”.

“Hoy tenemos casi 600 jóvenes vinculados al programa y tenemos una gran alianza con la Policía Metropolitana para desarrollar estrategias en varias comunas, por lo cual, tenemos previsto el año entrante hacer una política pública de convivencia para jóvenes en Cali”, comentó.

“Tejiendo un territorio para la vida”

Perla es un programa de prevención y formación, que es desarrollado por más de 30 personas que trabajan con jóvenes entre los 14 y los 28 años que en su entorno, tienen algún tipo de acercamiento o relación con situaciones de violencia y comisión de delitos.

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El proyecto, que actualmente es liderado por tres mujeres, Malby Restrepo, Shellmar Dradá y Dora Mosquera, está realizando intervenciones focalizadas en las comunas 1, 6, 13, 14, 15, 16, 18, 20 y 21 de Cali, con el fin de erradicar cualquier tipo de acción delictiva a la cual la población joven de la ciudad pueda estar vinculada.

Perla inició formalmente en agosto y hasta ahora, hay más de 500 jóvenes vinculados al programa que está realizando intervenciones focalizadas en varias comunas de la ciudad.

Al respecto, una de las coordinadoras del programa, Malby Restrepo, explicó que “con Perla llegamos a los barrios a trabajar con jóvenes de diferentes comunas, a mover todo el tema de participación comunitaria de estas poblaciones”.

“Buscamos que el joven que se para a veces en el parque a consumir droga se visualice de otra manera, que sea una persona que puede ayudar a recuperar los espacios de su comunidad, un joven que hace parte de la sociedad. Buscamos aprovechar las potencialidades de los jóvenes, crear nuevos ambientes para ellos”, detalló la líder.

¿Cómo funciona el programa?

El programa Perla está compuesto por cuatro etapas, y cada una de ellas tiene un objetivo. ‘Acercándonos’ es la primera y es el tiempo en el que el equipo de profesionales vinculados al proyecto se acerca a los jóvenes.
Durante aproximadamente dos meses, personal que tiene experiencia trabajando con comunidades recorren comunas, barrios y diferentes zonas de la ciudad, con el fin de presentar el programa a los jóvenes y formar diferentes equipos de trabajo.

De acuerdo con lo indicado por Malby Restrepo, con base a los gustos de cada uno, los jóvenes tienen la posibilidad de ser parte de grupos artísticos, ambientales, deportivos o de participación comunitaria.

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Después, una vez se ha completado el acercamiento, inicia la etapa ‘Reconociéndonos’ que se realiza en aproximadamente tres meses. Mientras esta se desarrolla, se realizan encuentros entre el equipo de profesionales y los jóvenes, salidas pedagógicas, acompañamiento a cada uno de los grupos y orientaciones familiares.

“Las intervenciones no se basan solo en los jóvenes, sino también en sus familias, sus amigos, los líderes de las comunidades y la comunidad en general”, dijo una de las coordinadoras del programa.

El programa, que según afirmó el Secretario de Seguridad se implementará hasta el final de este Gobierno, actualmente está en el desarrollo de la segunda etapa del proceso.

Posteriormente, empieza ‘Interactuando’. la tercera etapa del proyecto Perla. En esta fase, según detalló la Secretaría de Seguridad y Justicia, por 15 meses los jóvenes que continúan en el programa reciben formación y acompañamiento según sus necesidades, hacen parte de procesos donde adquieren responsabilidades, tienen la opción de recibir algún tipo de educación y fortalecen sus entornos familiares y comunitarios.

Finalmente, el programa termina con la etapa ‘Potenciándonos’ que dura entre 4 y 16 meses. Durante ese tiempo, los jóvenes consolidan lo aprendido durante cada una de las etapas y, con el acompañamiento del equipo, inician una nueva fase, una vida llena de oportunidades y apartados de la violencia en las calles.

“Una vez termina el proceso de cada joven la ciudadanía puede ayudarlo haciéndolo partícipe de acciones de cambio, dándole oportunidades sin señalarlo por ser de esas zonas que han sido declaradas en riesgo”, puntualizó Malby Restrepo.

Más datos

Los miembros del equipo Perla tienen experiencia trabajando con comunidades. El programa cuenta con especialistas en distintas áreas, como psicólogos, trabajadores sociales y profesores.

El proceso de un joven puede durar entre año y medio y dos años. Todos son evaluados por profesionales que determinan en qué etapa debe iniciar cada joven su proceso.

Todos los integrantes de cada uno de los grupos se reúnen mínimo dos veces a la semana, los jóvenes y los líderes crean sus propias dinámicas y programan sus actividades.