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Habla un experto en neuropolítica, la herramienta que sigue ganando peso en las elecciones

Víctor Vargas, experto en neuropolítica, asegura que esta herramienta, en las manos indicadas, puede ser muy efectiva.

18 de octubre de 2018 Por: Kelly Sánchez - redactora de El País
Víctor Vargas, neuropolitólogo. | Foto: Foto: Especial para El País

El mexicano Víctor Vargas ha trabajado resolviendo homicidios y secuestros, ahora asesora a políticos para ayudarlos a ganar elecciones. Su herramienta: la neuropolítica, una disciplina novedosa que, aplicada en campañas electorales, logra incidir en las personas a través de las emociones, para obtener su voto.

El experto, que participa en ‘Innopolítica 2018’, que se desarrolla hasta este viernes en el Hotel Intercontinental Cali, asegura que esta técnica es efectiva, sin embargo admite que, en manos equivocadas, podría ser peligrosa: “Esto es como un martillo: en las manos de un carpintero se van a crear unos muebles maravillosos, en las manos de un homicida ya sabemos qué puede pasar”.

Uno de las recomendaciones más importantes que da a quienes asesora es que sean “genuinos”, más que buscar encasillarse en la perfección.

“No importa que sea imperfecto, lo que importa es que sea un político genuino, de ahí tenemos el ejemplo que se quiera, desde Austria, Francia, Italia, Estados Unidos, México”.

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¿En la práctica, cómo se aplica la neuropolítica en las campañas electorales?

Tenemos un laboratorio que hace estudios muy concretos. Antes de sacar un comercial, una foto o un mensaje de algún candidato, se pasa por este laboratorio y se puede definir qué emociones va a provocar en la gente, por ejemplo, un candidato, simplemente por cuestión de rapidez o porque una persona le dijo que se veía bien, saca cierta publicidad que, en lugar de provocar un acercamiento a la ciudadanía, provoca un rechazo. Entonces, antes de gastar millones en sacar una publicidad que no va a ser efectiva, se revisa y se toma la determinación.

Por otro lado, por ejemplo, previo a que un candidato saque un eslogan, un logotipo o dé un discurso, nosotros le podemos decir con certeza del 98 % qué emociones va a estar provocando en la ciudadanía, si va a tener aceptación o rechazo.

¿Cuál es el impacto que tiene en los electores?

Un impacto muy positivo de acuerdo al mensaje que el candidato quiere brindar, si usted quiere dar un mensaje de cambio hacia la sociedad, pero su marketing, su imagen, su foto están proyectando más de lo mismo, evidentemente no va a obtener los resultados que desea, pero si va de acuerdo a la que usted quiere, tendrá el impacto que pretende y por lo tanto las probabilidades de ganar se incrementan radicalmente.

Hemos visto a muchos candidatos que son muy bien dotados intelectualmente, pero que al momento de dirigirse a su público fallan en su nivel de expresividad, ¿qué tan importante es el lenguaje no verbal que usan los políticos para persuadir a sus electores?

El lenguaje no verbal es responsable del 93 % del mensaje, incluso cuando no se está viendo a la persona. Son tres elementos para un mensaje: Uno es el no verbal que es lo más importante; lo segundo, es la voz en sí, del ritmo, el tono, el volumen que se está utilizando, eso transmite, y, finalmente, las palabras, pero las palabras solamente son el 7 %, algunas veces es menos, de ahí que se ve que hay muchos políticos que aunque cometen muchos errores en el discurso y las palabras, se les perdona porque lo que él está transmitiendo sobrepasa esas palabras.

La neuropolítica es la neurociencia aplicada a la política, es decir, cómo mover e influenciar a través de las emociones, ganarse el corazón de la gente para así ganarse no solamente su mente, sino también su voto.

Hay quienes consideran que la neuropolítica no es ética porque se recurre a la manipulación de emociones...

Ese es un tema bastante controversial que se ha dado particularmente después de las elecciones de Estados Unidos, donde se hizo público cómo Trump utilizó muchas de estas herramientas para poder ganarse al electorado. Sin embargo como toda herramienta puede ser utilizada para bien o para mal, mucho depende de la ética de la propia empresa que lo maneje, en este caso hicieron un mal uso.

Propiamente el tratar de acercarse al electorado no es malo en el caso particular de esa campaña, la crítica mayor es que manipularon las redes sociales, no propiamente el mensaje en sí, porque el mensaje, estemos de acuerdo o no, estaba dedicado a un público particular. Entonces podemos o no estar de acuerdo con ellos, pero la herramienta en sí está diseñada para hacer un acercamiento hacia la ciudadanía.

Pero en las manos equivocadas si puede ser peligroso...

Esto es como martillo: en las manos de un carpintero se van a crear unos muebles maravillosos, en las manos de un homicida ya sabemos qué puede pasar.

Nosotros evaluamos a nuestros clientes, es algo que tenemos como política. Hay cuatro ejes de evaluación, un eje es definir en una escala donde en la parte de arriba usted puede poner la categoría ‘preparado’ y abajo, la categoría ‘idiota’, eso es lo primero que una persona va a identificar dentro de un candidato, si está preparado o si es idiota, y no es una u otra sino que es una escala.

Por otro lado, si se dibuja una línea horizontal y pone en el lado izquierda ‘líder’ y del lado derecho ‘pusilánime’, ahí tenemos una cuadratura, nosotros lo que hacemos es evaluar en qué cuadrante entra un candidato: si es una persona preparada pero pusilánime, ayudamos a fortalecer esa imagen para que se convierta más del lado de líder; si es pusilánime y es idiota, ahí no tiene nada que hacer dentro de la contienda; si es idiota pero es líder hay probabilidades de ganar porque sobrepasa al líder y tenemos muchos ejemplos de estos en todo el mundo; después tenemos el cuadrante mayor, el que todo el mundo desea, que es la persona que es líder y también está preparada, ahí es donde tratamos de ubicar a nuestros clientes y asegurarnos de que estén en ese cuadrante. Cuando se contrata nuestros servicios es casi una garantía de ganar.

Es decir que hay variables que inciden en cada caso, ¿además de las mencionadas, cuáles otras tienen en cuenta?

Son muchas, pero siempre van a caer dentro de esos cuadrantes. También está cuál es el estado de ánimo de determinado país, qué tan grave está el descontento social, cuáles son las problemáticas principales. Una vez se analicen las necesidades, se ve qué es lo que el cliente tiene para ofrecer, si concuerda eso, nuestro trabajo se enfoca en asegurarnos de que él esté dentro de ese cuadrante de líder capacitado para poder transmitir de forma correcta.

Preparamos al candidato para que tenga esa capacidad y posteriormente lo aplicamos al marketing para que cada mensaje que sea emitido vaya de acuerdo al objetivo a realizar, llámese discurso, entrevista, carteles, todo debe estar dirigido hacia un lado.

¿Esta herramienta podría usarse también entre los candidatos para indisponer a los electores frente a otros candidatos para promover el odio?

Lamentablemente, sí es una posibilidad. Sin embargo, rara vez se utiliza de esa forma porque ya no es necesario, es decir, si usted es candidato o candidata que tiene estas herramientas, realmente el opositor ya no es importante. Hace muchos años se llegaba a utilizar para esos propósitos, pero con el tiempo se ha dejado de hacer, porque es mejor, y siempre lo recomendamos, exaltar las cualidades que uno pueda ofrecer a tener que enfocarse a la detracción de otros, porque al enfocar una guerra sucia a la parte contraria lo único que se logra es hacerle marketing gratuito al oponente, es algo así como darle hospedaje libre de renta a la persona que uno no quiere.

¿Cuál es la recomendación más importante que usted le hace a quienes asesora?

Depende del ciclo, pero en este momento sería: ser genuino. Ahora, cuando la gente detecta que eres parte del sistema, que eres parte de esa maquinaria, pues la percepción global es más de lo mismo, entonces lo que se busca es ser genuino. No importa que sea imperfecto, lo que importa es que sea un político genuino. Ahí tenemos el ejemplo que se quiera, desde Austria, Francia, Italia, Estados Unidos, México.

Tengo entendido que usted asesoró a Juan Manuel Santos en la campaña presidencial de 2014…

Tengo un contrato de privacidad con todos los clientes que asesoro y, por respeto a ellos, jamás afirmaría o negaría algo al respecto.

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