Más 'partidos' que nunca: las divisiones que fracturan a las fuerzas políticas del país

El calendario electoral corre. El 13 de noviembre iniciará la inscripción de candidatos al Congreso y en menos de cien días quienes deseen reemplazar a Iván Duque en la Presidencia deberán registrarse oficialmente ante la Registraduría.

Es por eso que lo esperado es que todos los partidos estén realizando foros, encuestas o congresos para definir el nombre de quienes los representarán en el partidor político oficial.

El Centro Democrático, por ejemplo, espera anunciar su carta a la Casa de Nariño el 22 de noviembre y el 30 de octubre los directivos de la Alianza Verde volverán a reunirse para -se asegura- dejar a sus militantes en libertad de apoyar el aspirante que deseen.

En el Partido Liberal la inconformidad es porque aún no hay fechas ni mecanismos de escogencia y en el Polo Democrático la puja está marcada por las listas al Congreso.

Lea también: Denuncian a 71 congresistas por cambios en la Ley de Garantías

“En mi caso, que represento la fuerza con mayor votación del partido en el Valle del Cauca, tengo simpatizantes que van a apoyar a Óscar Iván Zuluaga y otros a María Fernanda Cabal”, dice en tono conciliador el representante a la Cámara por el Centro Democrático Christian Garcés.
Pero ese no es precisamente el clima que ha imperado en esa colectividad desde que empezó la puja por la candidatura a la Presidencia.

Porque más allá del ruido que significó la expulsión del congresista Edward Rodríguez, por parte del Comité de Ética del uribismo, del ramillete de aspirantes, ha habido episodios, como el de la carta que firmaron 33 congresistas respaldando a uno de los aspirantes, que han enrarecido el ambiente interno. “Hoy, el líder que nos aglutina y que tiene la credibilidad ante los ciudadanos para asumir las banderas de nuestro partido es Óscar lván Zuluaga. Es él quien encarna las tesis del uribismo, reúne la confianza de la base militante en las distintas regiones del país y posee la experiencia para guiar a la Nación”, se leyó en la misiva.

Lea además: Fallo de la Corte sobre Nuevo Liberalismo reviviría otros dos partidos políticos

Sin embargo, para Rafael Nieto, quien también aspira a ganar, esas palabras “dan un pésimo mensaje”: “Hay que respetar el mecanismo de definición del candidato del Centro Democrático. Se debe ‘proclamar’ es a quien los militantes del partido y los uribistas escojan; a quien ellos, la base, crean que mejor los representa”.

Y otra de las candidatas, la senadora Paloma Valencia, tampoco se quedó callada: “Si solo Zuluaga lleva las banderas del partido, los demás estamos sobrando y lo que deben es proceder a expulsarnos”.
Ahora bien, aunque los foros organizados por la colectividad con los cinco aspirantes se han desarrollado en un ambiente de respeto, los rumores volvieron a circular cuando se canceló el programado en Miami.
Según esas versiones, la decisión estaría relacionada con que Cabal, cuyo favoritismo ha ido aumentando en los sondeos, cuenta con un amplio respaldo en esa ciudad de EE. UU.

Lo cierto es que, entre puyas y rumores, los candidatos uribistas vendrán a Cali el 13 de noviembre, nueve días antes de que se conozca el nombre del ganador de la encuesta final.

A diferencia de lo que sucede en otros partidos, en el Polo Democrático no hay resistencia con respecto a la candidatura presidencial de Alexánder López, hoy jefe de la colectividad. Sin embargo, allí la puja corre por cuenta de las listas a Senado y Cámara.

Según militantes de esa fuerza política, está claro que Wilson Arias y López son los ‘dueños’ de las curules regionales del Polo en el Senado, pero en esta ocasión las cosas pueden cambiar, no solo por la alianza con el Pacto Histórico, sino porque persiste una álgida rivalidad entre ellos.

“Hay preocupación de que sectores del Polo pretendan desconocer la trayectoria y la incidencia positiva que está teniendo la ciudadanía de la actuación de Wilson y de que se pueda colocar en riesgo su llegada al Senado por ubicarlo en uno de los puestos alejados en la lista”, expresa Alfredo Mondragón, ‘cuota’ de Arias para la Cámara de Representantes.

Lo cierto es que, para algunos, los quince mil votos que Arias sacó hace cuatro años no le permiten acceder a la cabeza de lista, sitial que, al no ser usado por López, pues no volvería al Congreso, pasaría al actual senador Iván Cepeda.

Lea además: Candidatos, del sancocho al bus urbano: ¿les funcionará el populismo en esta campaña?

De otra parte, se ha cuestionado que las actuales directivas del Polo Democrático permitan el acercamiento de exdirigentes de partidos “bastante degradados y señalados, como el PIN”, en alusión a Luis Pérez y Heriberto Escobar.

Y mientras se especula que la sucesora de López en el Congreso sería Elizabeth Correa, integrante de su UTL, más si se opta por la lista cremallera, es decir, hombre-mujer, sobre la Cámara tampoco hay consenso, luego de que Gustavo Petro le ofreciera a José Tejada, periodista del Canal 2, encabezar la lista a esa corporación, pese a que, según un convenio previo, ese lugar le correspondería al Polo, fuerza mayoritaria dentro del Pacto Histórico.

Alejandro Ocampo, quien se considera perjudicado con el anuncio del jefe de la Colombia Humana e insiste en que la lista sea cerrada, aún no logra ganar esa batalla, ya que una ‘circular política’ expedida esta semana por el Pacto optó por trasladar a la capital del país la decisión del carácter y la conformación de las listas a ambas corporaciones.

Así se llamará en adelante el Partido de la U, según lo definieron esta semana sus directivos, encabezados por la exgobernadora del Valle del Cauca Dilian Francisca Toro.

Su lista al Senado, que será abierta, la encabezará la atleta medallista olímpica Catherine Ibargüen.

Junto a ella estarán José David Name, Ritter López, Maritza Martínez, Juan Felipe Lemos, Germán Hoyos y Berner Zambrano.

De igual forma, la actual representante a la Cámara Norma Hurtado buscará dar el salto al Senado, al igual que el hasta el viernes diputado a la Asamblea del Valle del Cauca Juan Carlos Garcés Rojas.

En adelante, será un partido de centro, indicó Toro.

“La decisión del candidato presidencial del Partido Conservador debe ser por una gran convocatoria y por votación. No puede seguir siendo un tema de lapicero. Esa metodología que tiene el presidente del partido, de sacar candidatos porque sí, lo único que demuestra es que nosotros no tenemos verdadera vocación de poder”, dice el concejal Fernando Tamayo, quien asegura tener la mayor fuerza electoral en Cali, al expresar su disgusto por la forma en la que las directivas ‘azules’ de Bogotá están definiendo el nombre de quien enarbolará las banderas de la colectividad en los comicios del 2022.

Una inquietud similar fue comunicada en días pasados por el exgobernador del Valle Ubeimar Delgado, el exministro Jorge Ospina Sardi y el general Gustavo Rincón, quienes le pidieron a las directivas “establecer reglas claras para participar en la selección del candidato”.

“No es inconformidad con David Barguil, quien tiene todo su derecho a ser precandidato postulado por los congresistas conservadores”, dice el exmandatario regional, en alusión al senador que hace poco recibió el respaldo de casi toda la bancada ‘azul’. Lo que ellos también le están solicitando al presidente del partido, Omar Yepes, es que convoque a una convención estatutaria para elegir el candidato, ya que los exministros de Hacienda Mauricio Cárdenas y Juan Carlos Echeverry no han declinado en su aspiración a esa representación, pese a que este último también está recogiendo firmas como independiente.

Vea también: Conservadores le apuestan a tener candidato propio en segunda vuelta de las presidenciales

Pero como todo indica que “habrá lapicero”, Delgado optó por ir al Senado y declinar su postulación, al igual que lo hizo el congresista Efraín Cepeda, en favor de Barguil.

“El partido está deshecho, porque es una réplica exacta de los problemas que tenemos en el país: un centralismo recalcitrante, que desconoce las regiones. Yo creo que se está gestando una insurrección conservadora, para que nos volvamos verdaderamente una alternativa de poder”, puntualiza el concejal caleño.

“Es macondiano: el director del partido pidiéndole a los militantes que le recojan firmas a Alejandro Gaviria y Alejandro Gaviria escondiéndosele al director del partido para no tomarse una foto con él”. Así retrata el senador Luis Fernando Velasco lo que, según él, está ocurriendo en el liberalismo, cuyo presidente, César Gaviria, “instruye a parlamentarios y a líderes para que no hagan campaña por un liberal, sino que recojan firmas por una persona que no se reconoce a sí misma como liberal”.

Pero el también precandidato presidencial no es el único que expresa su enojo por la forma cómo las directivas ‘rojas’ están guiando la campaña por la Casa de Nariño.

Vea además: Los efectos de las revelaciones de los 'Pandora Papers' en el ajedrez político colombiano

Según el diputado del Valle del Cauca Carlos Eduardo Hurtado, debido a que la jefatura del Partido Liberal no ha determinado el proceso de selección de candidaturas, militantes como el senador Guillermo García Realpe han pedido mediante cartas que se convoque una reunión de bancada o una convención para recibir instrucciones al respecto, así como para los avales a Cámara y Senado. “Lo cual es preocupante, pues se está a menos de un mes de iniciar las inscripciones de los candidatos y no se tiene respuesta”, agrega el asambleísta, quien admite que el expresidente y otros sectores de la colectividad tengan simpatías por el exministro de Salud, pero destaca que otros sectores apoyan otras opciones, como las de los exgobernadores Eduardo Verano de la Rosa (Atlántico) y Luis Pérez (Antioquia), además de la del senador Velasco, “militantes que le han dado brillo al Partido Liberal”.

Velasco, que anda recorriendo el país, deja en claro que, de obtener el aval, participaría en la consulta del Pacto Histórico, pese a la cercanía que el actual líder ‘rojo’ ha tenido con el Gobierno Duque y recuerda que Pérez hizo pública una carta en la que contó que, al ir a inscribir su candidatura en la sede del partido, el secretario le dijo: ‘Quédese callado, que el doctor César Gaviria le va a contar cómo es la cosa con Alejandro Gaviria’.

“La escisión es muy difícil, porque ya no hay tiempo. Lo que creo es que va a haber libertad. Es triste. Muchos estamos decepcionados con el partido. Pero triste y todo, cada uno tendrá que hacer la campaña para el que la quiera hacer y lidiar con la realidad del asunto”. Así, con resignación, la representante a la Cámara por el Valle del Cauca Catalina Ortiz se refiere a lo que parece inminente: la Alianza Verde no logrará ponerse de acuerdo en torno a un nombre para la Presidencia de la República.

Y aunque no descarta del todo un ‘milagro’, porque quiere pensar que “a veces, demorar las cosas significa un acuerdo en el último minuto”, reconoce que los vaivenes entre los que se ha debatido su colectividad este año la llevaron a desistir de intentar dar el salto al Senado.

No deje de leer: El 'tire y afloje' que puede llevar a una división irreconciliable en la Alianza Verde

Como se sabe, el último capítulo de la novela de incertidumbre protagonizada por los verdes tuvo lugar hace dos semanas, cuando se conocieron los resultados de las encuestas que, por sugerencia de Antanas Mockus, consultaron la opinión de electos, militantes y simpatizantes: quienes, como los representantes Inti Asprilla y Katherine Miranda, quieren aliarse con el Pacto Histórico, leyeron un respaldo mayoritario a Gustavo Petro, y los que desean seguir en la Coalición de la Esperanza, como la senadora Angélica Lozano, entendieron que muchos de los consultados también apoyan esa propuesta.

“Yo no soy la que he cambiado, los que cambiaron fueron ellos, así que me voy a dedicar a sacar adelante la Coalición, pues estoy convencida de que es la opción que le conviene a Colombia”, dice Ortiz, sin negar que las diferencias de tono en el ‘Verde’ no se quedan en Bogotá: “Yo soy antiospinista y Ospina (Jorge Iván) tiene una buena parte de la dirección del partido en el Valle y yo no voy a hacer campaña con Ospina”. Lo cierto es que Carlos Amaya, ganador de la encuesta interna de septiembre, entre otros militantes, esperan que el 30 de octubre las directivas ‘verdes’ por fin definan el futuro del partido.