Supercaleñitos: la nueva generación de talentos que son más que una inspiración

Son como cualquier niño que grita, corre, sonríe, llora, dice lo que piensa con desparpajo y juega. Lo que los diferencia del resto no es solamente que nacieron en Cali, sino también que juegan en serio, mientras sueñan en grande.

Emili, la bailarina más pequeña del show caleño de Delirio, a sus 7 años sueña bailando en grandes escenarios, mientras ensaya para un próximo campeonato en México; Nicolás, también de 7, campeón de las categorías Sub6, Sub7 y subcampeón en Sub8, se divierte jugando ajedrez y entrenando para un mundial en Panamá y asegura que “si Dios quiere” va a ser campeón del mundo. Ambos ya se han colgado varias medallas y entre sus juguetes se cuentan también varios trofeos.

Gustavo, a sus 11 años, ya tiene 5.932 seguidores en su Instagram (@clubdokusho) y más de 300 libros (los prefiere a los digitales) en su biblioteca personal, la que a diario alimenta este booktuber, que ganó un concurso internacional en México por incentivar la lectura en los niños.

Desde los 5 años Sharai no camina sino que baila y hoy en día, a sus 14, es una coreógrafa de proyección mundial, figura destacada en Be Danza, la academia que descubrió a esta bailarina de hip hop y que la llevará a varios campeonatos con su grupo. Y Federico García no se cuelga medallas ni tiene trofeos entre su colección de dinosaurios y libros de Wings of Fire y Percy Jackson, pero a sus 11 años es la voz de los niños con autismo, la voz de ‘Pablo’, protagonista de la serie de Disney, cuya segunda temporada se estrena el 6 de abril por Nat Geo Kids.

“Mi nombre es Nicolás Ramírez Villegas. Tengo 7 años. He ganado cinco trofeos y como 12 medallas jugando ajedrez. Mi papá me enseñó a los 4 años. Me gusta porque es un juego, porque es divertido, porque tengo el don, si Dios quiere voy a ser campeón del mundo. Nuestros papás nos ayudan en todo lo que queremos lograr, en todos los momentos, en cada uno de los días”, dice este pelirrojo que solo se queda quieto frente a un tablero de ajedrez.

Su padre, Octavio Ramírez Suárez cuenta que el niño no conectó con los carritos, sí con el ajedrez, el parqués y el dominó, y alucinó con las fichas.

En la Biblioteca Departamental jugaba con los adultos y uno de ellos le dijo que ni en Rusia había visto a un pequeño ‘Kaspárov’ igual, que lo llevara a la Liga. Lo hizo y su hijo no ha parado de ganar concursos departamentales, nacionales y locales.

“Es un niño de una gran inteligencia emocional y mental, multiplica y divide”, dice su papá. La mamá de ‘Nico’, Mónica Andrea Villegas, dice que “Nicolás está lleno de amor”.

Y él sabiamente remata: “Niños, concentrados en lo que quieren hacer. Si son buenos en algo, tiene que gustarles para que siempre sigan en eso”.

“Mi nombre es Gustavo Rincón Fajardo. Tengo 11 años. Soy un bookstagramer y booktuber internacional, que significa que soy un youtuber y un instagramer que recomienda libros a través de las redes sociales.

A mi hermanita de 5 meses le leo mucho y escucha atenta. Me parece importante que los niños lean porque la lectura te lleva a mundos inimaginables, puedes viajar desde tu sillón hasta cualquier lugar del mundo, a Marte, o alguno inexistente.

Mis papás me han ayudado mucho porque ellos me leían desde la barriga, yo creo que desde allí fui cogiendo el hábito de la lectura y gracias a ellos pude aprender a leer más rápido, me apoyaron en los momentos en que no me gustaba, pero también celebraron cuando gané el Concurso Internacional de Booktubers, hace un año en México. El primer libro que me leí completo y que me gustó mucho fue El Principito, quien dice que de grandes no podemos olvidarnos de que fuimos niños”.

Recuerdan sus padres, Viviana Fajardo y Gustavo Rincón, que hace más de dos años el niño llegó triste del colegio porque sus amigos no leían y, empeñado en crear un club de lectura, subió un video a Instagram y luego otro.

Hoy Gustavo (hijo) aconseja: “Si creen que leer es aburrido, empiecen con novelas gráficas, para que sean buenos lectores y tal vez grandes escritores”.

“Mi nombre es Roshio Zneyana Emili Revelo Marulanda, tengo 7 años, soy bailarina de salsa caleña, hago parte del elenco de Delirio y de la academia Constelación Latina. He ganado varios trofeos, el primero en el Interno, el segundo en Báilalo y los dos últimos en el World Salsa Open con mi mamá y el tercer lugar en solista. Este año fui al World Salsa Summit, quedé de primera en solista y de tercera en pareja. Y estoy entrenando duro para ir al Euroson Latino World Salsa Champion en México, del 22 al 25 de junio. Yo tenía 3 añitos, mi mamá (quien baila, decora vestuarios y también baila en Delirio) me llevaba a los ensayos y me ponía en un rincón a bailar”.

Su mamá, Carolina, cuenta que le ha enseñado a Emili a saber ganar y perder, a ser disciplinada y a tomar en serio el baile sin dejar de ser niña.

Y la pequeña aconseja: “El baile hay que practicarlo con amor, con paciencia, háganlo con alegría y entusiasmo”.

“Mi nombre es Sharai Posada Ochoa. Tengo 14 años y llevo bailando desde los 5, empecé con salsa, la practiqué hasta los 9 años cuando descubrí la academia Be Danza en la que estoy. Con mi grupo estamos preparándonos para ir al Super National en Pereira, en la categoría Mega Crew, son entre 30 y 40 integrantes en un escenario, representando la danza urbana con varios estilos de baile, también vamos a ir con el grupo Varsity, bailarines de 14 a 18 años. Yo participé en All Dance de Cali, de Manizales, Monterrey, México y Arizona. En abril voy a dar un taller en el campeonato Dunkan (@dunkan-dance-studio) y tengo otras competencias. El apoyo de los padres es algo muy fundamental para sus hijos, no solo económico sino como motivación para que su hijo siga luchando por su sueño”, dice esta niña que desde que nació no ha dejado de sonreír, según sus padres, Zorly Andrea Ochoa y Wilmar Posada Gómez.

“La disciplina de nosotros para apoyar a nuestros hijos es tan importante como la de ellos”, dice el papá, quien le cantaba a Sharai desde que estaba en el vientre de su mamá.

“A los 4 años la inscribimos en la academia de salsa Sabor Latino y captaba en dos horas lo que otros hacían en 15 días y le enseñaba a los mayores los pasos. A los 9 años entró a Swing Latino y fue becada y en Be Danza cuando bailó hip hop quedaron fascinados y la integraron”.

“Dedícate a lo que te gusta con amor, no quieras mostrarle a otros que eres la mejor, sé feliz con lo que te gusta y compártelo con humildad”, aconseja ella.

“Mi nombre es Federico García, tengo 11 años, ya casi 12. Estoy trabajando para un programa de Disney, la segunda temporada de ‘Pablo’, la serie que sale el 6 de abril por NatGeo Kids. Se trata de un niño con autismo que nos explica como ve el mundo a través del arte. Ser la voz de este personaje significa abrir una puerta de oportunidades para millones de personas.

Mis papás me han ayudado mucho y quiero darle las gracias a ambos. Me han apoyado en los momentos difíciles y me han celebrado en los momentos de alegría. Con mi mamá tenemos una fundación llamada Federico García Villegas, que hace campañas por la inclusión”, dice ‘Fede’, como lo llama Andrea Villegas, su mamá y socia.

“Jairo (Alberto García, papá de Federico), y yo entendimos que los hijos no vienen a cumplir nuestras expectativas, sino a enseñarnos los valores y cualidades de una persona con capacidades diferentes. Federico está dentro del espectro del autismo (Síndrome de Asperger), hemos aprendido con él tolerancia, paciencia y amor incondicional. Las medallas que me cuelgo son diferentes a los de otras mamás, es verlo lograr cada día algo diferente”, dice la mamá del niño del video ‘Soy diferente, soy como tú’, que se hizo viral, el mismo creador de la Fundación Federico García y ahora, invitado por Nat Geo Kids en la serie inglesa Pablo, es la voz de los niños de toda Latinoamérica que sienten que no encajan, a quienes él les dice que “ser diferente no es malo. Si notan que son buenos en algo, avísenle a sus papás, para que los guíen”.

Karen Alexa y Luis Fernando Gómez son hermanos y comparten la pasión por el patinaje. Pertenecen al Club Semillas del Valle, con el entrenador William Ramírez.

Karen, de 11 años, ha participado en cinco campeonatos nacionales en Bogotá, Manizales, Armenia y en Envigado en dos campeonatos. En el ránking departamental del Valle ha quedado en segunda y tercera posición en su categoría. Mientras que Luis Fernando, de 15 años, participó en la Copa Juventudes también con un gran nivel.

Cuentan que llevan cuatro años en el patinaje, que empezó como un hobbie, pero el entrenador notó su talento. Sus padres, Kelly Jyssel Urrego y Diego Fernando Gómez, los llevan al entrenamiento, de lunes a sábado y a las competencias y ellos lo dan todo, sin descuidar sus estudios.

Para estos campeones sobre ruedas, lo importante es competir con entusiasmo y ganas de representar al club y a la regió