¿Todavía no sabe por quién votar? La guía que dan los politólogos para ayudarle a decidir

En un dilema se encuentran muchos colombianos que aún no saben por quién votar en las próximas elecciones presidenciales, aun cuando hay un amplio abanico de aspirantes de diferentes vertientes.

Para que no se presente a las urnas indeciso o a ciegas, El País elaboró un decálogo con claves para que sepa elegir a ese candidato que realmente lo represente.

Para ello contó con la asesoría de los politólogos Juan Pablo Ortegón, de la Universidad Javeriana Cali; Víctor Daniel Piedrahíta Medina, de la Fundación Universitaria Área Andina, y Martha Gutiérrez, directora del Observatorio Javeriano de Juventud.

1. Haga una autoevaluación.

Reflexione sobre qué desea usted como ciudadano, qué requiere de forma prioritaria; cuáles, además, son esas necesidades de su comunidad, de su país. Cada uno valorará, acorde con su propio contexto individual y de región, y con base en eso debe mirar si esos requerimientos están entre los planteamientos prioritarios de quienes aspiran a ser el próximo Mandatario.

Reflexione, por ejemplo, qué es más importante para usted: la equidad la protección del medio ambiente. O si le es más relevante la seguridad, el orden, que las cosas funcionen y que el Estado genere oportunidades y que los empresarios las aprovechen en bien de la población. Entonces, analice cuáles candidatos están planteando estos temas como sus banderas principales.

2. Vote por quien usted desee.

Vote por alguien y no contra alguien. Dé su voto a quien le guste, a quien lo convenza, a ese aspirante que le genere confianza. No se base simplemente en elegir a quien puntee en las encuestas o por el que demuestre que ha invertido más dinero para hacer una campaña de comunicación muy grande y aparezca en todos los medios, o por el que tiene más maquinaria.

Vote por ese candidato que le genere empatía, seguridad, por el que pueda colocar importantes decisiones de su vida, ya que va a poner en sus manos nada menos ni nada más que el país.

No repita la errónea frase: ‘Yo quisiera votar por X, pero voy a votar por Y para que no gane Z’. No vote en contra de un candidato sino por el que a usted lo convenza

3. Indague sobre el origen de cada candidato.
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Conozca sobre qué partido representa, qué orientación ideológica tiene. Si es de derecha, centro o izquierda.

Recuerde que, si el aspirante es de derecha, tiende a ser más conservador, más de principios religiosos, más de libre mercado, de un Estado más reducido.

Por el contrario, si el aspirante es de izquierda, es más liberal, más progresista, opta por un Estado más grande, en el que se paguen más impuestos para redundar en bienestar social, por un mercado más regulado.

Y si el aspirante es de centro, no se identifica con las dos anteriores posturas, pero trata de tomar ideas de ambas. Esto le trae tanto consecuencias positivas como negativas.

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4. Estudie sus trayectorias.

Revise qué ha estudiado, qué logros académicos ha obtenido, qué cargos ha desempeñado, cómo le fue en estos. Qué escándalos ha protagonizado. Por qué dice que puede ser presidente de una nación tan complicada como Colombia. Ver su hoja de vida y trayectoria académica y profesional es fundamental.

5. Averigüe sobre sus alianzas y quiénes los financian.
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Indague sobre qué partidos lo rodean, quiénes están detrás de él, qué acuerdos ha hecho, porque esto va a redundar en su gobierno, en quienes van a ser sus ministros, en quienes van a tomar las decisiones.
Establecer con claridad quién o quiénes financian al candidato, porque muchos llegan a su mandato hipotecados, endeudados con ciertas personas o asociaciones.

Tenga presente que el Consejo Nacional Electoral, CNE, tiene la página Cuentas Claras para revisar en qué han gastado los candidatos, si han violado algún tope y, sobre todo, quiénes son sus financiadores. Así puede saber si uno de estos financiadores puede estar en contra, precisamente, de las prioridades suyas o de su departamento.

El mejor programa de gobierno en manos de alguien corrupto o sin experiencia,
un mal líder o ‘hipotecado’ con sus financiadores, no se puede llevar a cabo.

6. Analice sus campañas.
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Tenga en cuenta si son campañas ostentosas, reducidas, agresivas, propositivas. Cuáles son sus mensajes, sus logos, lemas, puesto que esto da visos de lo que va a ser el Gobierno de cada cual.

El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, comentaba que no se puede pretender hacer una campaña política dividiendo a la gente y luego gobernar tratando de unirla porque no va a funcionar.

No se puede echar un discurso de ricos contra pobres, blancos contra negros y mujeres contra hombres y después decir que todos somos iguales, porque la gente no le va a creer. Así que, con los mensajes que envíe en la campaña, el elector puede prever el talente del futuro gobernante.

7. Conozca sobre sus calidades humanas, éticas y morales.
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Indague, sobre todo, que no tenga escándalos de corrupción, cómo se ha comportado en la vida pública, si no tiene condenas, si en su equipo más cercano no hay personas o partidos con situaciones escandalosas. Prefiera a una persona anticorrupción, decente.

No lo juzgue porque tenga imputaciones, hasta las personas más inocentes suelen tener investigaciones en su contra una vez llegan al sector público. Tampoco porque aparezca en una foto con alguien de dudosa o confirmada mala reputación. Los candidatos son como los artistas, a los que mucha gente les pide tomarse fotos con ellos.

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8. Cerciórese de sus posturas frente a determinados temas.
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Usted debe estar enterado sobre cuáles son las posturas del candidato frente a temas como aborto, eutanasia, fracking, legalización de la droga, regularización de la marihuana medicinal, matrimonio entre personas del mismo sexo, suicidio asistido, prohibición de peleas de gallo o corridas de toro, porque estas son posturas que no permiten ambages: o estoy a favor o en contra.

Eso le permite como ciudadano tener al menos algunos elementos en términos ideológicos sobre por dónde puede ir encaminado el candidato.
Si usted considera que hay que legalizar el aborto, liberalizar el uso de drogas, permitir la eutanasia y el candidato que cree que es afín a sus pensamientos va en contra de estas posturas, difícilmente usted va a obtener en un futuro una respuesta satisfactoria a lo que desea.

9. Entérese sobre las propuestas de cada quién.
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Hay que leer y analizar los programas de gobierno de cada candidato. Los expertos recomiendan verlos en las páginas web de los aspirantes, quienes suelen presentarlos en dos versiones: en formato extenso, bien detallado, o en formato resumido, de manera muy didáctica.

En las páginas digitales de universidades como la Javeriana o Los Andes y en varios portales especializados y serios se suelen hacer cuadros comparativos de las propuestas en áreas como salud, educación, economía, medio ambiente. O, según las temáticas, quiénes, por ejemplo, optan por regular el glifosato, el uso de la marihuana, etc.

Los planes de gobierno están a un clic. Revise qué está ofreciendo cada candidato en torno a los temas que usted considera prioritarios.
Los analistas recomiendan, además, ver los debates, espacios donde se puede apreciar el talante de cada aspirante, su capacidad de liderar, de contestar, de comunicar, cómo se enfrenta ante cualquier pregunta, ante una discusión con sus competidores.

En cambio, dicen, en los videos de campaña, comerciales, todo es súper organizado, libreteado, maquillado, prefabricado. En los debates es donde de verdad demuestran su capacidad.

10. Estudie si es factible lo que proponen.

Hay propuestas que resultan inalcanzables, irrealizables, se caen de su propio peso. No se deje engañar. El papel lo aguanta todo, pero la realidad económica y social del país, no. Analice bien si es factible todo lo que el candidato propone. Cerciórese con expertos, con columnistas y medios versados en las diferentes temáticas.

También es fundamental para esto revisar el pasado de los candidatos, cómo les fue como congresista, alcalde, gobernador, si cumplieron sus promesas, con quiénes gobernaron y quiénes fueron sus aliados, porque el pasado es un interesante predictor del futuro.