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Selección Colombia: Los ‘Díaz’ que vienen para Luis (Opinión)
El guajiro tiene un lugar al lado de Messi y Neymar como figuras de la Copa América.
Lo mejor de Luis Díaz es que sigue siendo Luis Díaz. Saltó de un potrero del municipio de Barrancas, allá en la olvidada Guajira, a la Selección Indígena de Colombia. Allí lo vio el ‘Pibe’ Valderrama, que se lo llevó para Chile a la Copa Americana Indígena, donde portó el brazalete de capitán y marcó dos goles.
Cuando regresaron, Carlos lo recomendó al Junior, que lo puso primero en su filial, el Barranquilla FC, como un escalón previo al cuadro ‘tiburón’.
Una noche, Luis les pintó la cara con el equipo de la B a los encopetados junioristas. Cuando terminó el juego, dijo en la zona mixta de los camerinos a la prensa: “Mi ilusión es llegar al Junior, para eso trabajo fuerte”. Aquello sucedió. Allí brilló con sus gambetas y sus goles. Y Luis, el muchachito aquel procedente de los wayú, enclenque y semejante a un garabato sacado de un cómic, siguió brillando. Entonces, el salto fue mayor. Se fue para el Porto, a Europa, donde se cuecen los grandes jugadores. Y lo mejor de Luis Díaz es que sigue siendo Luis Díaz.
La primera vez que estuvo cerca de la Selección Colombia fue jugando para el Barranquilla. Porque el profesor José Pékerman utilizaba al equipo de la B como ‘sparring’ para ensayar los movimientos tácticos de la Selección en el estadio Metropolitano. Por eso, por ahí en las redes sociales circulan fotos de Luis con James Rodríguez, Juan Fernando Quintero y Juan Guillermo Cuadrado después de los entrenamientos.
Ellos le decían a él ‘Rivaldo’, por su parecido físico y, claro, también por su talento. Luis solo dibujada una mueca de felicidad en su rostro. La humildad está tatuada en su cara desde que nació. Y, como debía ser, siguió de salto en salto, hasta ponerse la camiseta amarilla de la Selección Colombia. Nada menos.
El viernes en la noche, Cuadrado recordaba aquellos episodios, luego del triunfo 3-2 sobre Perú por el tercer puesto de la Copa América, donde el guajiro sacó del sombrero otras dos fantasías de goles, una de ellas en el último minuto, cuando los penales se asomaban en el estadio Mané Garrincha de Brasilia. “A Lucho lo conocemos desde el Barranquilla FC, entrenábamos con ellos cuando estaba el ‘profe’ Pékerman. Sabíamos de su talento y, bueno, este paso por Europa y el Porto lo ha hecho crecer. No se debe conformar, debe seguir con la misma actitud y humildad, está para grandes cosas”, decía un orgulloso Juan Guillermo.
Los reflectores en los grandes torneos siempre apuntan a las grandes figuras. Pero a veces deben girar sus luces a quienes emergen allí, casi del anonimato, para ponerse en primera fila, en las tapas de las revistas y los periódicos, en la boca de los hinchas, en las tendencias de las redes sociales. Como lo hizo James en Brasil 2014. Como lo hizo ahora Luis Díaz en Brasil 2021. Les viene bien esta tierra a los colombianos. Cómo no. Allí nacen genios todos los días.
Messi y Neymar, que jugaron la final, se llevaron muchos aplausos de esta Copa América que ha terminado. Pero ábranle un lugar en el podio al ‘mago’. Al hombre más importante y desequilibrante de Colombia. Al autor de los goles impensables. Al atleta imparable por ese extremo izquierdo. Al repentista y dueño de regantes que no están en el libreto de lo normal. Al jovencito de 24 años que sigue dando saltos hacia un techo que todavía no se ve. No es Pelé. No es Maradona. No es Messi. No es Ronaldo. Pero le cabe toda la palabra ‘crack’. Y lo mejor es que sigue siendo Luis Díaz.