Cultura
Alex y Carlos D’Castro, padre e hijo cantantes, historia de una dinastía salsera
El cantante boricua Alex D’Castro estuvo en Cali presentando a su heredero musical, su hijo Carlos D’Castro.
Por Óscar Jaime Cardozo Estrada, Museo Planeta Salsa / Especial para El País
Los delfines en la industria musical vienen imponiendo su estilo de cantar o interpretar un instrumento. En 1984 surge una de las primeras iniciativas con el disco de larga duración, publicado por el sello independiente Los Hijos Records, con el título Los Hijos de la Salsa, en el que participaron los descendientes de varios de los grandes, entre los que podemos contar a Cita La Condesa Rodríguez, hija de Pete El Conde Rodríguez; Andy Montañez Jr., Luigi Texidor Jr., Fe Cortijo, hija de Rafael Cortijo; e Ismael Rivera Jr., hijo del sonero mayor Ismael Rivera. Ahora se escucha en el solar latino la participación de otros de los grandes delfines de la salsa como los hijos de Tito Rodríguez, Frankie Ruiz, Tito Puente, Kako Bastar, Dany Rivera y Julio Ernesto Estrada Fruko, entre otros.
Hemos recibido la visita en Cali del maestro Alex Domingo Castro Morales, reconocido en el mundo musical como Alex D’Castro, quien se ha convertido en uno de los grandes referentes de la salsa cristiana, presentándonos a su hijo Carlos D’Castro, quien viene también recorriendo una ascendente carrera como vocalista.
Vamos a iniciar conociendo un poco los orígenes de Alex D’Castro, el conocido tenor de la salsa, cómo fue su vida en Puerto Rico y su amistad con otros grandes salseros boricuas.
-Maestro Alex D’Castro, háblenos sobre sus inicios en el arte musical.
Empecé a cantar desde niño. Yo creo que los primeros escenarios que le brinda la vida a uno, es la escuela, la familia y la iglesia. En mi caso fue la escuela, porque que cada vez que había que cantar una cancioncita, siempre me buscaban. Esto me fue poniendo en una posición de ventaja, porque a veces hasta de alguna clase me sacaban para ir a cantar. En 1977, cuando mi papá fallece, mi hermano mayor tenía una orquesta de salsa y él antes de permitir que yo me volviera un muchacho díscolo, intranquilo, me trajo a trabajar a la orquesta, no por talento, sino para que recogiera los cables y limpiara las bocinas.
Un buen día faltó el cantante y mi hermano en su desesperación, me puso a cantar a mí, peor era nada. Yo hubiera querido que botaran al cantante, pero no lo hicieron, lo perdonaron. De ahí en adelante, a mí me dejaban cantar los boleros y los merengues para que descansara el cantante principal. Yo lo tomé como bien para mí, porque me puso a cantar otras cosas. Gracias a Dios, en ese proceso, estando en la escuela superior y en la orquesta de mi hermano, alternamos una vez con la Orquesta Mulenze. Eso fue en 1980. Fíjate que Charlie Sierra, el timbalero de la Mulenze en ese tiempo, se me acerca y me dice, mira Alex, Raphy Leavitt está buscando cantante y yo te vi ahí y tú lo haces bien.
Pocos días después fui a una audición con Raphy, Charlie me acompañó y me lo presentó. A mí el favor de Dios me ha acompañado siempre. Había un poco de gente audicionando. Yo creo que Charlie hizo un poco de presión y me escogieron a mí. Estuve con Raphy Leavitt por varios meses. En ese proceso entré a la Universidad de Puerto Rico y resulta que La Selecta, la Orquesta de Raphy Leavitt, tocaba mucho, lo hacía cada fin de semana y entre semana. En una ocasión resultó una gira de la orquesta para Estados Unidos y yo estaba en primer año de la universidad. La verdad yo no era un estudiante aplicado, pero me puso a pensar, la orquesta o la universidad. Lo consulté con mi mamá, que era una mujer sabia, y me dijo, “tú vas a tener siempre que tomar decisiones que afectarán tu vida, yo no te voy a decir qué tú tienes qué hacer, pero asegúrate de tomar una buena decisión”. Pues yo me decidí por la universidad, y fíjate, allí tuve la oportunidad de participar en el coro de la universidad de Puerto Rico y aprendí a cantar en otros idiomas, por nombrarte algo.
Estando allí en la universidad participé con diferentes artistas puertorriqueños y entré a ser parte de la orquesta de Ismael Miranda, teniendo una experiencia muy linda, porque Ismael Miranda era una estrella de La Fania, y entrar allí era todo un privilegio.
-¿Después de Ismael Miranda qué viene?
Estaba terminando la universidad cuando llega un joven diciendo que quería montar una orquesta. Es un nombre que ustedes casi no conocen, Gilberto Santa Rosa, no sé si lo han oído por acá. Cuando yo estaba con La Selecta, vi a Gilberto con Tommy Olivencia, yo tenía 16 años, éramos dos niños. Volviendo al cuento, Gilberto pasó por ahí y me dijo, “yo sé que estás con Ismael, pero voy a hacer una orquesta y me gustaría que estuvieses conmigo”, y yo le dije, “ya lo pensé, me voy contigo”.
Estábamos hablando Jerry Rivas, Chucho Avellanet, Gilberto Santa Rosa y yo. Entre risas le dije a Ismael, “mira te voy a develar una verdad, y espero que la situación de salud tan difícil por la que tú pasaste, no sea tan difícil como la que vas a pasar ahora que te revele esto, es que yo dejé tu orquesta, por culpa de Gilberto Santa Rosa”. Te digo que después de eso, nos reímos tanto en ese momento y más cuando le dije, “es que eran diez dólares más”.
-¿Ese fue su inicio como cantante solista?
Entré a la orquesta de Gilberto Santa Rosa como cantante, y cuando salí no hubo otro cantante, siguió cantando él solo. En el corazón de Gilberto estaba era el tener una orquesta y no ser solista, y fíjate que no en el primero, sino desde el segundo disco en adelante, yo tuve mi participación como solista. Yo era el otro cantante de la orquesta y Gilberto siempre me alentó a ser solista. En esas aparece una oportunidad. Resulta que mi gran amigo Cuto Soto, que era un productor muy importante en ese tiempo en Puerto Rico, y siempre estaba descubriendo talentos, me dijo, “Lalo Rodríguez se fue de la compañía y dejó un disco sin hacer, están buscando un cantante que le ponga la voz a ese disco”, y terminó diciéndome, “si tú te quieres morir allá de corista, después no digas que no te llegó la oportunidad”.
Pues fui a hacer la audición y estaba interpretando uno de los temas de Lalo cuando entró un ejecutivo nuevo, que apenas estaba llegando y me escuchó y dijo, “está bien, pero no, yo prefiero que le hagamos un disco nuevo”. Eso fue fantástico. De ahí nace el éxito Solo, y nace no solo por la canción, sino porque me estaba lanzando solo. Como solista me ha ido muy bien, he ganado muchos discos de oro y de platino, porque en esa época se vendían los vinilos. Siempre he sido un bendecido.
Carlos D’Castro, el heredero
Carlos D’Castro, quien nos acompaña en esta reunión en el Museo Planeta Salsa de Cali, nos dice que ser hijo de Alex D´Castro le da la posición que tenía Manolo Lezcano, en el cuarto bate.
“La realidad es que estoy en un muy buen momento de mi carrera, por no decir el mejor, porque actualmente cuento con seis producciones discográficas, y viene en camino la séptima. Estamos de gira acompañando a mi papá en todas sus presentaciones, lo que me ha puesto en contacto nuevamente con el público y las redes sociales han ido en aumento. Mi primera producción salió hace 13 años y en todo este tiempo me he venido preparando vocalmente, me gradué en el conservatorio de música y me gradué también en un master en filosofía en la Universidad de Granada en España. Hicimos dos producciones totalmente de salsa romántica, la producción Déjà Vu, en homenaje a Tito Rodríguez en formato de vinilo, luego hicimos Legend en homenaje a la música de Tito Puente que aquí, específicamente en Cali, ha sido muy bien recibido, con temas a dúo con mi papá, como Niña y Señora, El Rey del Timbal y Saca tu Mujer”, comenta el heredero de los D’Castro.
“Gracias a Dios y a mi viejo por la dirección, en mi repertorio el amante de la salsa va a poder encontrar salsa romántica, salsa dura y boleros, como el álbum Ese Bolero es Mío, en homenaje a la música de Felipe Pirela. Ahora a principios de 2024 vamos a lanzar el álbum Carlos D’Castro Bohemio, donde vienen muchas sorpresas, entre ellas, un nuevo tema a dúo con mi papá, que sé, les va a gustar mucho, porque tiene la temática de una charla entre el papá y el hijo”, concluye el artista.
Nuevos proyectos
Mauro Muñoz es el caleño que ha venido desarrollando la carrera de Alex D’Castro para el mundo entero, en los últimos tres años. Muñoz habla de los planes que tiene para el 2024.
“Vivo hace más de 30 años en Estados Unidos, y gracias al Señor, que me puso en el camino este ser maravilloso que es Alex D’Castro”.´
Gira de aniversario
“El próximo año tenemos la gira 35 años de Alex D’Castro Solo, como recuerdo de todo este tiempo de haber iniciado como solista, después de haber participado en varias orquestas como la de Ismael Miranda, la de Gilberto Santa Rosa, entre otras”, adelantó.
Anécdota
Para pasar su materia de inglés en la universidad, D’Castro invitaba a su profesor a los conciertos.
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