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Carnaval de Cali Viejo: todos los detalles del desfile en la Feria de Cali 2024
El Carnaval del Cali Viejo, El Salsódromo y las Casetas, son tres de los desfiles más importantes de la Feria de Cali. Aquí, apartes de cómo empezaron y evolucionaron con el tiempo.
Son varias las historias que se tejen alrededor del origen de la Feria de Cali. Una tiene que ver con los acontecimientos trágicos como la explosión del 7 de agosto de 1956, cerca a la Terminal de Transportes, que derivó en una fiesta para levantar la moral de los caleños después de la tragedia. También se cuenta que cuando inauguraron la Plaza de Toros, en 1957, se organizó una rumba que terminó convirtiéndose en el evento ferial. Y asimismo, cada desfile tiene su historia, su trasfondo artístico y social.
Es el caso del Carnaval de Cali Viejo que nace “en el año de 1922, nuestro Carnaval se origina en las élites, luego el concepto de lo popular adopta esta fiesta, recogiendo también las colonias del Pacífico, del centro del país, del occidente, que habitan la ciudad”, cuenta Luis Valencia Quirós, asistente de dirección artística del desfile del Carnaval del Cali Viejo y partícipe con su compañía artística con un gran componente social: África Urbana.
Asegura que lo que se busca con este evento cultural es “seguir reivindicando todas esas características patrimoniales de nuestra ciudad, en honor a la memoria, a sus personajes, a la idiosincrasia, a las colonias, a la gente. Cali es una ciudad de brazos abiertos y por ende, aquí el que pasa se enamora, se queda, trae consigo sus costumbres, las arraiga en el territorio y el Cali Viejo recoge esos elementos, esas identidades de nuestro territorio nacional”.
Él participa en el desfile, al que llegó accidentalmente desde 1999, y se enamoró vinculándose desde entonces a todas las acciones de salvaguardia como patrimonio cultural y material de Cali.
En los años 90, recuerda, “una de las cosas muy bonitas era que no había graderías, y aunque había vallas, el público tenía contacto con los artistas. En el 99 nos tocó el recorrido desde el puente de Sameco, de hecho ya era Yumbo, pasando el puente, hasta el Estadio, era larguísimo, pero tenía gente por todos lados. En el Estadio había tarima principal y el público se metía a bailar, hoy en día por el tema de la gradería no se da tanta cercanía”.
Como todo espectáculo, el Carnaval del Cali Viejo ha ido evolucionando dentro de su producción, no sin obstáculos, como la limitante que tiene la ciudad para la realización de eventos masivos. Sin duda, la calle es del Carnaval. “Hay referencia de unos inicios alrededor de las Canchas Panamericanas, antes estuvo en la avenida Roosevelt, en el norte, y en la Autopista Suroriental”.
Este 2024 participarán en el Carnaval de Cali Viejo 30 compañías artísticas con 20 carrozas. Habrá representaciones de danza, teatro y artes plásticas.
El icopor es la materia prima principal para elaborar los muñecos que protagonizan el desfile: “Nos facilita el tema del volumen, el tallado, la pintura, y estamos aprendiendo de carnavales a nivel nacional, como el de Blancos y Negros, de Pasto, con el maestro Hernán Yepez. Aunque ese Carnaval y el de Barranquilla nos llevan una gran ventaja, Cali está llegando a ese nivel”.
Son diversas las compañías, que tienen como sedes los barrios populares, como Desepaz, Comuneros, Marroquín, en Bretaña y Siloé, y en casi todas las comunas de Cali, que año tras año se suman al carnaval caleño. La de Luis: África Urbana, está en la comuna 14, aunque nació hace 13 años en su casa. El ‘profe’ o ‘Pompi’, como le llaman, tiene de pupilos a niños y niñas desde los 4 años, hasta adolescentes y jóvenes del distrito de Aguablanca, que aprenden a elaborar las figuras de icopor y de valores importantes a través del arte.
Uno de ellos es Miguel Ángel Riascos, quien a sus 18 años, ya es artista. Lleva dos años en esta academia. “Aparte de hacer artes manuales, de ayudar a empapelar, pintar, lijar y hasta transportar cosas, estoy en su grupo de baile”, cuenta el también bailarín de salsa, que contempla participar en el Mundial de Salsa el próximo año.
Jhon Anderson Cabezas llegó por el baile, pero luego lo atraparon el arte y la cultura. “Los conocí bailando en una caseta del barrio y me fui metiendo para ver cómo era la vuelta en la academia y me quedé, porque nos dan la oportunidad de mostrar nuestro talento”, cuenta este joven de 15 años, que quiere, al terminar su bachillerato, estudiar ingeniería”.
El ‘profe’ admite que su espacio es gratuito, pero les exige disciplina a los chicos; “ya llevamos varias generaciones y tenemos diferentes líneas de enseñanza: baile de salsa y folclor, artes plásticas del Carnaval y tamborada”.
En su taller han realizado, a mano, tres carrozas: La Madre Tierra, una propuesta de África Urbana, la cual refleja la biodiversidad, y es un llamado a la conservación y defensa del planeta; la minicarroza Somos Pacífico, de tracción mecánica —otras son llevadas por personas—, que da apertura al bloque afro, reúne elementos del mar, la educación, el reconocimiento de la memoria, el tema musical, gastronómico y de bebidas. Y la mini carroza de Cali Sabrosito, personaje de su inventiva, que le abre los brazos al mundo.
La carroza más grande es de 4 metros y medio de alto —por los puentes peatonales no les permiten que sean más altas— y con una profundidad de 5 metros por 3 de frente. Las figuras están hechas de icopor comercial y reciclable, papel kraft y vinilos, y detrás de cada una hay un minucioso proceso de dibujo, de diseño de diferentes figuras, de tallado, de lijado, de forrado y de pintura. La idea es que las figuras parezcan cada vez más humanas y que tengan movimiento. En su labor artística, este palmirano, adoptado por Cali, ha involucrado a su esposa, a su hermana, a su pequeña hija Ashley y a su hijo Joan Sebastián Valencia, quien baila salsa en Turquía, con la academia caleña Reyes Latinos.
EL DATO
El desfile arrancará este año bajando el puente de la 56 hasta el de la 39. Aunque no es concurso, premian a la carroza más representativa, alegre y carnavalera.