Conservatorio de Bellas Artes prepara su nueva oferta en guitarra eléctrica, piano jazz y canto popular

El programa de Interpretación musical de la Facultad de Música, ‘Conservatorio Antonio María Valencia’, fue el primer programa universitario de música en Colombia en tener Acreditación de Alta Calidad. Para el segundo semestre del año, además, ofertará un técnico profesional en ejecución instrumental y fundamentación musical. “Y esperamos el registro calificado. La idea es que se otorgue el título en técnico profesional, luego de un periodo de dos años”, sostiene Javier Andrés Ocampo, Decano de dicha Facultad.

Ocampo, además, es el primer Doctor en Música con énfasis en saxofón del país, titulado en la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos), y cuenta con cuatro diplomas franceses del Conservatorio de Música y Danza de Bourges (Francia). Desde hace 8 años, ejerce como Decano del Conservatorio de Bellas Artes; facultad que además, se precia de tener dos grupos de investigación: Gimpas (ritmos del pacífico sur colombiano) y Ars Vitam (expresiones populares).

“El Conservatorio cuenta con dos líneas artísticas: la formación temprana, que es inherente a la formación básica, para que los menores aprendan a vivir desde la música y la práctica artística. Y cuenta con otra línea de formación de músicos profesionales, quienes se desenvuelven en diferentes áreas: interpretación, creación, composición, arreglos y gestión”, asegura.

Ocampo, además, agrega: “Tenemos una oferta amplia, gracias al personal docente con el que contamos, porque las realidades musicales actuales tienen diferentes caminos. Inclusive, tenemos formatos no tradicionales que han ganado connotados concursos, como el Mono Núñez, donde hemos participado con instrumentos de tradición sinfónica; o estudiantes que se han graduado con propuestas de rock con instrumentos sinfónicos. Lo que hacemos es trabajar un proceso de fundamentación, para que el estudiante desde su interés y su propia perspectiva, encuentre los caminos que quiere crear”.

Finalmente, el Decano expresa que incluso los niños pueden acceder a la formación básica: “El ingreso a infantil es a los 6 – 7 años. Y para el juvenil, entre 11 y 12 años. Es semestral. Los niños cumplen cinco años en infantil y seis años en juvenil. Son ejercicios complementarios a las actividades académicas de las escuelas y colegios. Y una vez salen del colegio, tienen las bases para decir, ‘yo quiero hacer esto todo el día’. No necesariamente queremos que todos los niños que hagan la formación básica sean músicos profesionales, queremos que sean buenos músicos, y que a pesar de que no tengan un desarrollo profesional, por lo menos por placer, puedan seguir disfrutando de la música”.