Cultura
Coreógrafos unieron la danza y la poesía en torno a la obra de Piedad Bonnett para una presentación en Cali
Estos fueron los ganadores de la convocatoria para la creación de una coreografía de danza inspirada en poemas.
El Centro de Danza y Coreografía del Valle del Cauca, La Licorera, realizó ayer la primera presentación con los ganadores de la convocatoria La Danza Tiene la Palabra, en la que se invitó a bailarines y coreógrafos de toda Colombia para que crearan una obra dancística basándose en la poesía de Piedad Bonnett, poeta ganadora, entre otras distinciones, del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2024.
Buscaban que en una coreografía corta (mínimo cinco y máximo diez minutos), se evidenciara la relación entre danza y poesía. De entre 41 propuestas que se recibieron, un grupo de jurados expertos en artes escénicas, escogieron las coreografías Las Herencias, de Mariana Herrera Juri, y Caída, de Maikol Sánchez Quiñónez, como las ganadoras.
Mariana, bailarina y coreógrafa, directora de la compañía Fire Dance Complex, ubicada en Cali, creó la representación del poema Las Herencias y además dirigió a tres de sus alumnas, una niña y dos adolescentes, en una obra en la que danzan frente a una serie de espejos, multiplicándose y confundiéndose, siendo una y muchas mujeres.
“Al hacer este proyecto nos dimos cuenta de que el movimiento que utilizamos para recrear este poema nos une y nos transforma en un solo pensamiento de responsabilidad con la generación que viene después de nosotros, abriendo las puertas y dando a entender que deben creer en su sentir sin pasar por encima de nadie, nos identificamos muchísimo creando esta coreografía, dándole movimiento a estas hermosas palabras de la poeta, identificándonos a diario, porque nosotros vivimos en ese deseo de no querer crecer, de no tener esa responsabilidad de mayores y esas obligaciones que son inevitables para la vida”, expresó Herrera.
Maikol, docente y coreógrafo experto en danza contemporánea, director del laboratorio experimental LABEX de Bogotá, presentó una obra unipersonal, basada en el poema Algo Hermoso Termina.
“Me siento muy emocionado muy feliz de poder compartir esta investigación coreográfica, que hace una propuesta desde la danza contemporánea experimental, buscando la plasticidad corporal, el gesto interpretativo, desde el movimiento suspendido de la caída, la elongación, y encontrando una relación con el poema, donde la autora hace un análisis introspectivo de los ciclos de pérdida y transformación”, dijo el coreógrafo.
Para la poeta, Piedad Bonnett, quien asistió a la presentación de las dos coreografías en Cali, “la poesía se expresa de muchas maneras, y me parece que la danza, intrínsecamente, tiene poesía. Se puede hacer poesía con el cuerpo y crear con él un lenguaje simbólico. Yo creo que, básicamente, eso es lo que emparenta la danza y la poesía, que cuando uno está viendo danzar, uno está interpretando, como uno interpreta cuando lee poesía, no solamente se está disfrutando el movimiento, en el ritmo adivinamos un tema, un sentido”.