El documental 'La forma del presente' de Manuel Correa se presentará en noviembre en Cali

Qué pasó con los sobrevivientes de más de 50 años de conflicto interno? Esta es la pregunta que se propone resolver ‘La forma del presente’, del director Manuel Correa, de la mano con las víctimas que narran no solo su dolor, sino cómo lograron edificar a partir de él.

El documental, que se proyectó en la última edición del Bogotá International Film Festival, Biff, que se llevó a cabo del 10 al 16 de octubre en Bogotá, y que se proyectará en los próximos meses en Cali en varias salas de cine alternativo, hace una apuesta incluso política: contar el conflicto desde una única verdad es peligroso.

“No hay víctimas ni victimarios, hay es sobrevivientes y así mismo múltiples verdades”, comenta Correa.

En el documental aparecen las Madres de la Candelaria, una organización de víctimas. Y militares también. ¿Cómo fue el acercamiento con ellos?
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A donde las Madres de la Candelaria fui un día como cualquier visitante. Estuve con ellas mucho tiempo pero no llevaba la cámara, no me interesaba, realmente la llevé muy pocas veces, solo quería estar ahí, ser parte. Ellas han logrado a través del teatro edificar su dolor y eso me impresionaba mucho, a la vez que reflexionaba sobre los muchos cineastas y documentalistas que iban a donde ellas, sacaban su dolor y se iban y no volvían y ellas no veían nada de lo que ellos grababan. Yo decidí que eso no podía ser así. Que no queríamos ver una visión del dolor de ellas, sino las cosas increíbles que estaban planteandose para el futuro, a través del uso de la memoria y no quedarse en el pasado.

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Con los militares fue diferente. Con ellos siempre tuvimos presente la cámara, fue un ejercicio muy interesante porque ellos se consideran también víctimas. Lo primero que me dijeron fue: Si las Farc reclutan a la gente forzosamente, eso está mal, sin duda, pero a nosotros también nos recluta el Estado, por ley. Y me preguntaban: ¿Cómo es eso distinto? Eso era muy interesante con ellos. El ejercicio fue tan interesante como darme cuenta que entre ellos hay militares marxistas como también de derecha.

¿Cree que hemos estado a la altura ética, moral e histórica de narrar el conflicto?
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No. Es decir, hay un trabajo periodístico que es importante e intenta esclarecer hechos y eso es fundamental, eso lo hacen tanto periodistas como cineastas: crean documentos que son muy importantes para entender nuestro conflicto. Hay cineastas y periodistas que llevan un lente mucho más extractivista, mucho más agresivo. A mí eso siempre me ha molestado. Con las Madres de la Candelaria pasó, según me comentaron ellas, que algunas de las obras de teatro que han hecho y que incluso quedaron grabadas, no les quedaba ni una grabación. De hecho la razón por la que el documental está grabado en una finca en algunos momentos es porque decidimos hacerles una película que ellas pudieran conservar.

El documental hace una dura crítica sobre el peligro de una única verdad sobre el conflicto interno. ¿Qué reflexión hace al respecto?
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Sí. Creo que siempre estamos concibiendo múltiples verdades y eso conlleva una gran responsabilidad ética. Me llama mucho la atención, por ejemplo, que en WhatsApp recibo todo el tiempo información falsa o poco confiable sobre nuestra realidad política. Eso es problemático porque no es posible que nos estemos narrando desde la falacia y en ese sentido la apuesta por el trabajo de documentación tiene que estar ligada sí o sí a un trabajo de verificación de esa verdad.

¿Cuándo llegará a Cali el documental?
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Me parece muy importante que llegue a Cali. Va a ser proyectado en un circuito de salas alternativas de cine a partir del 21 de noviembre, no solo en Cali sino en el resto del país. Eventualmente mi idea es que esté en Internet gratis y libre para que todo el mundo lo pueda ver, eso me parece fundamental. El futuro del proyecto realmente no es que se vea en muchas salas sino que la gente reflexione sobre la construcción histórica del conflicto. Espero que sea una hoja de ruta para que muchos otros aprendan a navegar al respecto.