El legado de Manuel Lago, el arquitecto de la modernidad caleña

El arquitecto Manuel Lago Franco, quien falleció en la madrugada de este jueves, 16 de noviembre, a sus 92 años, dejó para Colombia, y en particular para Cali, un legado de modernidad y elegancia en la arquitectura. Nacido en 1932, en Popayán (Cauca), se formó como arquitecto en la Universidad de Cornell, una de las más importantes de Estados Unidos, donde conoció directamente la arquitectura del siglo XX.

En esos años, como cuenta Francisco Ramírez Potes, arquitecto y director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Valle, “Philip Johnson, profesor visitante en Cornell invitó a varios estudiantes de Cornell a trabajar unos días con él, quien adelantaba junto con Mies Van der Rohe, el edificio Seagram en Nueva York, así Manuel Lago tuvo la oportunidad de conocer al maestro alemán”.

En la Universidad de Cornell también desarrolló su talento artístico en el taller de escultura de maestro Jack Squier, por eso, “sus diseños tienen cortes y formas muy sutiles de alguien influido por el humanismo europeo”, afirma Francisco Ramírez Potes, quien también es autor del libro ‘Lago & Sáenz, la materia y el vacío’, dedicado a la obra arquitectónica de Manuel Lago.

El estilo humanista de Lago, explica Ramírez Potes, se deriva de que “por recomendación del profesor Romaldo Guirgola, Lago realizó un viaje de año y medio por Italia, tiempo en el que estudió y asimiló la arquitectura Europea, especialmente la del Renacimiento”.

Cuando regresó a Colombia, a finales de los años 50, se radicó en la ciudad de Cali, donde junto a su amigo, el arquitecto Jaime Sáenz, crearon en 1956 la firma Lago & Sáenz, a través de la cual realizaron algunas de las más importantes edificaciones públicas y privadas de Colombia, en ciudades como Palmira, Armenia y Medellín, pero principalmente en Cali, donde su legado definió el rostro de la Cali moderna.

“Ellos tenían preestablecido que al regresar de sus estudios en el exterior crearían una empresa en Cali, por su parte Jaime Sáenz tenía unas grandes habilidades proyectuales y conocimiento en el desarrollo técnico, mientras Manolo Lago tenía un talento para diseñar magníficas construcciones con su fascinación por los espacios, de modo que ambos materializaron edificios que hoy tienen más de 60 años y mantienen su calidad formal perfectamente, debido a esa mezcla de capacidad técnica y exactitud de Sáenz, y el arte y urbanismo de Lago”, comenta Ramírez Potes.

Entre las obras arquitectónicas más destacadas de Manuel Lago se encuentran: la Torre de Ingenierías de la Universidad del Valle, el Museo La Tertulia, el Edificio Banco de Occidente, la Cámara de Comercio de Cali, el Banco de la República, el Edificio Carvajal, el Edificio Banco Popular, el Palacio de Justicia de Cali, el Parque Panamericano de Cali (o Plazoleta de las Banderas) y el Edificio de la Biblioteca Departamental ‘Jorge Garcés Borrero’, entre otras edificaciones privadas y públicas.

Igualmente, otros de sus edificios son el Centro Administrativo La Alpujarra de Medellín, que Manuel Lago consideraba su mejor obra, la Terminal Terrestre de Guayaquil y el Centro Administrativo Municipal de Palmira.

La arquitecta caleña Fabiola Aguirre Perea, amiga de ‘Manolo’ Lago, considera que “como ser humano, hizo de su vida una obra de arte, era un fantástico conversador y tenía un gran sentido del humor, se relacionó con la intelectualidad de mediados del siglo pasado en Colombia, participó en las tertulias de La Cueva cuando estaban Gabriel García Márquez y Álvaro Cepeda Samudio, con Alejandro Obregón mantuvo una relación maravillosa. Además, él pintaba, hacía obras de arte en su vida privada. Tenía unas grandes cualidades como perspectivista y era un extraordinario dibujante. Una de sus virtudes era que solo hablaba de las cosas buenas de los demás, incluidos sus colegas arquitectos”.

Para el escritor y columnista Óscar López Pulecio, “Manolo Lago fue un arquitecto de la mayor importancia en la construcción de la Cali moderna, educado en el exterior tanto en Estados Unidos como en Italia, volvió a nuestra ciudad con una visión nueva de la arquitectura. Los edificios institucionales y casas particulares que diseñó en Cali con su firma de arquitectos Lago & Sáenz, demostró que había otra forma de construir la ciudad, que ya no estuviera tan atada a la tradición colonial y republicana, para decirlo en una frase, Manolo Lago fue el gran modernizado de la arquitectura caleña”.

Por su parte, para María Elisa Holguín, directora de la Fundación Bibliotec, “Manuel Lago, uno de los arquitectos más importantes que ha tenido Cali, deja en nuestra ciudad su memoria como el gran aliado de la cultura, el hermoso edificio principal del Museo La Tertulia emblema arquitectónico y el majestuoso edificio de La Biblioteca Departamental, son dos ejemplos de su legado”.

Francisco Ramírez Potes, quien desde muy joven admiró la obra de Manuel Lago, concluye que “fue un uno de los grandes arquitectos modernos colombianos, pero además fue alguien muy importante en la vida cultural de Cali, en primer lugar como arquitecto del Museo La Tertulia, después como un promotor y defensor del espacio público como elemento esencial de la vida urbana y del buen vivir, porque como vemos en sus obras, sus grandes espacios siempre invitan a compartir. Todos sus grandes edificios se caracterizan por la generación de espacios que acogen la vida ciudadana, que son un respiro y desahogo cuando las personas caminan por las calles de la ciudad”.

En el año 2020, Manuel Lago recibió el título de Doctor Honoris Causa, galardón otorgado por la Facultad de Artes Integradas de la Universidad del Valle y avalado por el Ministerio de Cultura, en reconocimiento de su trayectoria y los aportes a la historia de la arquitectura colombiana.

El arquitecto Lago

“Manuel Lago produjo obras excepcionales que marcaron un hito en la historia arquitectónica del siglo XX. Estas obras modernas, de cuidadosa implantación urbana y un manejo climático y ambiental apropiado al clima local, representan para Cali una arquitectura emblemática. Muchas de estas obras obtuvieron relevancia nacional e internacional, son un legado de valores para las nuevas generaciones de arquitectos en formación y en ejercicio”, Arquitecta Susana Jiménez Correa, docente, Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad San Buenaventura, Cali.

Museo La Tertulia

Quizá su obra más icónica es el edificio del Museo La Tertulia, donde siempre se le rindió homenaje. Para Ana Lucía Llano Domínguez, directora de esta institución, “su trascendencia en nuestra historia en infinita. Por eso, en el 2021, en acuerdo con la junta directiva, se tomó la decisión de hacer homenaje a la vida y obra de nuestro querido ‘Manolo’ Lago, con la exposición Manolo Lago. El entusiasmo de una idea”.

Ana Lucía Llano Domínguez compartió una anécdota que recuerda de ‘Manolo’: “Pues creo que lo más divertido fue que cuando le propusieron hacer el museo, le dijeron que fuera como una casona vallecaucana y él propuso una edificación completamente contemporánea, muy europea (palazzo Della civilta) Todo lo contrario a lo que le habían dicho. Y eso en alguna medida contribuyó a la modernización arquitectónica de la ciudad, ese es mi parecer”.