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El melómano y coleccionista Isidoro Corkidi habla su pasión de 78 revoluciones
Isidoro Corkidi, caleño de ancestros turcos, es una autoridad del coleccionismo, su pasión de 78 revoluciones.
Por Isabel Peláez R., editora de cultura y entretenimiento
Yo estaba en Nueva York, y un amigo me dijo: ‘Están vendiendo una colección, hay que comprarla completa, no puede escoger’. Le dije: ‘Más bien desisto’. Pero esa noche, en el hotel, me quedé cavilando, y dije: ‘Vamos a ver esos discos mañana’. Fui, los miré y había cosas muy interesantes, huesos también. Fuimos a la casa de un puertorriqueño ya mayor. Eran unos 1500, el resto los saqué aquí en la ciudad. Para traer esos discos de Nueva York tuve que estarme dos días encerrado con todas las cajas, mandé 21 y dentro de cada una venían 6 más y dentro de cada cajita, entre 15 y 20 discos. Los espacios libres los llenamos con icopor. Los discos llegaron a los tres meses, porque venían en barco, por avión habría costado una fortuna”.
Quien habla es Isidoro Corkidi Yaffé, locutor, conferencista, investigador y traductor caleño, de ancestros turcos, pero con un título que le dibuja siempre una sonrisa en el rostro, cada vez que se lo mencionan: melómano y coleccionista.
¿Cómo es que un caleño de ancestros turcos termina enamorado de la salsa?
Mi padre, León Corkidi, llegó en 1927 a Barranquilla, como llegaron muchísimos inmigrantes a Colombia, con lo que tenía puesto. Empezó como vendedor ambulante. Se fue para Armenia, donde abrió el almacén El Famoso León, luego tuvo otro: El Famoso Caimán, y otro más, El Famoso Tigre, eran misceláneas. Mis padres eran del mismo pueblo de Turquía, eran parientes lejanos. En 1938, mi abuela llamó a mi papá, lo hizo llegar a Nueva York porque iba a conocer a alguien muy importante. Mi padre quedó encantado. Al cabo de unos meses se casaron en Nueva York y se residenciaron en Cali, donde él importaba toda tipo de cosas. Él tarareaba con un español perfecto y sin acento, boleros de Agustín Lara, de Daniel Santos y Bienvenido Granda. Yo tendría 10 ó 12 años, y pensaba: “Esa es la música de los viejos”. Pero mire lo que es la vida, con el paso de los años, terminé yo metido en este mundo de la música.
Usted estudió en Bogotá en un colegio donde escuchaba más rock y eran amantes de The Beatles, ¿cómo llega la salsa a su vida?
Yo vivía en la carrera 7 #21-30, y en cada cuadra había por lo menos un almacén o dos de música. No tenía idea de música cubana, ni vislumbraba la salsa, que vino mucho después. En el año 1964 caminando por la Séptima escuché una canción que para mí fue definitiva: El Carretero, de Guillermo Portabales, yo me estacionaba en el almacén donde estuviera sonando. Si lo volvía a escuchar en la misma cuadra, no me movía hasta que la canción terminara. En 1968 me gradué de bachiller y regresé en 1974 a Cali. Y me empecé a vincular con la música, porque en esos años los programadores tenían muy buen gusto, se escuchaba mucha música cubana, a finales de los años 60 se empezó a escuchar lo que luego se llamó salsa. En 1968 llegan Richie Ray y Bobby Cruz a Cali, y eso sirvió para que se incorporara un nuevo estilo de música, el golpe salsero que ellos trajeron junto a lo que se escuchaba en la ciudad. Bailábamos música tropical del caribe colombiano. Todo el mundo afirma que ellos incorporaron un gusto musical, es cierto parcialmente, porque desde 1950 se escuchaba la música de Rafael Cortijo con Ismael Rivera se escuchaba en la ciudad, en el ambiente popular.
¿Cómo llegó al coleccionismo?
¿Quién fue primero, el melómano o el coleccionista?
El orden lógico de las cosas señala que primero fue el gusto, y después de que uno ha materializado ese gusto en discos, empieza a volverse melómano, ya no se trata únicamente de coleccionar, sino de investigar qué es lo que tiene uno en su casa, por decir, vamos a buscar el Trío Matamoros, entonces hay que saber sobre la vida del trío y luego, del conjunto. Primero viene la atracción por la música, que lo lleva a uno a meterse en el coleccionismo, y sin uno darse cuenta, al cabo de los años, dice ‘¿pero yo qué hago con todo esto?’, debo darle un orden. Y empieza a hacer una clasificación, a llevar todo en orden alfabético, por estilos, que la salsa, por un lado, la música cubana, por otro, la música brasilera en otra esquina. No se trata solo de entrar al mundo del coleccionismo, hay que compenetrarse con él, a través del conocimiento.
¿Azota baldosa o solo escucha?
Tengo un problema físico, de salud, y a pesar de que amo el baile, y que iba años atrás a El Escondite, ya no puedo hacerlo, e tengo ciertas dificultades.
¿Cuáles son los discos que lo ponen a mover los pies así esté sentado?
Los de pachanga son sensacionales, por decirle uno, Sabrosa Descarga, de la Orquesta de Manolín Morel, tan pronto se escucha, hay que salir a la pista.
¿En el Encuentro de Melómanos cuál sería la canción de esta Feria?
Caramba, con eso se hicieron tantas cosas que no se debieron hacer de esa manera... Se crearon muchas dudas acerca de la veracidad de esas encuestas, que terminaban siendo acomodadas y pierden su validez. Hasta 1980 la canción elegida sí concordaba lo que uno veía. Estando yo niñito, se escuchó una canción que la vocalizó una cantante argentina, Lita Nelson: Palo Bonito, y se volvió emblemática. En 1961 el golpe que dio La Pollera Colorá, la volvió inmortal.
Hablemos del Encuentro de Melómanos y Coleccionistas, ¿cómo ha evolucionado con el tiempo?
El evento inició con un toldito, una mesita, dos tocadiscos y un parlante a cada lado, eso era todo. Mire los escenarios que hemos concebido. La mayoría no tiene claro que este evento nació, no para destacar a las orquestas, estas y los discos que se ponen en las tarimas ya son famosas, el evento busca destacar la música que tienen los coleccionistas de Cali o los invitados. El objetivo es destacar la música de los coleccionistas. Los artistas no son los miembros de las orquestas, sino quienes suben a la tarima a mostrar lo que tienen en casa. Vamos a recuperar el evento.
¿Hay coleccionistas jóvenes, cómo ve el futuro del coleccionismo?
¿No hay coleccionismo de CDs?
Sí, claro, no les quitemos valor a quienes lo hacen, pero estos son piezas originales a partir de determinados años, cuando que empezaron a salir. Las personas persiguen en realidad esos discos viejos de 78 revoluciones grabados por allá en 1940 y 1950; el coleccionista persigue la originalidad.
¿Cuál es el descubrimiento que hizo en materia de la salsa en Cali?
Cali es muy importante para la historia no solo de la salsa, sino de la música cubana. La ciudad empezó a buscar la música y a coleccionarla, a partir de la cubana. No todas las ciudades del mundo tienen la calidad de coleccionistas que hay aquí, aunque destaco las colecciones de la gente de Barranquilla, Bogotá y Medellín, Cali guarda la memoria musical de los artistas.
Programa
Estadio de Atletismo Pedro Grajales.
2;00 p. m. a 1:00 a. m.
• 27 de diciembre: Camino al Barrio con la Orquesta del pianista Julio Cortez y su Corte (35 años de trayectoria) con los cantantes invitados Kike Harvey y Junior Valdés.
• 28 de diciembre: Día Internacional de las Mujeres en la Música Latina con la Orquesta D’Caché y las cantantes Francia Elena de Colombia y Raquel Zozaya de Cuba.
• 29 de diciembre: Día de la Música Tropical y del Bolero con la Orquesta BoleOro de Carlos Córdoba, banda gigante, con Fabio Martínez de Panamá y Diana Serna, invitados.
• 30 de diciembre: La Belleza de mi Negra Música con la Orquesta Vimer, dirigida por el percusionista Carlos Sarria, acompañando al cantante Luigui Texidor.