Cultura
En imágenes: Así han transcurrido los 70 años de historia de la televisión colombiana
Hace siete décadas, la llegada de la televisión transformó las dinámicas familiares y la pantalla chica se convirtió, con el tiempo, en un punto de encuentro. Un repaso por los personajes y programas inolvidables de dicho medio.
Por Juan Carlos Moreno Uran, reportero de El País
Las primeras emisiones públicas de televisión las efectuó la BBC One en Inglaterra en 1936 y la NBC en Estados Unidos en 1939, y casi 20 años después llegó a Colombia; el 13 de junio de 1954 tuvo lugar la primera transmisión de televisión en el país del Sagrado Corazón.
Este mes de junio se cumplen siete décadas de la televisión como un agente crucial de cambio social y cultural.
Desde su llegada, este medio ha sido un pilar en la transformación y desarrollo del país. La irrupción de la llamada pantalla chica en la vida cotidiana de los colombianos revolucionó su realidad, ofreciendo una ventana al mundo que amplió horizontes y permitió el acceso masivo a información, educación, entretenimiento y cultura.
Películas sobre la televisión
Los cineastas colombianos han retratado este arribo de la TV en varios filmes que demuestran que este medio no solo ofreció contenido variado, sino que también ayudó a construir una narrativa nacional con la que muchos ciudadanos se identificaron.
Algunas de las películas son: El Control, que es la historia de Fernando José Castro Cuevas y don Antonio, su padre, por mantener unida la familia en tiempos en que todo se opone a este objetivo. La llegada del televisor se convierte en el detonante de divertidas aventuras, en las que en medio de los ritos familiares y las ceremonias domésticas se afianza la identidad y se consolida la lucha diaria por el amor.
También en la producción cinematográfica de Lisandro Duque, Los Niños Invisibles, se retrata el momento de la llegada de la televisión al pueblo. Allí se congregan las familias en un lugar para ver la emisión del momento. Los niños aprovechan esta situación para perseguir su objetivo de hacerse invisibles.
Relato de identidad
Este medio de comunicación ha jugado un papel fundamental en la creación de un relato común. Programas emblemáticos y noticieros han tejido historias y compartido eventos que han marcado la identidad colombiana, generando un sentido de pertenencia y reconocimiento entre sus habitantes.
La llegada de la televisión transformó las dinámicas de los hogares. En la época de su introducción, se crearon nuevas costumbres y rituales alrededor del televisor, que se convirtió en un punto de encuentro familiar. Estas prácticas han perdurado, creando recuerdos compartidos y fortaleciendo los lazos familiares.
Aunque la radio y la prensa fueron predecesoras importantes, la televisión introdujo un elemento visual que capturó la atención del público de manera única. Su formato dinámico y atractivo cambió para siempre la manera en que se consumía información pública, estableciendo un nuevo estándar en la comunicación de masas.
Setenta años después, sigue siendo un medio influyente en Colombia, adaptándose a las nuevas tecnologías y formas de consumo, pero manteniendo su esencia como herramienta de cambio y cohesión social. Su legado es evidente en la manera en que ha moldeado la cultura y la sociedad colombiana, dejando una marca indeleble en la historia del país.
El domingo 13 de junio de 1954, a las 7:00 p. m., se realizó la primera transmisión de televisión en Colombia. El gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla, ese día cumplía un año en el poder, tras el golpe de Estado que le dio a Laureano Gómez, y es por esta razón que el general Rojas aprovechó la ocasión para presentar la llegada de dicho medio de comunicación al país y dar un discurso que sería recordado como el primer evento televisado.
En esa época, más de la mitad de la población rural de Colombia era analfabeta y este medio se convirtió en una alternativa para que las personas aprendieran a leer y escribir, a través de programas liderados por el gobierno, para enseñar a distancia. Y debido a la falta de acceso al arte, fue un mecanismo para difundir música, teatro y cine a personas de diferentes regiones.
La inversión inicial para que la televisión colombiana se convirtiera en una realidad fue de 10 millones de pesos. Colombia se posicionó como el sexto país de Latinoamérica en implementar ese medio.
Luego llegó como todo un boom la TV a color, cuya primera emisión se hizo para presentar programas del Instituto Colombiano de Cultura, en diciembre de 1979.
El 18 de diciembre de 1987, en Bogotá, se disfrutó, por primera vez, de un nuevo estilo de programación: la televisión por cable. En 2012 llegaron las plataformas digitales, que aún hoy permiten al espectador ver algo que está buscando sin someterlo a un horario fijo.
Actualmente, hay cada vez más de estas que brindan una amplia oferta —independientemente de su calidad—, fragmentando las audiencias y la oferta de contenidos y personalizando el consumo audiovisual. Mientras la televisión nacional realiza cada vez más pocas producciones, dejando de lado la construcción de identidad.
El Minuto de Dios
El 10 de enero de 2024, el programa televisivo “El Minuto de Dios” celebró su 69º aniversario. En 1955 es creado por el padre eudista Rafael García Herreros, un espacio de 60 segundos es el programa más longevo de la televisión colombiana. Su origen se remonta a 1950, cuando el padre García Herreros lanzó un programa radial diario de un minuto. Cinco años después, el programa hizo su debut en televisión. Desde entonces, ha mantenido el desafío de transmitir un mensaje profundo en tan breve tiempo. Durante 38 años, el padre García Herreros dirigió el programa.
Novelas que marcaron a todo un país
La producción de dramatizados o novelas ha reflejado un sentir de país y de presentar la identidad nacional en sus complejidades y diversidades. Estas son algunas de las producciones que destacan a lo largo de la historia de la televisión nacional: La Abuela (1979); Pero Sigo Siendo el Rey (1984); Los Cuervos (1986); Caballo Viejo (1988); Los Pecados de Inés de Hinojosa (1988); ¿Por qué Mataron a Betty si era tan Buena Muchacha? (1989); Cuando Quiero Llorar no Lloro (1991); La Casa de las dos Palmas (1991); Escalona (1991); Señora Isabel (1994); Café (1994); Betty, la Fea (1999); Pecados Capitales (2004); La Saga, Negocio de Familia (2005) y finalmente Escobar, el Patrón del mal (2012). Todas estas realizaciones a lo largo de la historia de la televisión han presentado realidades que caracterizan a un país diverso.
Para varios teóricos de la televisión como Jesús Martín Barbero y Claudio Salinas han reflexionado sobre la importancia de este medio: “Las formas melodramáticas emergen en géneros, estilos, formatos y medios distintos, en épocas distintas, pero siempre conectando a los sujetos con sus experiencias e identidades, en tanto lo melodramático supone la puesta en relato de experiencias cotidianas”.
Rostros y Rastros, una producción regional
El programa de televisión regional Rostros y Rastros, emitido por Telepacífico durante 12 años ininterrumpidos (1988-2000), representa una de las experiencias audiovisuales más fecundas del proyecto de regionalización de la televisión nacional, habiendo obtenido alrededor de 60 premios y reconocimientos en festivales y muestras de Cali, Bogotá, Medellín, Cartagena, Caracas, San Juan de Puerto Rico, La Habana, Brasil, Panamá y Canadá.
“Un acervo audiovisual de más de trescientas obras en el que reposa buena parte de la memoria cultural de la región sur occidental de nuestro país, pero sobre todo de la ciudad de Cali, en un periodo histórico de transformaciones de todo tipo, tanto económicas, sociales y políticas comotopográficas, urbanas, rurales y de comunicación; un periodo marcado por fenómenos que dejaron huellas indelebles tanto en la epidermis de la ciudad. Aunque no siempre constituyan los temas específicamente abordados por Rostros y Rastros, buena parte de los documentales de este programa ponen en evidencia algunos de los efectos de fenómenos como la inmigración, el narcotráfico y la transformación de patrimonios culturales”, afirma el profesor e historiador de Univalle, Ramiro Arbeláez Ramos.
Personajes más recordados y ausentes ya
- Alicia del Carpio fue la primera mujer en aparecer en pantalla en el país. Del Carpio fue la encargada de presentar al general Rojas Pinilla el día en que se inauguró la televisión el 13 de junio de 1954 pero alcanzó la fama con la comedia Yo y Tú.
- Fernando González Pacheco comenzó su carrera en 1957, cuando la televisión tenía cuatro años y se hacía en blanco y negro, en vivo y en directo. Pacheco entretuvo durante cinco décadas a todo un país en varios programas.
- Gloria Valencia de Castaño era conocida como la primera dama de la televisión. Esta ibaguereña dedicó su vida al desarrollo de contenidos educativos, culturales y ecológicos.
- Jimmy Salcedo fue el barranquillero que puso a cantar y reír a los colombianos con su show y las ocurrencias musicales y humorísticas de Los Meros Recochan Boys y de Hernando ‘el Culebro’ Casanova, con quien constituyó una llave cómica.
- Teresa Gutiérrez conquistó la audiencia y enamoró a todo el país con su voz cuando aún no se sospechaba que la televisión fuera un invento posible y logró mantenerse vigente en el medio durante setenta años. Participó en más de 40 telenovelas y seriados.
- Julio Enrique Sánchez Vanegas, empresario, productor, presentador, y uno de los hombres más influyentes en el mundo audiovisual colombiano, fue el creador de Producciones JES.