DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
La Orquesta Filarmónica de Cali tendrá como directora invitada a la maestra Paola Ávila
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la Orquesta Filarmónica de Cali tendrá a Paola Ávila como directora invitada.
El repertorio de la música clásica tiene una gran deuda con las mujeres, como es evidente, la mayoría de obras universales que son interpretadas pertenecen a compositores: hombres, blancos y europeos. Solo en tiempos recientes, las mujeres comenzaron a tener relevancia en el mundo de la música culta, en particular, como grandes instrumentistas y directoras, quienes desde su posición están descubriendo ese legado musical oculto.
Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, y reconocer el legado de las mujeres en la música, que en Colombia tiene grandes representantes, la Orquesta Filarmónica de Cali realizará un concierto hoy, a las 7:00 p.m., en la Sala Beethoven de Bellas Artes, en el que tendrá como directora invitada a las maestra Paola Ávila, quien actualmente dirige la Orquesta Filarmónica de Mujeres en Bogotá.
Antes del que será su primer concierto en Cali, la destacada música bogotana habló con El País.
¿Cómo están representadas hoy las mujeres en la música clásica?
Vamos progresando, pero es un camino largo. No obstante, en el 2023 la situación es muy distinta a la de 30 años atrás, ahora tengo muchas más colegas, no solo en Bogotá, también en Medellín y Cali. Conozco algunas directoras, como Lina González, que de hecho es caleña, quien viene haciendo una carrera muy importante a nivel internacional, hace poco dirigió la Orquesta Filarmónica de Nueva York, y ahora es directora residente de la Ópera de Los Ángeles, ella ha sido una de mis mayores inspiraciones. Y como ella, también la maestra Cecilia Espinosa en Medellín ha venido abriendo el camino para que mujeres de las nuevas generaciones sigamos incursionando en la música clásica, para que hayamos cada vez más y no sea algo tan excepcional.
¿Cómo fueron sus inicios en la música?
Mis padres nos llevaron a clases de música desde muy pequeños, a mi hermano y a mí. Él también es pianista. Así, poco a poco, me apasioné por la música sinfónica, y durante toda mi niñez toque la viola en diferentes orquestas. Entonces, estudié música en la universidad, pero ya en la mitad de la carrera elegí dirección y ahí descubrí que el camino me llevaba hasta el podio de la orquesta, ese lugar tan especial donde me encuentro ahora. Se lo debo a mis padres, y tanto mi hermano como yo continuamos en la carrera musical.
¿Cómo es su trabajo con la Orquesta Filarmónica de Mujeres? ¿Y qué importancia tiene?
Surgió gracias a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, cuando su director actual, Andrés García, decidió remediar esa minoría de la presencia de mujeres en el mundo sinfónico. Porque, en general, ninguna orquesta en Colombia tiene más del 35% o 40% de integrantes mujeres. Así que se presentó el proyecto de una orquesta de mujeres, y finalmente en mayo de 2022 empezamos a ensayar. Este es un mensaje claro para la sociedad, por supuesto, en términos de igualdad, también para cada una de las mujeres que la integramos, ha sido una oportunidad de crecimiento invaluable, hoy en día nuestras integrantes son invitadas para ser concertinas, jefes de cuerda y altos cargos en la música. De modo que ha valido la pena, y así estamos logrando llegar a ese punto de equilibrio para que al menos se hable de un porcentaje 50/50 en la participación de mujeres no solo en las artes, sino en todas las profesiones.
¿Y cómo analiza la desigualdad de género en el repertorio clásico? En gran medida solo se interpreta música de hombres...
Es muy cierto y muy desafortunado, porque está desigualdad de condiciones desde hace tanto tiempo ha hecho que hoy tengamos muy poco acceso a obras de compositoras. Con la Orquesta Filarmónica de Mujeres tenemos la responsabilidad de programar al menos una mujer en cada concierto, pero la complejidad de encontrar ese repertorio es muy grande, frente a la facilidad de acceso para compositores más reconocidos como Beethoven, Mozart o Tchaikovski, es una brecha muy grande, porque nunca nadie se tomó el trabajo de editar a las mujeres. Por eso, una mujer como Fanny Mendelssohn, la hermana del famoso Felix Mendelssohn, quien compuso muchas obras, debido a la desigualdad y falta de reconocimiento en su época, tuvo que ser su hermano quien firmara sus obras, porque de otra manera nunca iban a ser difundidas ni escuchadas. Es algo que hasta el día de hoy nos sigue afectando, y es muy complejo programarlas, pero aun así, es nuestra responsabilidad darles el derecho a ser escuchadas. No se trata de solo programar mujeres, es de darles el mismo derecho que tuvieron los hombres.
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