CINE
Se cumplieron 30 años de 'Perros de reserva', la primera película de Quentin Tarantino
Se cumplieron 30 años del estreno de la primera película de Quentin Tarantino, un clásico de la cinematografía de gansteril. Algunas apreciaciones, anécdotas y extravagancias alrededor de la producción de ‘Perros de reserva’.
Treinta años son toda una vida —al menos solo un poco más corta que la mía— y esa es la edad que cumplió en enero de este año ‘Perros de reserva’, el primer largometraje de Quentin Tarantino: admirador de Jean-Luc Godard, John Woo y Larry McMurtry. Una película que sirvió para edificar la sangre y la maldad como recursos estéticos capaces de representar un mundo cada vez más insensible y dispuesto a comer bocadillos mientras un hombre se desangra en una plataforma. En esta historia, protagonizada por ladrones socráticos —personajes que se interesan más por hablar que por robar—, Tarantino inauguró así su idea del cine: hombres rudos, leales hasta los huesos a la comunidad de forajidos a la que lograban pertenecer, solo después de demostrar que la valentía es una alta virtud, valorada incluso entre bandidos.
La realización de la película está repleta de anécdotas que valen la pena mencionar, empezando por la hazaña que supuso trabajar con el presupuesto inicial de 50.000 dólares que Tarantino había ganado después de venderle el guion de ‘True Romance’ a Tony Scott. Luego, el grupo de actores que logró reclutar, un reparto que excedía las posibilidades para algunos directores de la época: Harvey Keitel como Mr. White, Tim Roth como Mr. Orange, Michael Madsen como Mr. Blonde, Chris Penn como Nice Guy Eddie, Steve Buscemi como Mr. Pink, Lawrence Tierney como Joe Cabot, Edward Bunker como Mr. Blue, y el mismo Tarantino como Mr. Brown. Las actuaciones son notorias, incluyendo la de Tarantino que deja en claro cómo un buen director puede ser un pésimo actor.
La historia de la película nos ubica en la organización criminal de Joe Cabot
—Lawrence Tierney— quien ha reunido a un grupo de ladrones profesionales para robar una entrega de diamantes a plena luz del día. En ‘Perros de reserva’, Tarantino empieza a explotar un recurso que llevará al límite en ‘Pulp fiction’ (1994): digresiones y saltos temporales que permiten la construcción de una biografía en movimiento de cada uno de los personajes involucrados en la historia. Los personajes no son hombres redimidos o en búsqueda de reivindicación, son todos hombres despreciables poseedores de un gran carisma, capaces de hacernos olvidar la sordidez de sus vidas.
La situación inicial de la película nos ubica en una mesa de restaurante en la que un grupo de hombres vestidos de traje desayuna, mientras “deconstruyen” las intenciones reales de la canción ‘Like a virgin’ de Madonna. Sobre esta escena, la mismísima Madonna envió una copia firmada del álbum en el que aclaraba a Tarantino que la canción “no se trata de penes, es sobre el amor”. Tarantino demuestra algo desde el principio: es un maestro del diálogo, sus personajes al igual que los pícaros de la literatura, son villanos con una gran agilidad verbal y agudeza mental para descifrar sus vidas y conseguir que las admiremos o al menos, que gocemos con ellas.
La película no es una indagación del mundo interior de los personajes, redunda sobre hechos menores: ladrones que están más interesados en hablar sin fin que en materializar un atraco que los podría llevar a las playas de Hawái junto a su jefe y tomar piñas coladas con sombrillitas, mientras cada uno cuenta lo aterrador que pudo resultar el robo. Esto supone una paradoja: ‘Reservoir Dogs’ se encuentra entre las diez mejores películas de atracos de la historia y al final nunca sabemos que pasa con los diamantes y los sobrevivientes.
A continuación, referiré algunas anécdotas de la película:
Su producción tiene tres responsables directos: el tremendo Terry Gilliam —miembro de los Monty Python— quien además fue profesor de Tarantino en el Sundance. La esposa de Lawrence Bander —amigo de Tarantino— y productor del filme era una amiga cercana de Harvey Keitel, ella le dio una copia del guion, consiguiendo que el actor diera respaldo total al proyecto, —además de sumarse no solo como actor, sino como productor—.
Durante el rodaje de la película —35 días—, los actores usaron su propia ropa como vestuario, porque no había para más, incluso el Cadillac en el que Mr. Blonde secuestra al policía, era propiedad del actor Michael Madsen.
Robert Kurtzman, leyenda del maquillaje y los efectos especiales, ofreció su trabajo a cambio de que Tarantino realizara el guion de una historia suya, dando como resultado ‘From Dusk Till Dawn’, (‘Del crepúsculo al amanecer’, 1996). Kurtzman volvería a trabajar después con Tarantino en ‘Pulp fiction’.
Lawrence Tierney (Joe Cabot), fue despedido durante la grabación después de discutir con Tarantino, se hablaba de sus llegadas borracho al set y por desnudarse en público. Incluso tuvieron que pagar su fianza después de ser arrestado por amenazar con una pistola a su sobrino. Tierney era un bandido consagrado.
‘Stuck in the Middle With You de Stealers Wheel’ es la canción que suena mientras Mr. Blonde tortura al policía (Kirk Baltz). La escena del secuestro y baile de Madsen es una muestra contundente de eso que se ha denominado lo “Tarantinesco”. Mientras realiza un baile, Mr. Blonde va desfigurando al policía y le dice un par de frases a la oreja —después de cortarla—.
Mr. Blonde es uno de los personajes de la filmografía de Tarantino de quien conocemos su nombre: Vic Vega. Y sí, es hermano de Vincent Vega, el personaje interpretado por Travolta en ‘Pulp fiction’.
A treinta años de su estreno, ‘Perros de reserva’ sigue siendo una película fuerte y ágil, que ha servido de influencia tanto al cine comercial como independiente, porque algo es cierto: Tarantino tiene el perverso poder de destriparnos y que esto nos cause gracia.