CULTURA
Israel Galván, exponente del Flamenco, presentará su obra 'La edad de Oro'
Israel Galván, uno de los más importantes exponentes del Flamenco en todo el mundo, presentará este martes en el Teatro Municipal su obra ‘La edad de Oro’, en el lanzamiento de la Bienal Internacional de Danza que se realizará en Cali en octubre de este año.
Cada dos años, meses antes de la Bienal Internacional de Danza de Cali, hay un abrebocas que evidencia la grandeza de la oferta que presentará la nueva versión que está por llegar.
Esta vez el lanzamiento de la Bienal en Cali trae a uno de los grandes bailadores de Flamenco, el sevillano bailaor y coreógrafo, Israel Galván, quien por primera vez toca escenario colombiano y será en el Teatro Municipal Enrique Buenaventura, mañana martes 7 de mayo, cuando presente ‘La Edad de Oro’.
Galván es famoso por sus complicados pasos de baile, así como por presentar una propuesta con un lenguaje expresivo, desconocido hasta el momento en el baile flamenco, basado en fragmentaciones y sumas de gestos, propuesta a la que el mundo entero se ha rendido. “Nadie duda que Israel Galván es el bailaor de los bailaores… Nadie duda que el flamenco en los últimos años sería otro sin el paso de Israel Galván”, sostiene Pedro Romero, director artístico.
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Lo acompañarán en su presentación en Cali David Lagos, cantaor, y su hermano Alfredo Lagos, joven guitarrista, oriundos de Jerez, tierra natal del flamenco.
Al referirse a las razones por las cuales se decidio invitar a Galván con esta obra para el lanzamiento de la Bienal Internacional de Danza de Cali, su director artístico, Juan Pablo López sostiene: “Desde hace varios años queríamos invitar a Israel Galván a la Bienal pero por temas de fechas y agenda no había sido posible, para nosotros es un gran honor haber logrado que venga a Cali con su solo ‘La Edad de Oro’, esta pieza como todo unipersonal es un verdadero reto para un artista, el cual Galván interpreta magistralmente”.
Hablamos con el gran bailaor sobre lo que significa para él llegar a Cali con su obra.
¿Qué significa ser considerado el bailaor de bailaores dentro del Flamenco?
Yo me considero un bailaor más dentro de mi generación. Es verdad, que formo parte de una generación de tradición flamenca clásica y yo he sentido la necesidad de buscar mi propio lenguaje físico, pero sin salirme de lo que es la tradición. Ha resultado ser un lenguaje muy personal y particular, que me alegra si ha provocado que después muchos jóvenes busquen también su propio lenguaje.
¿El mundo se ha rendido a su arte, ¿qué significa venir por primera vez a Colombia y ser el encargado de lanzar la Bienal Internacional de Danza de Cali?
Colombia era una asignatura pendiente, así que estoy muy agradecido con la invitación, estoy feliz de pisar por fin tierras colombianas. Me siento muy afortunado cada vez que bailo en una nueva ciudad, es crear un nuevo vínculo. Espero estar a la altura de lo que se espera de mí en Colombia y concretamente en Cali, donde han confiado en mí para lanzar la Bienal, todo un privilegio.
¿Qué tiene de experimental la obra que se verá en Colombia?
‘La Edad de Oro’ es un trabajo que se hizo en 2005, y curiosamente, en ese momento resultó muy novedoso volver a la raíz, salir al escenario únicamente con un guitarrista, un cantaor y un bailaor. Era una época donde en el escenario se introducían muchos instrumentos como percusión, violín, flauta, piano…, y ‘La Edad de oro’ supuso un trabajo experimental porque estaba vacío de todo eso, era volver a lo minimalista y viajando por todos los palos del Flamenco. Creo que para mí lo más novedoso fue rescatar lo que había de tradicional.
¿Hubo un momento de su vida en que se dio cuenta que estaba destinado a ser bailarín, o esto venía en su ADN?
Si mis padres no hubieran bailado, seguramente yo no hubiera bailado. Me obligaron a bailar, no me acuerdo ni de un solo día que no bailara. Con el tiempo el baile se ha convertido en un amigo mío, es una dualidad que tengo. Mis padres me regalaron esta profesión, poder ser bailaor. El Flamenco para mi es una herramienta con la qué expresar el arte en general. Quizás en mi genética, en mi ADN si llevo el haber estado dentro de una bailaora, de haber estado rodeado de la música, del baile. He nacido en una familia de la que no me he podido escapar, he pasado momentos malos, pero soy lo que soy gracias a las vivencias que tuve.
El baile individual se plantea grandes retos, que en el grupal varían. Toda la atención está puesta en un solo artista. ¿Qué genera esto en usted?
Para mí es algo normal bailar solo, me gusta bailar solo. Necesito evolucionar, necesito escuchar mi propia música que sale del cuerpo y creo que cada aproximadamente dos años, cambio de personalidad, de mentalidad, mi cuerpo se va transformando. Incluso me gusta estar en la cuerda floja, no me siento bien con un cuerpo de baile, es fácil bailar rodeado de muchas personas, a mí me gusta bailar cuando estoy verdaderamente incómodo. Ahí es donde me encuentro bien, estoy algo predestinado a bailar solo. Puedo coreografiar para otras personas, me gusta trabajar con gente, pero la verdad es que hay algo muy fuerte con la soledad cuando bailo. No sé lo que pasará, lo que voy a hacer en un futuro, pero de momento sigo con mi búsqueda solo.
¿Qué significa bailar acompañado de la voz de David Lagos y de la guitarra de Alfredo Lagos?
Trabajar con los hermanos Lagos es como estar con mi familia, viajamos mucho juntos, nos conocemos mucho, se pasa más tiempo con la familia flamenca que con la familia real. Además, son muy buenos artistas, siempre que presentamos ‘La Edad de Oro’, nos dejamos algo de vida. Por mucho tiempo que pase, sigue siendo un reto, además es un rito. Jamás nos hemos peleado y celebramos seguir trabajando juntos.
¿De todas las distinciones recibidas en el mundo, cual ha sido la que tiene el mayor significado?
He tenido mucha suerte, he obtenido primero distinciones clásicas flamencas, luego otros premios por el trabajo personal en distintos países. La mayor distinción es crear un público que siga tu obra, esa familia que también es el público, ese es el mejor regalo, el mejor premio. Los premios me han servido para reconocer una búsqueda arriesgada. Es algo que yo necesito, arriesgar para sobrevivir. Que te premien por una búsqueda propia, por no tener miedo, eso es la libertad. La verdad es que los premios no los llevo como un peso, creo que cada vez que bailo, que hago una obra nueva, se empieza de cero.
Las boletas para ingresar al espectáculo que dará Israel Galván pueden comprarse en la taquilla del Museo o a través de Primera Fila.
La Bienal de Danza Internacional se realizará en la ciudad entre los meses de octubre y noviembre de este año.
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