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CULTURA

Lili del Sol, la artista que le canta a la riqueza cultural caleña

De las raíces profundas de su ciudad amada y de la multicultural Latinoamérica, esta caleña crea canciones que rinden tributo a la sonoridad de lo natural y lo cotidiano.

7 de septiembre de 2021 Por: Isabel Peláez R., reportera de El País
“La música me ha ayudado a aceptar a valorar de dónde vengo y a respetar la diversidad, entender al otro con sus diferencias, nos emociona y nos conecta con sonidos de otras culturas”, dice Lili del Sol. | Foto: Especial para El País

Sus padres la llamaron Lili del Sol, así la registraron con un nombre conectado a sus raíces ancestrales. Lili, por el río que nace y desemboca en su natal Cali y que también designa a la tribu indígena, los Lilis, que habitaron este territorio. Y le sumaron la palabra Sol, por ser el astro que va ligado a su signo zodiacal. “Nací el 27 de julio de 1987, época de verano, de luz”, dice la cantautora y productora Lili del Sol.

Su abuela materna era de Popayán y su familia paterna, de Buga. Iban los fines de semana a su casita de campo en el Cauca, y Lili del Sol creció cercana a la naturaleza, a la granja, a la tierra, sensible a los olores, a los sonidos, a los colores, al verde de las montañas, al azul profundo del cielo, a las voces de los animales, al canto de las aves y el graznido de los patos que ama. Estudió en el Colegio Juvenilia, con énfasis artístico, y en el Luis Horacio Gómez, de metodología Waldorf, pedagogía alemana inclinada a la educación alternativa, donde cursó agricultura, talla en madera y piedra, a la par con asignaturas tradicionales.

Hizo parte durante seis años de la Coral Escolanía, dirigida por la maestra Fiorella Goeta, a quien admira mucho. Tomó clases de piano con la maestra Alba Estrada y estudió armónica con Ivan Coello, y el curso prebásico juvenil en la Universidad del Valle. Luego se fue a Bogotá a estudiar Música con énfasis en Producción de Audio en la Universidad de los Andes.

Desde hace siete años vive en Valencia, España, adonde fue a hacer un master en Producción Musical, Tecnología e Innovación, y otro en Música Contemporánea y Performance con énfasis en Producción Musical, en Berklee College of Music. Hizo un viaje interno que la llevó a abrazar su proceso desde su niñez, cuando su padre la arrullaba con pasillos, boleros mexicanos, sones cubanos y tangos.

En 2016 Sol se encontró con César Secundino Méndez, mexicano, en la canción ‘La Bruja’, un son jarocho de Veracruz, “jugamos con el mestizaje de la música del Llano y el joropo”. Grabó en Berkley con George Massenburg, ingeniero de sonido que ha trabajado con Mick Jagger, entre otros grandes artistas, y con el ingeniero Pablo Munguía, ganador de Grammy y Emmy. En 2017 trabajó con Salomé Limón, ingeniera de sonido, en un homenaje a la cantautora chilena Violeta Parra que cumplía 100 años, en una sesión integrada solo por mujeres.

Hace un año Lili del Sol grabó el tributo al Cholo Valderrama: ‘Aquí Mismito’ con arreglo de Alex Conde y producción de Sebastián Laverde, los músicos Sergio Martínez y Abel Sanabria y la bailaora Yessica Sánchez, en Jazztone Studios.

A finales de 2019 publicó ‘Raíz Mestiza’, primer proyecto musical, del que nacieron canciones como ‘Bichofué’, inspirada en el ave que en Cali le adornaba las mañanas con cantos y que hará parte de un festival de aves en octubre, en el Valle. ‘Aguacate’ nació en los pasillos de Berckley cuando llegaron a su memoria las voces de las vendedoras cantando “¡aaaaguacaaaate!” por las calles de Cali. “Aguacate canta una mujer a lo lejos, aguacate va caminando bajo el sol”, canta con una voz dulce y poderosa.

Ahora trabaja en el EP ‘Hominum’, con apoyo de Ibermúsicas, que significa en latín “ser humano”, junto a Manu Linois, guitarrista y compositor francés y Ricardo Osorno, productor del proyecto. En pandemia surgieron temas como: ‘Agua’, sobre la necesidad de fluir y dejar las cargas del pasado; ‘Espacio Tiempo y Movimiento’, que ganó el Concurso de Ibermúsicas en la categoría Canciones de Cuarentena y que habla de que cada quien tiene un tiempo emocional para vivir.

En datos

  • Lili del Sol aprendió con Samuel Caicedo y Oliva Arboleda, bailarines de folclor de Guapi que en el Pacífico las vecinas se reunen para “cantarse historias”. Cantó en el ‘Mono Núñez’, y era infaltable como público del ‘Petronio’. En 2017 representó a Colombia en Exib en Évora Portugal. Estuvo en la Noche de las Artes en Helsinki, en Eslovenia, en República Checa. En 2020 trabajó en producción musical con Totona Power, que hacen podcast por el rescate de la mujer en la música tradicional colombiana. Trabajó en La Marca, canción nominada al premio Solidarity for All, de World Citizen Artist.

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