Venite al Obrero: el plan para disfrutar de la ruta cultural y turística de la salsa en Cali este 17 de febrero

Bailarines y músicos del barrio Obrero se tomarán sus calles este 17 de febrero, en una actividad ‘abrebocas’ de la ‘Ruta Cultural y Turística de la Salsa del barrio Obrero’ un proyecto para transformar y dejarle un legado a Cali liderado por las Secretarías de Turismo y Cultura.

Más de 100 artistas, bailarines y músicos de este sector participarán de esta actividad que busca fortalecer la cultura de la salsa en la ciudad, que ha sido cuna de músicos y reconocidos escenarios que promocionan la alegría y el sabor.

Con el objetivo de acercar y enamorar a los caleños nuevamente de Cali, de reconciliarlos con su ciudad y que vuelvan a caminarla, la Alcaldía de Santiago de Cali a través de las Secretarías de Turismo y Cultura invita a vivir una fiesta en el barrio Obrero, este sábado 17 de febrero de 4:00 p.m. a 8:00 p.m.

Epicentro de patrimonio

‘La Ruta Cultural y Turística de la Salsa del barrio Obrero’, es un proyecto para transformar y dejarle un legado a Cali a través del turismo y la intervención del espacio público. “Básicamente, queremos que el barrio Obrero como epicentro de patrimonio salsero pueda tener un mayor aprovechamiento de la oferta turística, además vincularlo como patrimonio cultural e inmaterial, en un complejo musical dancístico, atraer nuevas audiencias para la recuperación de la historia y relevancia del barrio” expresó Mabel Lara, Secretaría de Turismo de Cali.

‘Venite al Obrero’ se realizará a través de una comparsa estilo ‘Desfile Cali Viejo’, con el propósito de resaltar el formato de verbena popular que anteriormente se vivía en el barrio. El recorrido iniciará en el Parque Eloy Alfaro, en la que participarán más de 100 artistas, bailarines, músicos y deportistas de este sector, finalizando en la ‘Calle de la Salsa’ con un encuentro de melómanos, presentaciones en vivo y bailes de la ‘Vieja Guardia’.

Son 104 años los que cumplió, en el 2023, el barrio con más ritmo de Cali, el Obrero, donde sus primeros habitantes obtenían sus ingresos de trillar café, fabricar cigarros y telas o laborar en la construcción, alfarería, ebanistería, mecánica y zapatería. De ahí su nombre.

Hoy en día, allí, alrededor del Parque Eloy Alfaro, ubicado entre las calles 10 y 11 con carreras 22A y 23, se preserva la rumba de antaño, la de los antes llamados aguae’lulos, gracias a templos que conservan la memoria salsera del caleño y defienden la identidad del Obrero: La Matraca, el Chorrito Antillano, La Nelly Teka y el Museo de la Salsa.

“Este es el legado que queremos dejarle a la ciudad, es un sueño que va más allá de cualquier administración pública, conociendo que el alcalde Alejandro Eder quiere liderar la construcción de esta ruta cultural y turística. Es un anhelo de la identidad caleña que tiene varios elementos en las tres fases que se han contemplado, en esta apuesta del proyecto La Ruta Cultural y Turística de la Salsa del barrio Obrero’” añadió la secretaria de Turismo de Cali.

De esta forma el Gobierno local junto a las diferentes dependencias que apoyan el evento, busca propiciar la participación comunitaria, la recuperación de la historia y la salsa caleña junto a las tradiciones, oficios y saberes del barrio Obrero. Así es como se busca visibilizar el turismo urbano, local, barrial y potencializarlo como destino internacional.

Museo de la salsa

El Museo de la Salsa tiene 55 años. Su director, Carlos Molina, cuenta que su padre, fotógrafo de orquestas y coleccionista, don Carlos, “viene documentando toda la historia de esta música y de las orquestas que venían a la ciudad desde el año 68 hasta la actualidad”.

Es un sitio al que se ingresa bailando —porque recibe al visitante con música—, y mirando hacia todos los lados, porque está forrado de afiches, fotografías y objetos donados por los salseros del mundo. Hay un vestido rosa de la Guarachera de Cuba, Celia Cruz; un bajo de Luis Felipe González, trajes de la bailarina Viviana Vargas y del abanderado de la Feria de Cali Miguel Posso, entre otros. Además, hay que afinar el oído para escuchar a los que saben. Molina explica: “La salsa no es un ritmo, es el compendio, la mezcla de muchos sonidos que han ido evolucionando a lo largo de los años en el Caribe y las Antillas, y en Cali involucramos el Pacífico colombiano”.