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América de Cali condenó los desmanes ocurridos en el Pascual Guerrero durante la final de la Copa Betplay
El equipo rojo, por medio de un comunicado, rechazó los actos vandálicos que cometieron varios de sus aficionados.
A través de un comunicado, el América de Cali rechazó los disturbios y desmanes que se generaron este domingo en la final de la Copa Betplay frente a Atlético Nacional, cuando algunos hinchas se disgustaron por el resultado que le impidió al cuadro local coronarse campeón.
“América de Cali lamenta y rechaza los actos de violencia y vandalismo ocurridos en el Estadio Olimpico Pascual Guerrero y en las inmediaciones, en el marco de la final de la Copa Betplay Dimayor. Agradecemos y enaltecemos la importancia de la presencia en nuestro espectáculo deportivo de la Policía Nacional y la Alcaldía de Cali”, expresó el club.
Asimismo, las directivas rojas expresaron sus condolencias y solidaridad con todos los afectados y heridos por estos hechos, haciendo énfasis en los niños, aclarándoles que los comportamientos de los implicados no pueden suceder dentro de este deporte: “Hacemos una invitación a todos los hinchas para que la intolerancia no continúe manchando la fiesta del fútbol”.
Sobre los responsables de estos hechos, que afectaron el orden público tanto al interior como en zonas aledañas del Pascual Guerrero, señalaron que el club está dispuesto a trabajar en conjunto con la Alcaldía de Cali, la Dimayor y otras autoridades competentes para dar información que conduzca a las respectivas sanciones y judicializaciones, como lo estipula la ley colombiana.
“Los resultados en el fútbol no pueden estar por encima de la vida y la integridad de las personas. El fútbol es una fiesta que debe vivirse en paz”, manifestaron.
Y la misiva concluyó felicitando a su rival de este partido, el Atlético Nacional, por el séptimo título obtenido de la Copa Betplay. “Continuaremos trabajando con pasión y arduamente para obtener los resultados anhelados por nuestra hinchada”, puntualizaron.
Es importante recordar que el partido tuvo que ser detenido al minuto 86, cuando desde la tribuna sur comenzaron a lanzar fuegos artificiales contra las personas y miembros de la Fuerza Pública que se encontraban en la pista atlética.
Luego de esto, el juez central tomó la decisión de dar por finalizado el encuentro, quedando Atlético Nacional como campeón, por séptima vez, de la Copa Colombia.
