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Conozca a Carlos Cataño, el caleño que se abre espacio en el Inter Miami, ¿qué función tiene en el club donde juega Messi?
Carlos Cataño Mosquera es el preparador físico del equipo de reserva del elenco estadounidense. Habla de su carrera, de su experiencia en el club y su amor lejano por el América de Cali.
Por Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País
El Inter Miami es hoy por hoy una de las franquicias más populares en el fútbol estadounidense, gracias a la llegada del astro argentino Lionel Messi en 2023.
El club creció en todos los sentidos y se convirtió el centro de atención en el mundo del fútbol.
Y allí, en la institución que viste de rosado y es conocido en la MLS como ‘Las Garzas’, destaca la labor de un caleño que ha hecho toda su carrera como preparador físico desde la academia, hasta en la actualidad donde hace parte del cuerpo técnico del Inter Miami II, que juega en la MLS NEXT Pro.
Se trata de Carlos Cataño Mosquera, nacido en el sur de Florida y de padres caleños, quien es el encargado de poner a punto a los nuevos talentos que darán el salto al plantel profesional.
“Desde los seis años comencé jugando al fútbol en escuelas y academias acá en Estados Unidos, siempre en la posición de arquero. En 2011 me fui a jugar al balompié universitario. Tres años más tarde voy a probar suerte al Godoy Cruz, en Argentina, y en 2013 me marché a Colombia donde estuve durante varios entrenamientos en América de Cali, con Víctor Ruiz, quien era el preparador de arqueros de esa época”, explica Carlos.
Su sueño de consolidarse como jugador profesional lo llevó a tomar un nuevo rumbo con destino a Uruguay. “A finales de 2015 fui a probar al Rampla Juniors y terminé jugando en un equipo de categoría menor que se llama Club Atlético Alto Perú. Tras esa experiencia retorno a Estados Unidos y arranco la carrera para convertirme en preparador físico”, apunta.
Desde muy joven le llamó la atención la preparación física, sobre todo por los ejercicios que se deben aplicar en el fútbol.
En 2016 inició su etapa de preparador físico en Weston FC, una academia del sur de Florida, precisamente donde jugó de niño muchos años atrás.
“En esta academia estuve hasta 2018 atendiendo categorías menores con chicos desde los 14 años hasta los 17. Ya en 2019 me surge una entrevista con Inter Miami para vincularme en las divisiones inferiores. Luego de la pandemia, por allá en 2021, me promocionan para el equipo de reserva”, agrega el colombiano.
En estos últimos años, la labor de Carlos, junto a los integrantes del cuerpo técnico del segundo equipo, es potenciar las condiciones de los jugadores que se proyectan para llegar al plantel profesional.
“Somos los encargados de organizar y planificar de una mejor manera las herramientas para que ellos estén listos de dar el salto, e incluso, si tienen la posibilidad de debutar con el primer equipo”, comenta.
“Obviamente, en un futuro no muy lejano, me gustaría trabajar en un plantel profesional, con jugadores de primer nivel. Estoy seguro que Dios me dará esa posibilidad y sé que estoy listo y preparado para cuando llegue esa chance”, confiesa Carlos.
Asegura que la llegada de Messi ha cambiado la perspectiva para todos en el club. “Los jóvenes que están cerca de llegar al plantel profesional ven a Lionel, y a las otras figuras, como una motivación para sus carreras. El proceso de que un jugador vaya al primer equipo es algo muy natural, normalmente el técnico de arriba lo valora y lo lleva al primer equipo”, apunta.
En lo personal, Carlos ha podido compartir en pocas oportunidades con Messi, a pesar que ambas escuadras entrenan en el mismo complejo deportivo. “Acá se respeta mucho el espacio de Leo, nos saludamos solamente, se sonríe y mantenemos una relación muy profesional”.
Su papá, Carlos Darío, es del barrio Cienpalos, mientras que su madre, María Mercedes, del barrio El Guabal; llegaron a los Estados Unidos en 1985, inicialmente a Nueva Jersey, donde nació su hermana Kelly Andrea. Cinco años después emigraron a Fort Lauderdale, Florida, donde Carlos nació en 1993.
Su progenitor es empleado de una factoría, mientras que su madre se dedica a labores de limpieza; de ellos se siente orgulloso por su lucha y sacrificio por abrirse campo en otro país.
Es hincha de América y heredó esa pasión por el cuadro ‘escarlata’ gracias a su padre y a su abuelo.
Como arquero que fue, siempre tuvo referentes a guardametas que vio como Luis Barbat y Robinson Zapata. Por referencias de su papá admira a Julio Falcioni, el más grande que ha pasado por el arco americano.
Pese a que lleva toda una vida en Estados Unidos, Carlos Cataño no le cierra las puertas a laborar en el fútbol colombiano y especialmente con ‘La Mechita’ de sus amores.
Datos
Carlos Cataño es casado con una caleña, Lina Marcela Villaquirán, y es padre de Mia, su pequeña niña de dos años.
Confiesa que sigue de cerca la Liga colombiana y en especial se ve los compromisos de América.
También es fiel hincha de la Selección Colombia, desde la época de las grandes leyendas como Carlos ‘Pibe Valderrama, Freddy Rincón, Faustino Asprilla y Óscar Córdoba.
Es admirador de esta generación de futbolistas que hacen parte de la ‘Tricolor’ nacional.