Conozca a Jhonier Camilo Alomía Díaz, el jugador más alto del fútbol colombiano, ¿cuánto mide y en dónde juega?

Por Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País

“Mi mamá dice que desde que nací era bien larguito, que desde ese instante se sabía que iba a ser grande”.

Así define su imponente presencia física el defensor central Jhonier Camilo Alomía Díaz, jugador del Atlético de Cali y quien es el dueño del récord de ser el futbolista más alto de todas las 36 plantillas del balompié nacional.

Mide 2,05 metros, poseedor de un biotipo que a simple vista llama la atención y a sus 25 años vive su segunda experiencia en clubes del Torneo de Ascenso.

“Tal vez soy muy alto porque pienso que es una suma de los genes de mis padres. Cuando tenía 10 años comenzaba a sobresalir por mi estatura, con referencia a los niños de mi misma edad”, confiesa Jhonier Camilo.

Aunque su pasión siempre ha estado ligada al fútbol, cuando comenzó en el deporte fue invitado a probar en otras disciplinas como baloncesto y voleibol.

“Unos hermanos de mi abuelo me llamaron para practicar basquetbol y voleibol, ya que ellos eran profesores de esas disciplinas deportivas, pero lo mío siempre fue el fútbol, gracias a que mi hermano mayor lo practicaba”, explica el futbolista.

Jhonier Camilo nació en Santander de Quilichao, pero desde pequeño vive en la capital vallecaucana.

A los 7 años comenzó en el fútbol en un equipo del barrio Ciudad Córdoba de Cali, donde estuvo hasta los 14. Posteriormente pasó por la Academia y la cantera del Deportivo Cali y cuando cumplió 18 años tuvo su primera experiencia profesional con Bogotá FC en la Primera B. Desde el 2022 hace parte del Atlético de Cali.

“Me considero que soy un jugador muy rápido, efectivo en los duelos individuales del uno contra uno. Defensivamente soy muy bueno en el juego aéreo”, apunta el espigado defensa.

Con botines importados

Uno de los dolores de cabeza que se le presenta cada cierto tiempo al jugador del elenco caleño es la consecución de unos guayos adecuados para sus pies.

Jhonier Camilo usa calzado talla 48, toda una verdadera odisea, ya que sus botines se salen del registro normal para nuestro país.

“Es muy difícil que consiga guayos o zapatos acá en Colombia. Siempre me toca pedirlos por encargo en los Estados Unidos, siempre he tenido un pie grandecito. Y además me toca usar marcas originales, que por lo general no bajan de 600 mil pesos”, explica.

Con Atlético de Cali juega hace ya un año y medio, aunque llegó primero a la categoría de la escuadra juvenil que disputaba la Copa Telepacífico, recibió la oportunidad de estar con el plantel profesional gracias a la invitación de Giovanni Hernández, quien era en ese instante el técnico del equipo y pidió verlo y hacerle seguimiento.

Son muchas las anécdotas que tiene Alomía y que ha padecido por culpa de su alta talla.

“Una vez en un viaje del equipo, la cama de la habitación del hotel que le tocó a Jhonier le quedó pequeña. Parte de sus piernas se le quedaron por fuera, debimos adaptarle algo especial para que pudiera descansar sin problemas. (risas)”, apunta Diego Trujillo, preparador físico de Atlético.

Recuerda el jugador de 25 años que a veces sufre para hacer cosas que para otros chicos de su edad son completamente normales.

“No podía subirme en bicicleta porque me quedaba pequeña. Andar en bus o en el MIO es complejo por mi tamaño y ni se diga los golpes que me pego en los marcos de las puertas de la casa porque a veces uno se distrae”, comenta Jhonier Camilo, quien toma ya estas situaciones de forma jocosa.

Incluso, cada que termina su jornada de entrenamiento con el equipo, se sube a su motocicleta, vehículo con que se transporta, robándose las miradas de las personas por la forma en la que queda sentado sobre ella.

Durante muchos años debió someterse a valoraciones médicas permanentes para revisar si su crecimiento no comprometía su parte ósea. Por fortuna para él, nunca tuvo ningún tipo de complicación en ese sentido.

Tal vez una de las últimas referencias que se ha tenido de un futbolista de una altura casi similar es la de Yerry Mina, quien mide 1,95 metros.

Jhonier Camilo quiere marcar diferencia en el fútbol no solo por su talla sino por sus condiciones y por eso trabaja día a día para cumplir el sueño de jugar en Primera División.

“Me gustaría disputar el clásico caleño o el de Bogotá, con los equipos de esas ciudades. Quiero jugar en el París Saint Germain, ya que en Europa los jugadores de mi talla son bien apetecidos”, expresa.

Un privilegiado

Gracias a su físico, a Jhonier Camilo se le considera un afortunado en su posición dentro del campo de juego.

Para el PF del elenco caleño, su biotipo le permite tener una buena disposición.

“Para ser central acumula buenos trayectos en los partidos, en promedio recorre 10,5 kilómetros. Por tener un tren inferior tan largo tiene buena aceleración que le permite ejecutar buenos cierres, anticipaciones al rival y sacar la pelota sin falta. Otra virtud que tiene es que sabe manejar bien su cuerpo, debe mejorar tal vez en su parte técnica, pero en el fútbol colombiano es un jugador que marca diferencia”.

Se siente muy orgulloso de ser el jugador más alto del fútbol profesional colombiano y dice que “se siente bacano”.

“Es algo que lo tomó muy normal. Se da uno cuenta que para nuestro medio no es común ver jugadores de talla tan alta, es algo a lo que toca sacarle provecho”, apunta.

Actualmente es estudiante de sexto semestre en Tecnología Electrónica de la Universidad del Valle, otra pasión que lleva en su vida.

“Si Alomía llega a mejorar su parte técnica y el cabeceo tiene condiciones para llegar a ser uno de los mejores centrales a nivel mundial”, analiza Clodoaldo Paulino de Lima, técnico brasileño que este año conduce al Atlético.

Jhonier Camilo Alomía seguirá trabajando por ahora para lograr que él y su equipo sean protagonistas del Torneo de Ascenso.