Deportes
Estas son las madres futbolistas que crían a sus hijos y juegan fútbol, en el Mundial Femenino
Varias selecciones cuentan con jugadoras que son madres de familia y tienen a sus retoños en el torneo.
Alex Morgan conversaba con la prensa en el Mundial femenino, cuando tuvo que disculparse para hablar mediante Facetime con su hija pequeña. Había llegado la hora de que la menor se fuera a la cama en Estados Unidos.
Fue simplemente otro día en la vida de una madre trabajadora, en este caso dentro del fútbol. Es la misma situación de la australiana Katrina Gorry o de la jamaiquina Cheyna Matthews.
Son varias las deportistas que han tenido que hacer malabares ente la maternidad y su actividad profesional. Pero el nivel de apoyo que reciben las madres participantes en el Mundial de fútbol está mejorando.
Charlie tiene 3 años. Y Morgan ha tenido que encontrar el equilibrio entre la crianza de la niña y su objetivo de conducir a la selección estadounidense a un tercer título consecutivo en el Mundial, algo que jamás se ha conseguido.
“Me he vuelto un poco más paciente con mi hija y con la vida en general, pero creo que lo más grande de esto es que puedo traer a mi hija conmigo. En todos estos viajes puedo mostrarle lo que hace su mamá y ella se rodea de muchas mujeres fuertes y confiadas”, recalcó Morgan.
Las otras madres que se la juegan en el Mundial de Nueva Zelanda y Australia
Hay tres madres en la selección estadounidense: Morgan, Crystal Dunn y Julie Ertz. Otras en las demás selecciones incluyen a la jamaiquina Konya Plummer, la francesa Amel Majri, la argentina Vanina Correa y la alemana Melani Lauopolz.
Morgan, Ertz y Dunn se volvieron madres después de conquistar el Mundial de 2019. Las tres se benefician de las batallas que futbolistas anteriores libraron para garantizar que las mamás y sus hijos recibieran apoyo mientras representaban a Estados Unidos en certámenes internacionales.
Las seleccionadas estadounidenses han contado con servicio subsidiado para cuidar a sus niños en los torneos desde hace 25 años. Pero ahora, gracias al contrato colectivo alcanzado el año anterior con la Federación Estadounidense de Fútbol, los hombres tienen también eso.
Amel Majri es madre de Maryam, de 1 año, quien la acompañó a un entrenamiento en abril. La presencia de la niña contó con el visto bueno del entrenador francés Herve Renard.
En 2020, la FIFA adoptó reglas para proteger a las mujeres que eligieron ser madres. Las medidas incluyeron al menos 14 semanas de permiso para ausentarse por maternidad y continuidad en la percepción de al menos dos terceras partes del salario.
Asimismo, las reglas requieren también que los clubes se cercioren de que las mujeres se reincorporen a sus puestos después de tener a sus hijos y reciban el apoyo médico necesario.
“Ninguna futbolista debe enfrentar jamás una desventaja como resultado de embarazarse. Esto garantiza una mayor protección en el empleo para las mujeres en el fútbol”, indicó la FIFA al anunciar las nuevas reglas.
Las madres en el Mundial ayudan a mostrar que es posible combinar el cuidado de los hijos y el fútbol. Algunos han tardado en entenderlo.
Un comentarista de TV fue criticado por sus comentarios sobre Gorry, quien siguió tratamientos de fecundación in vitro y dio a luz a su hija Harper en 2021.
“Ciertamente la maternidad no le ha restado instinto competitivo, de ningún modo” dijo el comentarista durante el primer partido de las Matildas en el Mundial, ante Irlanda.
Lo cierto del caso es que este puñado de mujeres está demostrando que ser madre y jugador fútbol son los dos mayores placeres que les ha dado la vida.
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