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¡Estafados y con coronavirus! El drama de ocho jugadores colombianos en Bolivia

Édgar Osuna es el nombre de uno de los exdirectivos del Thomás Bata que estaría involucrado en el ilícito.

17 de mayo de 2020 Por: Francisco Henao Bolívar, reportero de El País
Los ocho jugadores colombianos que fueron engañados por supuestos empresarios, están en un hospital boliviano. | Foto: Especial / El País

El sueño de nueve futbolistas colombianos de hacer parte de un equipo organizado, terminó con ocho de ellos en un hospital de Bolivia, contagiados de coronavirus y sin plata por la estafa y engaño que sufrieron de parte de un supuesto empresario del fútbol.

Cinco bogotanos, además de dos pereiranos y dos jugadores oriundos de Istmina (Chocó), empacaron maletas a mediados de febrero, con la promesa de un empresario de ir al equipo Thomas Bata, de la segunda división de Bolivia, que tiene su sede en la población de Quillacollo, cerca de Cochabamba.

"Hace unos meses se nos presentó un supuesto representante de nombre Jorge Sánchez, quien dijo tener futbolistas en diferentes equipos en la segunda división de Bolivia, y que trabajaba en Cochabamba. Nos dijo que era presidente del Club Thomas Bata, buscamos información de este equipo y aparecía que hacía parte de la segunda división, pero nunca encontramos quiénes eran sus directivos", le dijo a El País, desde Cochabamba, Steven Velandia, uno de los jugadores engañados y quien junto con los otros siete compañeros se encuentra en el Hospital del Sur.

Velandia señaló que "al llegar a Bolivia nunca tuvimos contacto con el Club Thomas Bata, y lo que hizo el empresario fue llevarnos a diferentes pruebas en varios equipos. Cuatro quedamos en el Deportivo Petrolero, uno en Morejón y otros cuatro iban a jugar con el Royal Oruro. Tuvimos la opción de firmar el contrato, pero el representante no ayudó en nada porque los directivos no le ofrecieron plata".

Esa situación, sumada a la declaración de la cuarentena en Bolivia, fue el comienzo de la pesadilla para los jugadores colombianos.

"Vivíamos en una casa y a la segunda semana el señor desaparece, entonces nosotros nos quedamos sin plata y pasamos más de una semana comiendo arroz con pasta y de sobremesa agua porque no había para más. Los dueños de la casa decidieron no cobrarnos arriendo, y le pasaron la información a un cura de la ciudad que es el que ha estado pendiente de nosotros", señaló Velandia.

El padre David Cardozo, que es párroco de la iglesia Nuestra Señora de Salette, no ahorró esfuerzos para darles la mano a los colombianos.

“Cuando supimos que estaban en la casa pasando hambre, nos organizamos con los vecinos de la parroquia para prepararles comida. Cada día les llevaba las cosas en mi bicicleta”, le manifestó el religioso al diario Opinión de Cochabamba.

Los jugadores, además del drama por el tema de alimentos y sin dinero, sufrieron otro duro golpe cuando les dijeron que habían adquirido el coronavirus.

"Seguramente lo adquirimos a través del dueño de la casa porque a él le tocaba salir a trabajar todos los días. Nos contagiamos todos, nos hicieron la prueba y salió positiva; el señor lleva dos semanas internado y nosotros estamos en aislamiento en un hospital de Cochabamba. Nos van a volver a hacer una prueba para ver si ya salió el virus. La situación ha sido difícil porque queremos regresar cuanto antes a Colombia en un vuelo humanitario", señala Velandia.

Entre tanto Yonny Puentes, padre de Camilo Puentes, otro de los muchachos engañados y afectados por el coronavirus, le expresó a El País que es triste que un sueño de estos termine en esta situación.

"Es lamentable que pasen estas cosas; uno apoya a sus hijos en todo porque la idea es que si no pueden alcanzar sus sueños en su propio país, pues que prueben en otra parte. A Camilo le llegó la invitación para ir a Bolivia y nosotros lo apoyamos; pero todo terminó mal porque la persona que los llevó no aparece y ahora los muchachos están afectados con el coronavirus", expresó Puentes.

El País contactó a Álvaro Mejía, presidente del Club Thomas Bata de Quillacollo, y aseguró que no sabía que unos jugadores colombianos llegarían a probar al equipo.

"No teníamos idea de que venían estos muchachos; nosotros recién asumimos en el equipo porque los señores Édgar Osuna e Iván Damonte estaban a cargo del club por cinco años; pero lamentablemente no manejaron bien el equipo, lo tenían abandonado y eso motivó a que los exdirectivos asumiéramos nuevamente", dijo Mejía.

Señaló que "me enteré por la prensa local que lamentablemente los muchachos de Colombia habían sido estafados. Ya estoy haciendo las gestiones para ayudarles, ver qué necesitan, mandé a un directivo al Hospital para que esté pendiente de ellos".

Mejía señaló que "el señor Édgar Osuna está involucrado en este caso, de hecho está detenido; no entiendo cómo traen nueve extranjeros si apenas pueden inscribirse cinco. Además no había terminado el torneo y en ese sentido no se podía hacer nada".

Las autoridades en Cochabamba siguen investigando el caso, para ver si hay muchas más personas involucradas en la estafa a los nueve jugadores colombianos.

Entre tanto ocho de los nueve futbolistas que viajaron a tratar de cumplir un sueño, esperan salir pronto de esta larga pesadilla, primero superando el coronavirus, y después buscando la forma de regresar al país para estar con sus familiares.

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