Impresionante: desde los 10 años Tatiana Rentería, la medallista de bronce en París 2024, trabajaba como pescadora

Para tener el pan de cada día, muchos bonaverenses en su tierra tienen que salir a rebuscársela, pero no solo los adultos o jóvenes, también los niños deben salir a ayudar a sus padres, a laborar, con el fin de tener una vida digna, esa por la que mucho luchó Tatiana Rentería.

La hoy medallista de bronce en la prueba de los 76 kilos de la lucha, en los Juegos Olímpicos París 2024, Rentería, no fue explotada por trabajar de manera forzada, la necesidad del hogar la llevó a ella, y a sus primos, a trabajar desde temprana hora.

De la vereda Guayabal, Buenaventura, salían en lanchas, potrillos, pesqueras o canoas a pescar por el Río Cajambre, en el mar de la Costa Pacífica, o en otras ocasiones se dedicaba a la caza de la piangua para venderla y luego recibir unos cuantos pesos.

Entre los 10 y los 13 años Tatiana se iba con sus primos y familia en lancha, había viajes de dos horas por el Mar Pacífico, para llegar a los límites con el Chocó, en donde también pescaban.

“Nos íbamos cada ocho días. No me daba miedo el mar porque desde pequeños nos acostumbraron a eso. Las ventas las hacíamos en Buenaventura y a veces en el Chocó, porque pasaban los ‘expresos’ (lanchas) y nos comparaban los pescados para ellos llevárselos”.

Incluso, una vez Tatiana estaba con sus primos pequeños en la costa del Chocó, en un potrillo, y cuando menos lo esperaban cazaron un pez mero, que era tan grande que no les cabía en la canoa.

“Mis tíos nos veían dando vueltas y vueltas, hasta que se vinieron en la lancha y ellos tuvieron que sacar ese pescado, era tan grande, tan grande, que tuvieron que cargarlo entre dos tíos”, relató.

La vida de Tatiana Rentería, especialmente en su niñez, fue tan dura que tuvo que sacrificar muchos instantes de su niñez, de los juegos, para ayudar a sus padres a conseguir la comida de cada día.