La historia del futbolista caleño que a sus 38 años fue convocado por la Selección Bolivia para jugar las eliminatorias

Por: Francisco Henao Bolívar, periodista deportivo El País.

Jair Reinoso nunca se imaginó que a sus 38 años, ya en el ocaso de su carrera, sería tenido en cuenta por una Selección para jugar o vivir la fiesta de la eliminatoria mundialista.

Este delantero caleño, nacido y criado en el barrio Chiminangos, que pasó por las inferiores del América, y que hizo prácticamente su carrera futbolística en Bolivia, recibió la buena noticia de su convocatoria para la selección del altiplano, con miras a los encuentros del 16 y 21 de noviembre ante Perú y Uruguay, respectivamente.

Reinoso, actual jugador del Aurora de Cochabamba, y de paso por dos grandes, Bolívar y The Strongest, pero también por el Once Caldas y Cúcuta, espera justificar su llamado al seleccionado boliviano con lo que siempre ha hecho en los diferentes clubes: goles. De hecho, en el Aurora de Cochabamba suma 16 goles en 28 partidos este año, tres menos que el máximo artillero de la Liga, el dominicano de Always Ready, Dorny Romero.

El reto en la Selección no es fácil porque llega a pelear la titular en una zona en la que el favorito de todos es la insignia del fútbol boliviano como Marcelo Mártins. Mientras se pone a órdenes del técnico brasileño Zago, sustituto del argentino Gustavo Costas, a quien sacaron de la Selección por malos resultados, Reinoso habló con El País sobre esta buena noticia.

¿Lo tomó de sorpresa el llamado a la selección boliviana?

Podría ser, aunque yo venía trabajando para esto; se dieron dos convocatorias para las actuales eliminatorias y no estuve, entonces esperé que la tercera fuera la vencida. Algunas personas me dijeron que podía estar en la Selección, y cuando apareció mi nombre en la lista fue algo lindo, nunca había sentido una sensación como esta porque me llega el sueño de jugar en una Selección a los 38 años.

No es común que convoquen a un jugador de 38 años. ¿A qué lo atribuye?

Sí, no es normal que con esa edad llamen a un jugador, a una Selección; eso es lo que más me enorgullece, tengo un presente muy bueno y una larga historia acá en Bolivia, entonces me motiva porque sigo compitiendo al más alto nivel, y que una Selección y un país al cual quiero mucho me llamen, es porque quieren contar conmigo.

A propósito, ¿cuántos años lleva en Bolivia y cuándo se nacionalizó?

Hace 15 años llegué a Bolivia, y en ese tiempo estuve yendo y viniendo, pero la última vez que regresé, en el 2017, me quedé definitivamente acá. Llevo seis años corridos y me nacionalicé en el 2018 por mi hija mayor que es boliviana. Mi esposa también es boliviana, la conocí hace 13 años cuando llegué al Aurora.

¿Cómo se dio su llegada al fútbol boliviano?

Yo estuve en las inferiores del América, de ahí me fui a Estados Unidos porque toda mi familia se radicó allá. Después pasé a una filial de River Plate, luego estuve con River en Argentina y de allí pasé a Tiro Federal. Me fui al Nantes de Francia, donde tuve un problema con mi representante. Regresé a Estados Unidos y allá me vio el dueño y Presidente del Bolívar de La Paz, me dijo que si quería ir a una prueba, que todo dependía de mi y del técnico. Ahí empezó mi aventura, fue en el 2008, y prácticamente me quedé acá. Pasé también por The Strongest, Aurora y San José.

Estuvo en equipos colombianos, ¿por qué no se consolidó?

En el 2012 jugué en el Once Caldas me empezó a ir bien, teníamos un gran equipo, pero la institución no estaba bien en lo económico; hubo situaciones que se dieron y por eso no clasificamos a los ocho. Terminé yendo al Cúcuta ese mismo año y allá nunca me pude adaptar.

¿Siendo caleño, por qué no se dio la oportunidad en Cali o América?

Tuve oportunidades de jugar en los dos equipos; la opción más clara fue con América hace unos años, pero tenía contrato vigente con The Strongest y la cláusula de salida, así como mi sueldo, eran muy altos, entonces no pudimos llegar a un acuerdo. Eso fue en la primera etapa del profe Alexandre Guimaraes.

¿Qué clase de jugador es Jair Reinoso?

Soy un delantero centro, pero no el típico 9 que juega siempre en el área; me gusta hacer diagonales cortas, me gusta salir a jugar, soy rápido y definidor. En general soy de los que se mueven mucho en el ataque para crear espacios y tener posibilidades de anotar.

¿Quiénes lo han llamado por esta convocatoria?

De Colombia todos los compañeros que tuve en varios clubes como Arnulfo Valentierra y Hárold Reina, me llamó Óscar Estupiñán que está en el fútbol de Europa; Sergio Romero y varios amigos de Argentina me han escrito, felicitándome y diciéndome que es muy merecido por todo lo que hecho en Bolivia.

¿Cuáles son las metas que se ha trazado con esta convocatoria?

Aportar con lo que tengo, con la experiencia, ayudar para que empecemos a sumar que es lo más urgente para seguir teniendo las expectativas que todos acá tienen cuando inicia una eliminatoria. Tengo la fe y la esperanza de que podemos revertir el mal inicio para poder ilusionarnos.

¿Qué ha hablado con el técnico brasileño Zago, que recién tomó las riendas de la selección boliviana?

Él llegó hace poco a Bolivia, el miércoles fue el primer contacto que tuvimos, me dio la bienvenida a la Selección, me dijo que iba a hacer parte de la convocatoria. Yo lo conocía ya porque él dirigió al Bolívar y yo jugaba en The Strongest, entonces nos enfrentábamos en los clásicos. Pero no hemos vuelto a hablar de lo que se va a hacer, me dijo que nos veríamos en la concentración el lunes y allí seguramente hablaremos más de lo que quiere de mi en la Selección.

Usted que conoce el fútbol boliviano, ¿por qué la Selección es la cenicienta en todas las eliminatorias?

De pronto no se han llevado bien los procesos, además la Selección no tiene muchos jugadores en el extranjero; al futbolista boliviano le ha costado salir, creo que pasa más por el tema pasaporte porque acá hay mucho talento; lo que hay que hacer es salir y consolidarse. Lo que han intentado en los últimos años es hacer grandes proyectos. Venezuela no se ha clasificado, pero tiene la mayoría de sus jugadores en Europa, esperaron un proceso que les está dando sus frutos. Eso es lo que falta acá, porque potencial hay.

¿Ha vuelto a Cali?

Sí, en diciembre del año pasado, estuve donde mis tías, presentándoles a mis hijas. Ya no me queda casi nadie allá porque muchos familiares míos viven en Estados Unidos, pero la pasamos bien y quedamos con ganas de volver.