Los ‘viejitos’ del fútbol colombiano que quieren seguir vigentes en la Liga del segundo semestre

Jugadores de larga trayectoria a nivel internacional, que superan los 35 años y que quieren demostrar que siguen vigentes, afrontarán la Liga colombiana del segundo semestre, que comenzará la próxima semana.

Para muchos aficionados el tiempo de estos jugadores ya pasó y consideran que es poco lo que pueden entregar a sus equipos, en tanto que para otros, el aporte será fundamental, especialmente a la hora de apelar a su experiencia, pero también en el momento de ayudar en la formación de los más jóvenes.

Los tres jugadores de más edad que estarán en la Liga serán Teófilo Gutiérrez, Andrés ‘Pecoso’ Correa y Carlos Bejarano, con 38 años cada uno. Los dos primeros han demostrado estar por encima de futbolistas más jóvenes, así el barranquillero no haya tenido continuidad en Bucaramanga, a donde llegó con el torneo ya caminando, en tanto que Correa se consolidó en el Caldas, siendo incluso uno de sus capitanes.

La lista de los veteranos es larga; además de Téófilo y de Correa, veremos en acción una vez más a Hugo Rodallega (37 años), Adrián Ramos (37), Marlon Piedrahíta (37), Cristian Marrugo (37), Dayro Moreno (37), Andrés Cadavid (37), Jefferson Duque (36), Macalister Silva (36), Luis Carlos Ruiz (36, Carlos Bacca (36), Wilson Morelo (36), Cristian Zapata (36), Camilo Ayala (36) y Sebastián Hernández (36).

El combo de los de 35 años lo integran Carlos Darwin Quintero, Dorlan Pabón, Fernando Uribe y Jhonny Vásquez. Estos jugadores no escapan a las bromas de sus compañeros, como sucedió con Adrián Ramos cuando regresó al América hace 3 años, con 34 ‘abriles’ encima.

“Mis compañeros no paran de molestarme por mi edad, me decían que yo era el más viejo, que había jugado con Gareca y con De Ávila”, dijo Ramos recién llegó al cuadro rojo en el 2020.

Por su parte Carlos Bejarano, arquero de larga trayectoria, reconoce que en Colombia, después de los 30 años, al jugador ya lo consideran viejo. “Me siento muy orgulloso de seguir jugando, gracias al trabajo y a la disciplina. En Colombia, cuando cumples 30 años, ya te llaman veterano y viejo, y si uno se convence de eso, se complica todo. Por eso, la mentalidad es importante y te ayuda a seguir trabajando y soñando”, dijo el portero que pasó por el Medellín, América, Águilas y Bucaramanga, entre otros equipos.

Entre tanto Arnoldo Iguarán señaló que “Hay varios que ya no deben estar compitiendo y se resisten al retiro, pero existen otros que sí aportan. Lo otro es que la idea de la mayoría de equipos es potenciar las canteras y, para eso, es necesario acompañar a los jóvenes con jugadores experimentados”.

¿Viejo?

El tema de la edad, por antecedentes, es discutible debido al rendimiento de varios de los llamados ‘viejitos’. Hugo Rodallega, a sus 37 años, se consagró recientemente como el goleador de Santa Fe en la Liga con 6 anotaciones, sin jugar todos los partidos.

Adrián Ramos estuvo en casi todos los compromisos del América, en tanto que Cristian Zapata, Jefferson Duque, Dorlan Pabón, Macalister Silva y Fernando Uribe y Luis Carlos Ruiz, llegaron hasta la final de la Liga con sus clubes, varios de ellos jugando incluso los duelos decisivos.

“Estos jugadores terminan volviéndose muy buenos líderes y son necesarios para los equipos. Lógicamente que un equipo con un promedio de edad por encima de los 30 años no va a rendir igual”, dijo Hernán Torres, hoy técnico de Emelec de Ecuador.

El jugador de más edad en jugar en el fútbol colombiano es Ánthony de Ávila, quien con 45 años le anotó en su regreso al Independiente Santa Fe el 2 de agosto de 2009, y después le convirtió al Deportivo Cali en un clásico, siempre vistiendo la camiseta roja del América.

Hubo otros que también estuvieron en el terreno de juego con una edad muy avanzada, como Róbinson Zapata con 41 años, Sebastián Viera con 40 y Andrés Pérez, 39.

Los que estarán en acción desde la próxima semana con diferentes equipos, tratarán de revalidar las condiciones que ya se les conoce, pero también de demostrar que a pesar de los años, siguen estando vigentes y siendo útiles para el espectáculo.