Fútbol internacional
Luis Enrique fue presentado como nuevo director técnico del PSG
El club parisino hizo la presentación luego de anunciar la salida de Christophe Galtier.
El exseleccionador español Luis Enrique llega al París Saint-Germain como un técnico ultradefensor del sistema de juego del ‘tiqui-taca’ y como un líder, pero algunos también le consideran una persona de trato complicado, sobre todo con sectores de la prensa.
Después de no haber podido devolver a España al camino de los títulos, Luis Enrique ha sido contratado por el París SG para que repita sus éxitos de la época del Barcelona y, sobre todo, pueda dar al fin al ambicioso club francés la tan ansiada Liga de Campeones.
Un nuevo reto para este técnico nacido en Gijón (norte de España) hace 53 años y que a lo largo de su carrera como jugador y entrenador se ha forjado una reputación de líder indomable.
Un hombre de carácter
Este técnico asturiano, apasionado del ciclismo, ya había mostrado su carácter como jugador desde sus comienzos en el Sporting de Gijón de donde se fue al Real Madrid y después al Barcelona, donde se convirtió en un ídolo y al mismo tiempo se granjeó una animadversión que aún dura de los aficionados merengues.
Convocado en 62 ocasiones con la Roja, todavía se le recuerda protestando al árbitro con su nariz rota y sangrando tras recibir un codazo del italiano Mauro Tassotti en los cuartos de final del Mundial de 1994, en el que España se quedó a las puertas de las semifinales.
Tras colgar las botas en 2004, empezó a despuntar como entrenador en el filial del FC Barcelona antes de dar el salto a la élite al frente de la Roma durante la temporada 2011-2012.
Después de brillar en el Celta de Vigo, en 2014 volvió a un FC Barcelona en declive, que por primera vez en seis años había cerrado el curso sin títulos de envergadura y cuyo estilo de juego combinado parecía agotado. Manteniendo la filosofía de toque, aportó más verticalidad y consiguió en su primer año la Liga, la Copa del Rey y la Liga de Campeones (2014-2015).
Después de conseguir otra Liga y dos Copas del Rey más, dejó el FC Barcelona en junio de 2017 y un año después tomó las riendas de la Roja. En la selección, aplicó el mismo estilo que en el Barça y no le ha temblado la mano a la hora de dejar fuera a pesos pesados o llamar a jóvenes jugadores.
Fiel a su máxima de que sólo los que están al máximo van a la Roja, Luis Enrique fue a la Eurocopa de 2020 sin el emblemático capitán Sergio Ramos, tras un año lastrado por las lesiones. “Quien vuele, irá a la selección”, aseguraba Luis Enrique, que en junio de 2019, abandonó el cargo, dejando la Roja en manos de su segundo, Robert Moreno, para atender a su hija Xana, que fallecería de cáncer dos meses después.
En noviembre de 2019, Luis Enrique recuperó su puesto y, tras no poder clasificar a España para la ‘final four’ de la Liga de Naciones de ese año, Lucho llevó a España hasta la final de la de 2021, donde cayó contra Francia 2-1. Ese mismo año, la Roja de Luis Enrique también había alcanzado las semifinales de la Eurocopa, en las que Italia, a la postre ganadora del torneo, se impuso en los penales 4-2, tras finalizar el encuentro 1-1.
Criticado por sus “excentricidades”
Dos éxitos que sirvieron para impulsar la ilusión en la selección de cara al reto de Catar, que siempre había sido el gran objetivo del seleccionador español.
En la cita mundialista la figura de Luis Enrique llegó al paroxismo entre defensores y detractores, que no le perdonaron sus “excentricidades” como dirigir los entrenamientos subido a un andamio, una lista con un solo ‘9′ (Morata), colocar a Rodri de central siendo uno de los mejores mediocentros del mundo o dedicar horas a interactuar con sus seguidores en la red social ‘Twitch’.
Aunque más allá de eso y de su enfrentamiento abierto con buena parte de la prensa, a Luis Enrique le acabaron condenando los resultados. Pese a la goleada 7-0 en el debut contra Costa Rica y el posterior empate frente a Alemania (1-1), la derrota frente a Japón (2-1) mandó a la Roja a un cruce de octavos frente a Marruecos en el que los españoles no solo fueron incapaces de marcar un solo gol en 120 minutos, sino que tampoco transformaron ninguno de los tres penales lanzados en la tanda decisiva.
“Antes teníamos muchos jugadores del mismo perfil, de la misma manera de jugar y cuando necesitábamos otra alternativa no teníamos jugadores de otras características”, reconoció el propio Rodri... en marzo, cuando Luis Enrique ya había dejado de ser seleccionador.
*Con información de la AFP.
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